Adiós mechas californianas: este es el nuevo rubio que triunfa en L.A.

Su color se inspira en la vainilla, una apetecible tonalidad ya ha conquistado a Gigi Hadid, Martha Hunt o Rosie Huntington-Whiteley.

por Amaia León

Lo imposible ha sucedido: las mechas californianas ya no son la coloración preferida por las mujeres de la costa oeste de EEUU de la que tomaron su nombre. Tras años de reinado en Los Ángeles, y en el resto del mundo, una nueva melena rubia se erige como la favorita entre las modelos e influencers y pronto será la más demandada en los salones porque, igual que las californianas, este nuevo color es natural, fácil de mantener y favorecedor. Como extra, su apetecible nombre: dorado 'cream soda', inspirado en el refresco americano con sabor a vainilla.

Ver: las modelos y actrices que ya llevan el nuevo rubio tendencia en L.A.


La nueva melena que arrasa en California

Ni la melena multitonos de Chiara Ferragni ni el platino de las hermanas Delevingne han conseguido lo que este nuevo color rubio: desbancar a las omnipresentes californianas. Bautizado como 'golden cream soda' por Sunnie Brook, estilista que ha peinado a Hailey Baldwin o Elsa Pataky entre otras celebrities, la próxima coloración que va a conquistar a rubias (y a morenas con ganas de cambiar) toma los matices dorados de la vainilla que da el color a la bebida del mismo nombre.

El rasgo definitorio del nuevo rubio vainilla es una calidez que lo opone a los platinos más fríos o las melenas ceniza. Gracias a esa característica, resulta muy favorecedor porque aporta mucha luz al rostro. Según Sunnie Brook, se trata de una técnica que puede adaptarse a melenas más claras u oscuras para conseguir sobre cualquier base el juego de claroscuros buscados.

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Este rubio vainilla tiene un efecto degradado entre las raíces y las puntas como las mechas californianas. Sin embargo, a diferencia de estas últimas, la degradación no se limita a secciones más o menas finas de cabello, sino que tiñe toda la melena. Después, sobre esta base, se pueden marcar mechas finas -siempre en dorado- para potenciar la luz y el movimiento del pelo, un paso final que, si bien no es imprescindible, resulta muy aconsejable en cabellos finos y lisos.