1/3 © Getty Images

Ya sea por una cuestión genética, porque se te ha ido la mano con las pinzas en alguna ocasión o a consecuencia de un tratamiento médico, es habitual ver cómo nuestras cejas han perdido grosor, sufren escasez de pelo, se han redondeado en exceso o incluso descubrir pequeñas calvas. Llegados a ese punto, es normal que nos asalte el temor de ver nuestra cara desdibujada y de perder ese marco cargado de personalidad que imprimen unas cejas pobladas. Y es que, esta parte de nuestro rostro tienen una función mucho más importante de la que creemos, capaz de definir nuestros rasgos, enmarcar nuestra mirada e incluso rejuvenecernos. Por eso mismo, un largo adecuado, un ángulo equilibrado y la forma idónea podrán ayudar a mudar tu aspecto, resaltar tus ojos, suavizar tus facciones y favorecerte sobremanera. ¿Sufres de cejas poco pobladas y buscas una solución? Entonces permanece atenta a la nueva técnica que te presentamos: las extensiones de cejas.

2/3 © Getty Images

Este tipo de tratamiento se basa en añadir pelo sintético a tus fibras de cabello naturales a través de un adhesivo hipoalergénico especialmente diseñado para pieles sensibles. El tratamiento se hace pelo a pelo para que el resultado final tenga un aspecto de lo más natural. Además, por el simple hecho de tratarse de fibras sintéticas, no tendrás que preocuparte en ningún momento porque el contacto con el agua pueda dañarlo o desfigurarlo. 

3/3 © Getty Images

Dependiendo de las necesidades de cada mujer, hablamos de un proceso que puede tardar entre quince minutos y una hora. Para comenzar, se desmaquillan las cejas desde la base hasta la punta. A continuación, se dibuja la línea que marca el comienzo y el final de la misma para, acto seguido, aplicar las extensiones de tal forma que se fijen en la dirección correcta. Una vez aplicadas, se peinan, se recortan y se maquillan para lograr la forma deseada.

Más sobre: