Ensaladas saciantes: ¿deberíamos apostar por ellas en nuestro plan depurativo?
Las ensaladas se convierten en buenas aliadas tras una época de excesos. “Para que la composición de un plato sea adecuada (tanto al mediodía como por la noche) tiene que tener un equilibrio: un 50% de verduras, siempre intentando incluir alguna que esté cruda, y utilizando más de un tipo de verdura), un 25% de proteína de calidad (huevos, pescado, carne o legumbres) y un 25% de hidratos de carbono de calidad (patatas al horno o cocida, boniato, arroz integral, pasta integral, tostada de pan integral, quinoa…). Con esto lo que queremos decir es que apostar por las ensaladas (también en invierno) siempre es un acierto. Eso sí, en mi día a día observo que un plato saludable de estas características sigue siendo bajo en vegetales, añadiendo como ingrediente principal hojas verdes (lechuga, col rizada, espinacas…) cuyos ingredientes pesan muy poco. Por lo que aconsejo, es incorporar más variedad de vegetales para llegar a un mínimo de 200g de vegetales por comida. ¡Cuanto más colorido, más nutritivo!”, nos cuenta el nutricionista Alejandro Cánovas. “Son fundamentales siempre, pero los días de las fiestas (si el exceso es la cena, ensalada al medio día, por ejemplo) y los posteriores, aún más. Ensaladas con todo tipo de hortalizas en crudo, como espinacas (mis preferidas porque son muy saciantes), berros, rúcula, brotes, apio, champiñones, puerro, tomate, pepino, zanahoria, fruto seco (pocos y sin sal), frutos rojos, semillas de goji (nutritiva, sin calorías, muy antioxidante)”, añade la doctora Mar Lázaro, quien apunta también cuál es el aliño más recomendable: con aceite de oliva de primera presión en frío y un chorrito de limón.