Es importante saber que la piel masculina no es igual a la femenina, por ejemplo, su espesor es alrededor del 20% más grueso, contiene más colágeno y presenta un aspecto más compacto y firme. La principal desventaja que encuentran los hombres es que producen el doble de sebo, lo que da como resultado una piel más grasa, siendo más propensos a presentar impurezas y acné. Por tanto, los cuidados no son los mismos y deberán prestar una mayor atención a todo lo que tiene que ver con la hidratación.