Tyler Posey ha puesto fin a uno de sus proyectos profesionales más importantes hasta la fecha. A lo largo de seis años, el joven ha dado vida a Scott McCall, uno de los personajes protagonistas de la exitosa serie Teen Wolf, formato inspirado en una película de 1985, bajo el mismo nombre, y con Michael J. Fox en el papel principal.
Durante todo este tiempo, el artista ha tenido que someterse a unas 4,5 horas de maquillaje diarias para lograr este aterrador y particular aspecto. Un resultado logrado gracias a cosméticos, látex, pelo natural y paciencia, mucha paciencia que nos demuestra los trabajos tan increíbles que realizan los equipos de maquillaje y peluquería tanto en cine como en televisión.
Esta no es la única transformación que nos ha cautivado. A continuación hacemos una selección de siete diseños más, sacados de la gran pantalla, que nos hicieron creer en la magia del cine transformando por completo a sus actores.
¡Ojo! porque no te dejarán indiferente.
Arjen Tuiten, diseñador de efectos especiales, es el autor del magnífico cambio realizado al pequeño Jacob Tremblay en la película Wonder. Este talentoso y joven actor, al que posiblemente conocerás por la película La habitación, interpreta a un niño con malformaciones en la cara lo cual requería modificar por completo el rostro del artista. Este acabado, de lo más real, se consiguió con látex y muchas hora de trabajo.
La película de Las horas y el personaje de Virginia Wolf supusieron, para Nicole Kidman, uno de los momentos más importantes de su vida. Su magnífico trabajo y espectacular transformación le valieron el Oscar a Mejor Actriz en el año 2002. Y es que no todos los trabajos de maquillaje de cine son para dar vida a personajes terroríficos, también existen obras maestras como esta. La sesión a la que se sometía la artista duraba unas tres horas, pero lo que, sin duda, volvía irreconocible a la actriz era la protesis de nariz que llevaba.
El equipo de maquillaje de esta película fue descalificado de los Oscars por utilizar retoques con Photoshop en algunos planos cortos del personaje.
Johnny Depp sabe muy bien lo que es cambiar de aspecto para interpretar a diferentes personajes, sobre todo, porque es el actor fetiche del universo de Tim Burton. Para la nueva versión de Alicia en el país de las maravillas, el actor no solo tuvo que afeitarse y usar una peluca naranja, sino también someterse a un largo proceso de maquillaje. Todo comienza con una capa blanca aplicada con aerógrafo, para después ir aplicando, con sombras y lápices, los diferentes detalles. Por último se incluye pelo en las cejas gracias a un pegamento especial y se colocan las lentillas de colores.
El acabado de Stellan Skarsgard en la película Piratas del Caribe fue, simplemente, increíble. El personaje de Bill Turner, El botas, era uno de los pocos del filme que no estaba realizado por animación, sino que el maquillaje era real. Durante unas 4,5 horas, el equipo de caracterización le aportaba ese aire enfermo y envejecido y le aplicaba varias capas de látex para ir pegando las diferentes prótesis. Si piensas que este acabado le impidió gesticular con soltura, te equivocas. Durante las entrevistas promocionales, el actor confesó que el trabajo era tan bueno que las prótesis se adaptaron a su rostro y movimientos naturales sin problema. Al terminar de rodar se tardaba una hora y media en retirarlo todo.
Los cambios de la actriz Tilda Swinton en el cine siempre resultan de lo más comentados por lo espectaculares que resultan. Es increíble lo que son capaces de lograr, los maquilladores profesionales, a partir de su rostro y andrógino look. En esta imagen podemos verla caracterizada como Madame D, personaje de la película El gran hotel Budapest, filme que, además, ganó el Oscar a Mejor Maquillaje, lo cual no es para menos. Para conseguir este acabado se utilizó, además de maquillaje, una goma de silicona blanda para dar forma a las arrugas.
Puede parecer, a simple vista, un maquillaje más sencillo que otros, pero el cambio de Ray Park en Star Wars para dar vida a Darth Maul también lleva su tiempo y trabajo. Durante tres horas diarias se le maquillaba con pinceles y se le aplicaba látex para colocar las prótesis en forma de cuernos. También, como en la mayoría de caracterizaciones, se utilizaban lentillas de color para conseguir mayor dramatismo.
Pasar de ser una de las actrices más atractivas a un personaje de Comic totalmente azul no resulta nada sencillo. La transformación de Jennifer Lawrence en Mística para las películas de X-Men es una de las más llamativas del mundo del cine. En un primer lugar, el maquillaje incluía todo el cuerpo, proceso que llevaba unas siete horas (entre colocar escamas de látex y pintura) pero, gracias a los avances en el mundo digital, para la película Apocalipsis solo fue necesario maquillar el rostro lo que redujo el tiempo y trabajo haciéndolo mucho menos pesado para la artista. Para el cuerpo se utilizó un traje de polímero que quedaba totalmente ajustado a su cuerpo y ofrecía un resultado aún mejor tras la cámara.