Rentrée, vuelta al cole, depresión posvacacional, vuelta a la rutina, despedidas, reencuentros y... dietas. Sí. Ojalá el uso del factor de protección estuviese tan asociado a la exposición solar como las dietas al mes de septiembre. Vamos por buen camino en este sentido pero aún (del todo) no lo hemos conseguido.
Resurgen, en esta época del año, los planes milagro para perder peso rápido. Pero, la contrapartida es que la ciencia avanza, los endocrinos, nutricionistas, digestivos y tecnólogos de los alimentos siguen trabajando y cada vez somos más conscientes de qué alimentos y hábitos hacen bien a nuestro organismo y cuáles no. Por eso, está bien hacer un repaso de las dietas que más van a dar de qué hablar este otoño- invierno. Hay dietas buenas, regulares y espeluznantes. Hemos recurrido al consejo de tres expertas para que nos cuenten qué opinan sobre los que prometen ser los nueve planes dietéticos más populares de esta temporada. ¡Toma nota!
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Alimentación genómica
Como nos explica Gal·la Freixer, Nutricionista Clínica de Longevity Hub by Clinique La Prairie, "la genómica nutricional nos permite personalizar la dieta de una persona en función de su información genética individual". La experta asegura que "aunque es un campo relativamente nuevo y aún en desarrollo, bien hecha, esta pauta puede ser una buena opción para aquellas personas que "lo han probado todo" y no alcanzan sus objetivos.
Para Sara Rueda, nutricionista de bluaU de Sanitas, "se necesitan más estudios para poder llegar a individualizar tanto la alimentación". Y aunque la de Rueda es la opinión más extendida entre los expertos, María Alonso, miembro del equipo de Proyectos del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa), también cree que se debe investigar más, pero sí se muestra optimista al considerar que esta estrategia nutricional abre una ventana al futuro "ya que permite adaptar la dieta al perfil nutricional de cada individuo y, de esta forma, prevenir el desarrollo de ciertas patologías".
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Dieta adaptógena
Sara Rueda explica que "esta dieta se centra en el uso de adaptógenos, como hierbas y hongos, para ayudar al cuerpo a lidiar con el estrés". María Alonso afirma que esta dieta también puede ayudar a:
- Mejorar tus niveles de energía
- Reducir algunos problemas hormonales
- Estabilizar el azúcar en sangre
Algunos de los adaptógenos más empleados y de los que, seguramente, hayas oído hablar ya son: la ashwagandha, la maca y la rhodiola, entre otros.
Ahora bien, según Alonso "no existe evidencia científica que respalde sus supuestas propiedades, efectos beneficiosos ni nocivos". Por su parte, Rueda advierte de que el consumo de adaptógenos "no debe reemplazar una alimentación equilibrada". Y, para Gal·la Freixer, "es importante recordar que los alimentos de origen "natural" no son necesariamente inocuos para nuestra salud". Freixer sostiene que "para llevar a cabo la dieta adaptogénica de forma segura, es altamente recomendable acudir a un nutricionista o profesional de la salud que te ayude con la planificación y te haga un buen seguimiento", aconseja la experta.
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Dieta 'whole30'
Gal·la Freixer explica que "la dieta whole30 se centra en la eliminación de distintos grupos de alimentos durante 30 días". Esos alimentos son:
- Procesados
- Azúcares añadidos
- Granos
- Legumbres
- Lácteos
La experta nos cuenta que "existen algunas dietas o protocolos nutricionales concretos que incluyen una fase de eliminación de determinados alimentos (con su posterior reintroducción) que pueden ser muy útiles en personas con condiciones de salud o patologías concretas". Sin embargo, advierte de que "para la población general sana, una alimentación saludable no debería ser restrictiva, limitante ni debería basarse en seguir una lista de alimentos "permitidos" y "no permitidos". Para María Alonso, "esta dieta puede conllevar a carencias nutricionales y alteraciones en el estado anímico y emocional".
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Dieta 'climatarian'
Sara Rueda nos explica que la dieta climatarian es aquella que promueve la elección de alimentos con un menor impacto ambiental, por ejemplo:
- Escogiendo los alimentos en función de la emisión de CO2 que ha generado su producción y transporte.
- Según la cantidad de agua que se ha necesitado para cultivarlos.
- Teniendo en cuenta los residuos terrestres que pueden generar, etc.
La experta asegura que "es buena tanto para la salud personal como para la sostenibilidad del planeta siempre y cuando esté asesorada por un especialista y se garantice el equilibrio de los grupos nutricionales". Por su parte, Gal·la Freixer recuerda que no es una dieta vegetariana ni vegana pero igualmente es importante planificarla de manera adecuada para asegurar que satisface nuestras necesidades nutricionales individuales.
Dieta microbiana
Como sabes, llamamos microbiota a la comunidad de microorganismos vivos que habita en nuestro intestino. Gal·la Freixer, dice que la dieta microbiana es una forma de alimentación que busca promover la salud de nuestra microbiota intestinal. ¿Cómo? Fundamentalmente de dos formas:
- Mediante el consumo de alimentos ricos en fibras.
- A través de la ingesta de alimentos prebióticos y probióticos.
