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La tecnología Indiba tiene más de 40 años, sin embargo, sigue siendo uno de los tratamientos faciales más demandados en los centros de belleza... ¿por qué? Natalia de la Vega lo tiene muy claro: "Tiene un efecto flash inmediato. Tensa la piel, da mucha luminosidad y ayuda a la producción de colágeno". Además, la fundadora de TACHA Beauty añade otros beneficios que vamos a notar desde la primera sesión: activa el metabolismo de las células, aumenta la circulación sanguínea, descompone los depósitos de grasa y estimula el drenaje de toxinas. "Vamos, maravilloso para solucionar muchísimos problemas", nos cuenta.
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De la Vega explica que es un tratamiento adecuado para cualquier tipo de piel, incluso las más sensibles. "Como se puede regular el calor, no hay necesidad de pasarlo con mucha temperatura. Diría incluso que las pieles sensibles se benefician porque, al crear más colágeno, van cogiendo más fuerza", asegura. Una de las dudas más frecuentes es si podemos hacernos un tratamiento con Indiba en cualquier época del año. La respuesta es sí. "En TACHA siempre recomendamos que después de cualquier tratamiento facial no te expongas al sol en 24 horas y que después, cuando lo hagas, siempre con protección. No hay ningún problema en hacerlo en cualquier época del año".
Silvia Oliete, fundadora de los institutos de belleza Blauceldona, cree que Indiba "ha conseguido algo muy difícil en esta industria en la que surgen nuevas tecnologías y avances constantemente". "Más que una marca comercial, se ha convertido en un verdadero sello de belleza. Esto demuestra su valía y sus beneficios. Jose Calbet, el mismo que inventó el bisturí eléctrico, creó una tecnología que ofrece resultados inmediatos y acumulativos visibles sin complicaciones, siendo un tratamiento ideal para combinar con prácticamente cualquier otra terapia". La directora de Blauceldona opina que lo ideal es empezar a hacérselo "a partir de los 25 años, ya que es cuando el envejecimiento celular empieza a desarrollarse en los tejidos y la pérdida de firmeza comienza a notarse en la superficie, por lo que necesitamos crear nuevo colágeno y relanzar su síntesis".
Un combo perfecto
Todos los profesionales con los que hemos hablado coinciden en lo mismo y es que vamos a notar una piel jugosa, más joven, luminosa, oxigenada y revitalizada. "Gracias a la profundidad de trabajo que permite esta radiofrecuencia, logramos activar los fibroblastos de las células de la piel, el colágeno y la elastina. Esto se traduce en una reducción de las arrugas y las líneas de expresión, una mejora de la hidratación y la luminosidad, aumento de la elasticidad, reducción de la papada, mejora de la zona del contorno de ojos (bolsas, ojeras y arrugas)... En definitiva, tras una sesión de Indiba, la piel se hidrata, se tensa y se suaviza de forma natural", dicen Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas, expertas en dermocosmética y directoras de The Secret Lab.
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Para saber más en profundidad, les hemos preguntado a las expertas en dermocosmética en qué consiste exactamente: "Es un tratamiento de radiofrecuencia no invasivo, indoloro y seguro que, mediante la movilización de iones, estimula el tejido gracias a una corriente eléctrica de 448 kHz. Los iones positivos y negativos de nuestros tejidos y la matriz intracelular interactúan de tal manera que las células incrementan su metabolismo, aumentando la demanda de oxígeno, nutrientes y aminoácidos. Este efecto incrementa el flujo sanguíneo gracias a un aumento de la microcirculación en la zona tratada. Como consecuencia, las células se reactivan, se hidrata el tejido y los fibroblastos se estimulan para generar el colágeno necesario para la reparación del tejido dañado".
¿Tiene alguna contraindicación?
"No es recomendable en embarazadas o lactantes, en personas con patologías neurológicas, pacientes de cáncer o que tengan marcapasos, psoriasis, alteraciones cutáneas o personas que están tomando inmunosupresores, ya que la piel tiene que estar totalmente sana. Después de rellenos con ácido hialurónico o botox se debe esperar un mes", dice María Pérez de Villaamil, directora del CentroMem.
"No es un tratamiento doloroso, tan solo notaremos un ligero calentamiento en la zona a tratar. Después, es muy importante cuidar la piel con factor de protección y no aplicar frío directamente en la zona, para mantener el calor el máximo tiempo posible", apunta la Dra. Pilar de Frutos, directora de la clínica de cirugía plástica, medicina estética y dermatología Clínica Pilar de Frutos.
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Otros beneficios para la salud
Por último, Eva Saralegüi, terapeuta de The Beauty Concept, añade otro punto más a su favor: "Es una tecnología que aporta salud a nuestra piel, y para mí es algo fundamental. No solo consigue el resultado que buscamos (ya sea antienvejecimiento, reductor, drenante...) sino que, además, regenera el tejido, por lo que el resultado final es mas completo, natural y duradero". Además, "desde la primera sesión ya se notan muy buenos resultados".
"Potencia la capacidad de recuperación de las células logrando que el tejido se autoregenere. Es por ello que, además de generar un efecto flash desde la primera sesión, sus efectos son acumulativos sesión tras sesión, consiguiendo importantes beneficios como desinflamar, reducir bolsas y ojeras, rejuvenecer, reafirmar o redefinir el óvalo facial", añade Lorena Loma-Ossorio Directora de WOmum. La experta asegura que "es un tratamiento que se puede utilizar a cualquier edad en función de las necesidades específicas de la piel". De hecho "a nivel fisioterapia se utiliza en los tratamientos postperatorios para reducir la inflamación y ayudar a la cicatrización".