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Dicen los expertos, desde entrenadores hasta chicas fit, que lo más importante para ponerse en forma es ser constante, y mantener la motivación es el requisito número uno para conseguirlo. Encontrar un deporte que nos resulte divertido es el consejo que la mayoría dan... y parece que las influencers madrileñas ya han localizado el suyo. María Pombo, María Fernández-Rubíes o Blanca Rodríguez son algunas de las chicas que han coincidido en el mismo estudio de fitness; una lista a la que acaba de sumarse la cantante Aitana Ocaña. Y remitiéndonos a los casos anteriores, podemos adelantar que terminará tan enganchada (¡y en forma!) como las demás.
© aitanax / puma- ¡Nuevo look! Aitana se suma a la moda de la coleta XXL
"@siclo ???? qué felicidad" escribía Aitana en una publicación en la que se veía parte de las famosas bicicletas. Siclo es un gimnasio boutique de origen mexicano que llegó a Madrid hace un par de años para revolucionar el panorama deportivo entre las amantes del ciclo indoor. Su original forma de entender cada clase, en la que no solo andas en bici (fortaleciendo glúteos, abdomen y piernas), sino que también tonificas todo el cuerpo gracias al uso de mancuernas, se basa fundamentalmente en la diversión; de ahí que la música esté cuidadosamente escogida para pasarlo muy bien. En cada sesión, cuya duración varía entre los 45 y los 60 minutos, se pueden quemar entre 400 y 650 calorías según la intensidad y la motivación de cada una, aunque, te aseguramos, es muy fácil mantenerla gracias a las canciones, los ejercicios y los instructores.
© mariafrubiesAitana se suma así a otras veinteañeras que adoran este deporte. María Fernández Rubíes (en la imagen) o María Pombo son habituales en sus dos salas de Madrid -que se encuentra en la Calle de Fernado VII y en el Paseo de la Habana- y la rápida recuperación que ambas han tenido tras ser mamás es la mejor prueba de la efectividad de esta disciplina. Otras chicas optan por la última propuesta de este estudio, comprar una de las bicis para entrenar sin salir de casa casa. Pero no solo el cuerpo nota los beneficios: cada clase es tan divertida que, sumado al efecto de las endorfinas que libera el deporte, terminas la sesión relajada y contenta. ¡O tan emocionada como Aitana!
