"El trabajo de una actriz es muy exigente. Tiene que estar de acá para allá cada dos por tres y las jornadas de grabación a veces son interminables. Por eso debemos adaptar la rutina semana a semana en función de su trabajo, pero siempre manteniendo el objetivo en el horizonte: ¡lucir espectacular!", nos cuenta Sabrine, que define a la protagonista de Velvet como una "guerrera" que nunca se da por vencida.