Péptidos, ceramidas, factores de crecimiento... Son tantos los términos de belleza de los que escuchas hablar cada día que, muchas veces, tendencias como el ayuno cosmético o el skin dieting se transforman en un respiro también a nivel mental. ¡Y no nos extraña lo más mínimo! Si no te han explicado jamás qué beneficios se esconden detrás de cada concepto, es agotador decidir qué productos te pueden ayudar a reforzar (ahí va otro) la función barrera de tu piel. ¡No desesperes! A lo largo de este artículo, vamos a definir los que se usan con más frecuencia. Así, por mucho que siga siendo fundamental ponerse en manos de un profesional, cuando este paute para ti una rutina de belleza, sabrás qué te estás poniendo y, como explica la filosofía mental beauty, esto también reforzará la efectividad de tus cosméticos. Dicho todo esto, comencemos por... ¡los famosos péptidos!
-Los ingredientes cosméticos que van a ser virales en 2024: vitamina B3, ácido ferúlico, arbutina...
Péptidos
Los péptidos son, en líneas generales, "aminoácidos que pueden tener efectos en la piel y se encadenan entre sí", comienza explicándonos Sonia Ferreiro, biotecnóloga y cosmetóloga en Byoode. Los aminoácidos son moléculas que se combinan para formar proteínas como el colágeno, la elastina y la queratina, que, como sabes, son esenciales para que la piel se vea bonita.
"Según el tipo de cadena que formen distinguimos los tripéptidos, los tetrapéptidos, los decapéptidos... Y, dependiendo de la longitud de la cadena y de los aminoácidos que la compongan, se consiguen unos efectos u otros", agrega la experta. En líneas generales, según Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, "lo que logran es afianzar la tersura de la piel". Es por esa capacidad regeneradora por la que se les llega a comparar con los retinoles y con la vitamina C. Sin embargo, como indica Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, "los péptidos son mucho más fáciles de introducir en la rutina facial, porque no suelen requerir periodo de adaptación y todos los tipos de piel los suelen tolerar con facilidad".
Emolientes
Según la doctora Cristina García Millán, dermatóloga y colaboradora de Bioderma, las sustancias emolientes (entre las que destaca, por ejemplo, la manteca de karité), se utilizan para tratar la piel seca. ¿En qué se diferencian de los ingredientes hidratantes? En lo siguiente:
- Sustancias hidratantes: aportan grasa y agua a la piel.
- Sustancias emolientes: además de lo anterior, incorporan principios activos que devuelven la flexibilidad y calman la sequedad ya que evitan que el agua se pierda.
Liposomas
"Los liposomas son unas cápsulas esféricas que están formadas por una o dos capas de fosfolípidos que permiten mezclar una solución acuosa con una oleosa de manera estable sin necesitar usar solubilizantes", explica el farmacéutico Eduardo Senante. Seguro que has oído hablar, por ejemplo, de la vitamina C liposomada. En cosmética muchos ingredientes se presentan desde hace años de esta manera porque, como indica el experto "los liposomas permiten que la piel absorba mejor la aplicación de los activos a la vez que mejoran su estabilidad". Digamos que, viajando en su cápsula, los ingredientes cosméticos llegan mejor a destino y hacen mejor su función. Además, al ser grandes captadores y retenedores de humedad, los liposomas también ayudan a aumentar, a mantener y a equilibrar los niveles de hidratación”.
Factores de crecimiento
Dicen los expertos de la firma cosmética Mila Bonis que los factores de crecimiento son "proteínas producidas por el cuerpo que juegan un papel crucial en la comunicación intercelular y se han convertido en una pieza fundamental en la lucha contra los signos del envejecimiento". Explican que "intervienen en la regeneración celular y son responsables de estimular el crecimiento, la proliferación y la diferenciación de las células". Por este motivo, no nos extraña que su descubrimiento mereciese un Premio Nobel de Medicina. Al acelerar la renovación celular, los factores de crecimiento mejoran cicatrices y manchas y consiguen una piel más luminosa. Además pueden obtenerse no solo del organismo humano, sino también de fuentes naturales como vegetales, mohos, y levaduras. Esto amplía aún más las posibilidades de aprovechar sus beneficios en productos de cuidado de la piel.
Ceramidas
"Las ceramidas son unas moléculas lípidas (grasas) que se encuentran de manera natural en nuestra piel, cabello y uñas. Una especie de pegamento", dice para empezar la cirujana y médico estético Virtudes Ruíz. "Para entenderlo: si nuestra piel fuera una pared, las células serían lo ladrillos y las ceramidas el cemento que une a ambas", ejemplifica. "Al igual que pasa con el ácido hialurónico o el colágeno, su presencia y eficacia disminuye con la edad y tenemos que aportárselas a la piel de manera tópica", nos cuenta la experta. Y esto, ¿por qué? ¡Muy fácil! "Su función es la de sellar y conservar la hidratación de la piel y proteger la barrera cutánea", detalla la cirujana y médico estético María Vicente. "Su déficit se traduce en una piel seca, más vulnerable, reactiva e irritada, además de menos elástica".
-Retinol, ácido hialurónico, vitaminas... ¿Qué ingredientes se pueden mezclar entre sí?
Antioxidantes
Los antioxidantes son compuestos químicos que interactúan con los radicales libres y los neutralizan, lo que les impide causar daño. Los cosmetólogos de Germinal explican que "son sustancias que nos protegen de las agresiones externas que provocan el fotoenvejecimiento, captando y neutralizando los radicales libres que aparecen por la contaminación, el sol, el humo del tabaco o los procesos metabólicos que producen el daño celular". Además, aseguran que "unifican el tono de la piel y aportan luminosidad, disminuyendo la hiperpigmentación y evitando la aparición de manchas".
Tensioactivos
Según Sonia Ferreiro, "los tensioactivos son elementos que permiten que los cosméticos generen determinadas reacciones o que convivan en una misma fórmula moléculas a base de agua y aceite, que en un principio se repelerían. Son los responsables de que los limpiadores hagan espuma y eliminen la suciedad, por ejemplo". ¿Son malos o son buenos? "Si no se eligen adecuadamente, pueden eliminar no solo la suciedad sino también los aceites naturales imprescindibles para el buen funcionamiento de la piel o del cuero cabelludo", aclara Paola Gugliotta, creadora de The Today Project. Por esta razón conviene saber distinguir los tensioactivos más agresivos (que se presentan bajo los acrónimos SLS, SLES y PEG o con nombres distintos terminados en "eth"); de sus versiones menos dañinas (ceteareth-20, laureth-4, steareth-20) y de los tensioactivos secuendarios (como la coca betaína y algunos de apellido Glucósido), que son totalmente respetuosos con nuestra piel.
Provitaminas
"Las provitaminas son sustancias o ingredientes que se metabolizan o convierten en vitaminas activas solo en el momento de entrar en contacto con la piel", dice Estefanía Nieto. La gran ventaja de una provitamina frente a una vitamina es que se absorbe mejor que estas, va en la dosis justa, actúa en el momento adecuado y su efecto perdura en el tiempo.
Hay muchos otros términos que merece la pena pararse a definir pero estos son quizá los que más están dando de qué hablar. ¡Guárdate este glosario y empieza a entender qué es en realidad lo que te estás aplicando!