Los brazos son la zona del cuerpo que más nota el paso del tiempo y son muchas las mujeres que descubren cómo el descolgamiento que no notan en ninguna otra zona sí que deja huella en las extremidades superiores. Además de la vida sedentaria o la mala alimentación, los cambios de peso también son culpables de que esto suceda, por lo que llevar una dieta equilibrada y dar con un entrenamiento efectivo son las dos claves que consiguen un milagro que en realidad no es tal, tendrás que poner de tu parte para alcanzar tus objetivos. La buena noticia es que las sesiones rápidas para lucir unos bíceps más tonificados para cuando llegue la época de las camisetas de tirantes existen, y el secreto de su éxito reside en la constancia y en añadirlas a rutinas más completas para notar una evolución global justo a tiempo para el verano.
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Aunque los especialistas aseguren que las pesas son clave para que el progreso físico sea notable, la youtuber y experta en fitness Maddie Lymburner ha propuesto un reto en su plataforma que consiste en completar una rutina de 5 minutos sin accesorios, eso sí, no se pueden dejar caer los brazos en ningún momento. El entreno ha sido específicamente diseñado no solo para fortalecer los bíceps, sino también los hombros o la espalda, y Maddie avisa de lo duro que resultará terminarla a pesar de su carácter exprés. El desafío consta de 10 ejercicios con una duración de 30 segundos cada uno y, como ya nos adelantaba Lymburner, el descanso no llega hasta el final.
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1. Descenso y ascenso en 'C'
El primer ejercicio que, como todos, dura 30 segundos, consiste en subir y bajar los brazos dibujando una letra "C" en el aire. Mantener el core (zona abominal y baja de la espalda) en tensión resulta fundamental para poteciar su efectividad.
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2. Decenso en ángulo recto
En este movimiento se colocan ambos brazos hacia arriba formando un ángulo de 90º entre el brazo y el antebrazo. Después se rotan hacia abajo hasta la altura de los hombros y se repiten ambos pasos hasta completar el medio minuto.
3. Abrir y cerrar
El ejercicio comienza en la misma posición que el segundo aunque esta vez en lugar de rotar los brazos hacia abajo se unen los codos en el centro antes de regresar a la postura inicial. Hay que mantener un buen ritmo durante toda la ejecución.
4. De lado a lado
Sin parar ni un solo segundo, los brazos descienden en horizontal a la altura de los hombros. A continuación, se flexiona el codo derecho hasta que la mano roce el cuerpo e inmediatamente después se realiza el mismo gesto con el lado contrario.
5. Arriba y a un lado
Esta vez hay que dejar uno de los brazos en posición vertical y hacia arriba mientras que el otro desciende en horizontal. Después se lleva el que ha bajado hacia arriba y se realiza el descenso con el contrario.
6, 7 y 8. Rotación y rezo
El sexto comienza con ambos brazos estirados en posición horizontal y, a continuación, se dibujan pequeños círculos con ellos en el aire. Después de 30 segundos, se mantiene la misma postura inicial y se juntan los dos en el centro flexionando los codos para imitar la postura de cuando se reza. Pasado el medio minuto se repite de nuevo el ejercicio 6.
9. Rotación
Ahora toca inspirarse en las posturas de los jeroglíficos egipcios con un movimiento que comienza con los brazos estirados en una horizontal con respecto al suelo. Después se giran las caderas hacia un lado mientras uno de los brazos rota sobre sí mismo hasta dejar la palma de la mano mirando hacia arriba. A continuación se hace lo mismo con la otra extremidad.
10. Manos arriba
Por último, se colocan los brazos estirados en una horizontal y después se elevan hasta juntarlos encima de la cabeza. Aunque la energía ya no será la misma que al principio, la experta recomienda que el ánimo no decaiga y que se mantenga el ritmo antes de parar pasados los 30 segundos.