En cuanto a su look de belleza, la actriz se decidía por un moño alto que huía de acabados pulidos, sino que se presentaba en clave deliberadamente despeinada e imperfecta, incluyendo algunos mechones sueltos que le aportaban un aire de lo más juvenil. No había tiranteces en las raíces, sino todo lo contrario, abogando por el volumen y la naturalidad. Por último, y el detalle que acabó conquistándonos por completo, Maisie embellecía la base de su recogido con un pasador metálico que le daba un aspecto totalmente renovado.