"Puede ser saludable y tener un impacto positivo sobre nuestras digestiones, nuestro sistema inmune, la inflamación, etcétera", dice la experta. "Sin embargo, es importante tener presente que lo que puede ser beneficioso para una persona sana, puede afectar negativamente a personas con patologías o condiciones de salud concretas", advierte. En este sentido, nos cuenta que "no es recomendable empezar a tomar suplementos con prebióticos o probióticos sin prescripción médica, ya que esto podría derivar en alteraciones del equilibrio microbiológico o un sobrecrecimiento bacteriano entre otras cosas. Por tanto, ante la duda, acude siempre a un profesional. En definitiva, como indica María Alonso, la dieta baja en carga microbiana "es una buena estrategia a utilizar en pacientes con un sistema inmunitario debilitado o deprimido".
Dieta funcional
Como un enfoque alimentario saludable y equilibrado. Así define Gal·la Freixer la dieta funcional. Sara Rueda explica que esta "se enfoca en elegir alimentos específicos para mejorar problemas de salud individuales". "Es ideal para quienes buscan abordar problemas de salud con enfoque en la nutrición", sostiene. Ahora bien, como ocurre con el resto de dietas, aunque esté en general respaldada por los profesionales, es importante recordar, como indica Freixer, que a la hora de hacer cambios en nuestra alimentación es imprescindible siempre contar con el asesoramiento de un profesional.
Dieta baja en FODMAP's
Esta dieta se enfoca en intentar mejorar posibles desequilibrios de la microbiota intestinal. En ¡HOLA! te hemos contado por qué vuelve a dar de qué hablar y cuáles son sus riesgos y beneficios. Es una herramienta que se utiliza para mejorar los síntomas producidos por la fermentación excesiva de ciertos alimentos en el intestino y consiste en eliminar los alimentos que contienen compuestos fermentables como lo son los oligosacáridos (fructanos y galactanos), disacáridos (lactosa), monosacáridos (fructosa) y polioles (ejemplo: sorbitol). De ahí que, desde la Universidad de Monash (Australia), creasen el acrónimo FODMAP para referirse a ella. En estos grupos de alimentos se encuentran muchas frutas, hortalizas, legumbres y granos. "Puede ser útil para personas con problemas gastrointestinales, pero siempre debe ser supervisada por un profesional porque puede generar carencias nutricionales", indica Rueda.
Dieta 'plant-based'
Rueda explica que esta dieta, sencillamente, se basa en el consumo de alimentos de origen vegetal. Nos dice que puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. "Como cualquier otra dieta, esta también debe ser equilibrada y combinar cereales y tubérculos, como el pan, la pasta o las patatas, con legumbres". En este sentido, desde Clinique indican que lo importante es tener en cuenta que:
- No se trata simplemente de eliminar la carne, el pescado y el resto de alimentos de origen animal de nuestra dieta sin más, sino que estos alimentos se deben sustituir por alimentos proteicos de origen vegetal de calidad para asegurar que cubrimos nuestros requerimientos nutricionales.
- Si dejamos de consumir alimentos de origen animal, total o parcialmente, será crucial suplementarnos con vitamina B12 y controlar los niveles de otros nutrientes clave.
Así que, de nuevo, si deseas seguir una dieta plant-based, consulta a un nutricionista para que te ayude a realizar una planificación nutricional adecuada y adaptada a ti.
Dieta vegetariana
Es un clásico. Una forma de alimentación asentada y cada vez más extendida a la que, según parece, la hostelería concederá más importancia en adelante. Según María Alonso, "hablamos de una alimentación que es totalmente saludable y sostenible y que, adaptada a cada perfil individual, no tiene por qué conllevar a ningún tipo de carencia nutricional". "Es una alimentación que se basa en el consumo alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, legumbres, granos, semillas, tubérculos…) y excluye el consumo de alimentos de origen animal", explica. "Se trata en este caso de vegetarianos "estrictos", comúnmente llamados veganos. En estos casos, cabe prestar especial atención a la vitamina B12 y valorar su suplementación ya que su principal fuente es la animal.
Las tendencias alimentarias de 2023-2024
La razón por la que hemos decidido analizar estas dietas y no otras de la mano de los expertos, a pesar de que de muchas de ellas hayas escuchado hablar ya, es porque de acuerdo a los pronósticos de la experta en nutrición, Hanni Rützler, serán las que más protagonismo acaparen este año y el que viene, aunque seguramente surgirán otras nuevas y en ¡HOLA! te iremos informando al respecto. De cualquier forma, según los nutricionistas, todas las pautas alimentarias comparten un común denominador. Echa un vistazo a las conclusiones de Sara Rueda bajo estas líneas.
Un consejo final
"A pesar de que durante estas fechas es común que muchas personas se fijen como objetivo adelgazar, lo cierto es que hacerlo a cualquier precio en ningún momento es sinónimo de salud", dice Sara Rueda. "De hecho, en muchas ocasiones las conocidas como "dietas milagro" pueden suponer un perjuicio para la salud tanto física como emocional de las personas", afirma. "Aunque prometen resultados rápidos en poco tiempo, lo cierto es que carecen de evidencia científica sobre su eficacia a largo plazo", alerta. Por eso nos recuerda que para seguir cualquier tipo de dieta es indispensable hacerlo con el asesoramiento de un especialista en nutrición que estudie y haga un seguimiento de cada caso.