Nos reafirmamos rotunda y contundentemente: acabarás queriendo este moño. ¿Por qué? Pues debido a dos simples razones. Por una parte, será tu aliado frente a las prisas y esa rutina maratoniana habitual que ya forma parte de nuestro ADN; por la otra, te ayudará a huir del calor y verte un tanto diferentes a pesar de recurrir a un recogido que normalmente ya tenemos sobreexplotado.
Maisie Williams se decidía por un moño alto que huía de acabados pulidos, sino que se presentaba en clave deliberadamente despeinada e imperfecta, incluyendo algunos mechones sueltos que le aportaban un aire de lo más juvenil. No había tiranteces en las raíces, sino todo lo contrario, abogando por el volumen y la naturalidad. Por último, y el detalle que acabó conquistándonos por completo, Maisie embellecía la base de su recogido con un pasador metálico que le daba un aspecto totalmente renovado.