Muy propensas a los cambios de look radicales, las hermanas Kardashian no se cansan de jugar con su aspecto. De sobra es conocida el gusto de Kim, Khloe y Kylie a teñir sus melenas de rubio platino provocando así un gran impacto entre el público. Por su parte, Kourtney y Kendall, las más discretas de la familia, no se suelen dejar seducir por este tipo de experimentos y prefieren lucir su cabello oscuro original. De hecho, tan solo en una ocasión Kendall se ha dejado ver con el pelo mucho más claro de lo habitual: ocurrió durante el desfile de Balmain de marzo de 2016 en París, cuando las modelos intercambiaron sus looks habituales.