La transformación 'beauty' de Ángela Molina

En su juventud fue una auténtica musa de la belleza y, durante su madurez, Ángela Molina conserva todo el atractivo de la serenidad y la naturalidad de la que ha hecho su verdadera bandera. El paso del tiempo le ha hecho envejecer con una elegancia fuera de lo común y su larga cabellera canosa se ha convertido en una de sus señas de identidad.

Guiada por la pasión en todas las facetas de su vida, a sus 61 años puede presumir de haber tenido una exitosa trayectoria cinematográfica que comenzó cuando apenas contaba con 20 años. A pesar de su atractivo, se desvinculó de la corriente del destape a finales de los años 70, enfocando su carrera hacia papeles de más calidad con contenido político y social. En aquella época lucía una imagen muy distinta a la actual con una melena castaña clara.

La naturalidad le ha acompañado a lo largo de su vida. Poseedora de una belleza racial marcada por unos intensos ojos negros y pelo oscuro, siempre ha hecho gala de un estilo muy particular caracterizado por la sencillez.

Poco amiga del maquillaje y de los productos cosméticos desde su juventud, su rostro siempre ha lucido radiante con pocos artificios. Sus expresivos ojos enmarcados por gruesas cejas han sido uno de sus rasgos físicos más característicos a lo largo del tiempo.

Con cinco hijos y dos nietos, Ángela se convirtió en mamá por última vez a los 47 años, algo que no supuso ningún inconveniente para ella. Su hija María Isabel fue un bebé muy deseado y la actriz afrontó esa nueva etapa de su vida llena de energía y vitalidad, algo que se reflejó en su rostro.

Cumplir años nunca ha supuesto un problema para Ángela, que ha asumido el paso del tiempo de una manera envidiable. Sus arrugas son un cúmulo de experiencias vividas y siempre ha descartado la idea de teñirse las canas. De hecho, en alguna ocasión ha declarado a los medios que le encanta el pelo blanco.

Su belleza ha madurado con dignidad y sin la necesidad de pasar por el bisturí. Puede presumir de lucir una sonrisa perfecta y un brillo en los ojos difícil de superar. Sin escotes ni ostentosidades, hace gala de un estilo elegante aplaudido en alfombras rojas y festivales de todo el mundo. En la imagen, asistiendo a los Premios del Cine Europeo en Berlín en 2013.

Convertida en ‘chica Velvet’, la actriz triunfó como parte del elenco de la exitosa serie de televisión. Ángela aportó toda su clase y veteranía interpretando a Isabel, una mujer valiente y luchadora que llega a las famosas galerías para saldar una cuenta pendiente.

La hija de Miguel Molina no necesita recurrir a las grandes producciones estilísticas para conquistar a su paso. Durante la recepción con motivo de Día de la Hispanidad celebrada en el Palacio Real lució un sencillo y elegante traje sastre en negro con topos en blanco y su larga cabellera canosa suelta.

Sobre la alfombra roja la intérprete sabe cómo desplegar todos sus encantos recurriendo a sus mejores armas, la sencillez y naturalidad. Así de glamurosa lució durante la gala de los Premios del Cine Europeo el pasado diciembre en Polonia, con un vestido negro de terciopelo y complementos en blanco.

Ángela no lucha contra el tiempo. A través de su imagen demuestra que se puede ser joven a pesar de la edad y no trata de detener su impacto de manera artificial. Lo demostró durante la pasada edición del Festival de Málaga, donde presentó su última película El otro hermano.