Siete factores que potencian la celulitis emocional y arruinan tu dieta y tu entrenamiento

La celulitis es un problema que afecta a nueve de cada 10 mujeres. Es una afección de la piel muy común ocasionada por un acúmulo subcutáneo de células grasas que dan lugar a un aspecto irregular de la piel sobre todo en muslos y caderas. Aunque el sedentarismo y una dieta poco equilibrada son factores desencadenantes importantes, las emociones juegan también un papel fundamental. 

Quizá nunca te lo habías planteado pero, como indica la dietista-nutricionista Carla Zaplana, certificada como coach de salud holística por el Institute for Integrative Nutrition de Nueva York, "la celulitis tiene una connotación emocional importante porque toda retención de emociones se refleja en la piel". Con ella y otros expertos hablamos de siete factores que provocan la llamada celulitis emocional y arruinan nuestra dieta y nuestro entrenamiento. También abordamos el problema de llevar una alimentación proinflamatoria y de la nutrición integrativa como solución a estas cuestiones. En definitiva, si crees que ya has hecho todo lo que estaba en tu mano para vencer al enemigo, esto te interesa.

-¿Y si la causa de tu celulitis fuera emocional?

Las emociones son el secreto de una piel bonita

“Todo lo que no expresamos correctamente se somatiza en el cuerpo”, dice Carla Zaplana. La nutricionista hace referencia a Las cinco leyes biológicas de la Medicina Germánica que explican hasta qué punto las emociones determinan el estado de salud de nuestras células. Como la celulitis es producto de una inflamación causada a su vez, y entre otras cosas, por la mala circulación de la sangre, consideramos que es una forma de somatización de emociones no expresadas. Por eso se habla de la celulitis emocional. Hay factores que provocan su aparición pero por suerte ¡no todo está perdido!

Una dieta proinflamatoria y una alimentación inconsciente

El punto anterior nos conduce a hablar de este otro como primer factor desencadenante de la celulitis emocional. "Una dieta proinflamatoria (rica en ultraprocesados y alimentos palatables y sabrosos que activan el sistema de recompensa del cerebro) provoca desequilibrios en el organismo porque es una enfermedad silenciosa que precede a cualquier otro tipo de problema de salud como la diabetes y la hipertensión y por supuesto enfermedades de la dermis, de la piel", indica Carla Zaplana.  Asegura que las células que “habitan” en zonas afectadas por la celulitis no reciben una nutrición adecuada. Por eso, las dietas antiinflamatorias son acertadas para atajar el problema: ayudan a eliminar la retención de líquidos y estimulan una buena salud celular.

Por otra parte, como dice Itziar Digón, psicóloga experta en alimentación consciente, cuando comemos inconscientemente y nos dejamos llevar por el automatismo acabamos haciendo malas elecciones y tomando pésimas decisiones. Ingerimos en consecuencia más calorías de las que nuestro cuerpo necesita y consumimos alimentos proinflamatorios que empeoran el estado de la celulitis.

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El estrés

El estrés es otro de los factores que favorecen la aparición de la llamada celulitis emocional. Esto tiene que ver con el efecto inflamatorio del cortisol. En este sentido Itziar Digón nos dice que "el cortisol es una hormona proinflamatoria que, valga la redundancia, inflama los tejidos generando una tensión que da lugar a esa malformación cutánea que es la celulitis". 

La ansiedad

Como si de un ¿qué fue antes: el huevo o la gallina? se tratara, le hemos preguntado a Itziar Digón si considera que la dieta modifica nuestro estado anímico o si son nuestras emociones las que juegan un papel importante en la elección de lo que comemos. Para la experta existe una correlación. Al fin y al cabo, ¿cuántas veces por estar triste has escogido alimentos hipercalóricos en detrimento de los más sanos para sentirte mejor? Como nos explica Itziar Digón, "cuando estamos tristes buscamos una recompensa en alimentos palatables y muy sabrosos que en fondo son un dardo envenenado". Así, la ansiedad que nos conduce a llevar una dieta proinflamatoria es otro de los factores que traen consigo la celulitis emocional.

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El aislamiento social

Zaplana explica que "la nutrición integrativa es la nutrición que no solo tiene en cuenta lo que tienes en el plato sino también qué otros factores externos pueden impactar en tu manera de comer". Distingue entre comer solos o acompañados, centrados en los sabores o enfrente del ordenador. Hay que recordar que comer es un acto social y que los alimentos se digieren mejor si se acompañan de una charla amena.

La frustración

Querer llevar una alimentación perfecta y cumplir con unos objetivos de entrenamiento demasiado exigentes nos conduce a menudo a una situación de frustración. Itziar Digón saca a colación en este sentido una frase que resume perfectamente el escenario: "del control surge el descontrol". "Si me reprimo del deseo de comer ciertos alimentos, el día que no pueda más buscaré una vía de escape rápida y cómoda como es la comida", explica.

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La comparación

El factor anterior nos conduce a hablar de la comparación, especialmente presente en la sociedad en la que vivimos a causa de un uso inadecuado de las redes sociales. Sentirnos a gusto con nosotros mismos es crucial. Como señala con frecuencia Gloria Morales, fundadora de Ballet Fit, una disciplina que combina fitness y danza clásica, entrenar delante del espejo, por ejemplo, debe hacerse únicamente con la finalidad de familiarizarnos con nuestro aspecto físico y encontrar nuestra mejor versión sin necesidad de fijarnos en el de al lado.

La mala gestión emocional

Aunque, como indica Salvador Ferrando, dietista-nutricionista en Instituto Médico Ricart, la principal causa de la celulitis es genética, hormonas como la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol pueden desajustarse favoreciendo su aparición. Por eso, recomienda "trabajar en una buena gestión de las emociones para no buscar una recompensa de alimentos proinflamatorios como pueden ser los azúcares, la sal de baja calidad y los ultraprocesados que llevan en su composición sustancias que puedan alterar la microbiota provocando una inflamación a nivel sistémico". Estos liberan neurotransmisores del placer relacionados con la serotonina y por eso los elegimos cuando anímicamente no nos sentimos fuertes. Son alimentos engañosos. Es importante hacer un trabajo de minfulness, comer conscientemente, acompañarnos de gente que quiera comer saludablemente y cuidar nuestro estado físico y mental sin frustraciones. 

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Di adiós a la celulitis emocional

En definitiva, cómo comemos, la manera en la que nos relacionamos con el entorno en el que nos movemos y la forma en la que cuidamos nuestro estado físico son aspectos que determinan la absorción de los nutrientes y la prevención de patologías que pueden reflejarse en el estado de nuestra piel. Por lo tanto, cuidarte por dentro y por fuera y llevar una vida en general consciente, es el secreto para decir adiós a la celulitis emocional de forma definitiva.