Cada estación tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y si en verano son el calor y la humedad los culpables de que el cutis tenga más brillos que nunca, cuando llega el frío pocas se libran de la sequedad en el rostro o en los labios. Aunque recientemente te avisábamos de que la sensible no es un tipo de piel sino un problema que hay que tratar, la piel seca sí que cuenta con su propia categoría y la deshidratación o la tirantez son algunas de las consecuencias directas de su naturaleza que se agravan durante el invierno. Además de encontrar la rutina de cuidados hidratantes y nutritivos que mejor te siente (y darle tiempo a que haga efecto), familiarizarte con ciertos gestos que van a ayudarte a que este año notes el cutis más bonito que nunca puede marcar un antes y un después en tu belleza. Descubre estos 4 trucos revelados por los expertos además del porqué de que este 2020 tengas que reforzar tus rituales al siguiente nivel.
-'Hand aging': aprende a cuidar la parte del cuerpo que antes delata la edad
La (inesperada) consecuencia de la mascarilla
Previene problemas mucho más importantes y su uso es obligatorio en el día a día, sin embargo, mientras que a primera vista puedas pensar que la mascarilla sanitaria te protege frente a los estragos que el frío causa en la piel, los especialistas avisan de que el efecto podría ser el contrario. La razón es el exceso de sudoración y transpiración que provoca el llevar el rostro tapado durante horas: “Hay un alto porcentaje de pacientes que consultan porque se notan los labios resecos, con pequeñas arruguitas en el contorno de los labios y el mentón, y con el surco nasogeniano más marcado. Además de con más pieles muertas e incluso con “boceras” (su nombre médico es queilitis). Se trata de una herida que aparece en la comisura, es dolorosa y dificulta la apertura de la boca", explica la Dra. María Vicente, la cirujana general y médico estético.
Pieles secas y/o atópicas
Existen algunos casos en los que las características de varios tipos de piel se solapan, como en el caso de las secas y atópicas en las que la tirantez o el picor por deshidratación se convierten en problemas compartidos. Como factor que agrava la situación, el invierno es el sospechoso principal y la Dra. Cristina García Millán, dermatóloga del Hospital Ramón y Cajal y colaboradora de Bioderma, aclara la razón: "El frío es un enemigo, por dos motivos; en el interior de las casas, escuela etc., el ambiente es cálido y seco por la calefacción y empeora la dermatitis; y las bajas temperaturas alteran la barrera de la piel. Por ello hay que intensificar la hidratación durante el invierno". Para adelantarte a las consecuencias, estos son los gestos que empezarás a poner en práctica si quieres que esta temporada invernal sea diferente:
-15 cosméticos con retinol, el superingrediente 'antiaging' más poderoso
1. Presta atención a los labios
Parece un acto reflejo imposible de evitar pero este invierno comienza con buen pie y con este firme propósito: "Evita la tentación (de lamerte los labios). Nunca apetece más que cuando sentimos los labios secos, pero es importante evitar a toda costa este gesto prácticamente automático porque la saliva reseca aún más", aclara Nathalia Arango, co-fundadora del centro Opuntia Organic. Como cuidado extra, la experta recomienda la exfoliación y avisa de que "conviene hacerlo una vez por semana o cada dos puesto que es una zona muy sensible y podríamos irritarla. El peeling ayuda a regenerar la piel y eliminar las células muertas que se acumulan en las capas externas. Cuando termines, aplica una capa generosa de bálsamo nutritivo o aceite labial". Para mimarte de verdad, en Opuntia Organic cuentan con Lips Glow, un tratamiento no invasivo que activa la circulación sanguínea, potencia el volumen, aumenta la hidratación y define el contorno.
2. Hidrátate suficiente (también por dentro)
Sin ánimo de caer en tópicos, la hidratación no solo debe cultivarse desde fuera mediante fórmulas de cuidado nutritivas, beber agua también es (muy) importante. "Como siempre que tratemos de hidratar nuestros tejidos, hay que beber el agua suficiente. En invierno hay factores medioambientales que contribuyen a la sequedad, como el frío, el viento y la calefacción. Asegúrate de beber mínimo 2 litros de agua diarios: notarás la diferencia", asegura Arango.
-La ciencia revela qué mal hábito envejece mucho más de lo que crees
3. El agua a la temperatura ideal
Las duchas o baños con agua hirviendo son más apetecibles que nunca en la temporada de abrigo, sin embargo, tu piel no te lo va a agradecer: "El frío acentúa la sensibilidad de nuestra epidermis así que mejor evitar tanto las temperaturas extremas como los cambios bruscos de temperatura. En tu día a día, mejor no limpies tu piel con agua muy fría o caliente, para evitar contrastes que puedan irritarla o congestionarla. Las temperaturas extremas generan estrés térmico que ocasionarán más congestión e irritación. Opta, siempre que sea posible, por utilizar agua tibia", aconsejan los expertos de Bruno Vassari, quienes recomiendan como cura de invierno su Dermal Relief Cream, ideal para reparar en profundidad las pieles más irritadas.
4. Adapta tu rutina de cuidados
Al igual que guardas la ropa de verano a finales de septiembre y comienzas a sacar jerseys de punto para combatir el frío, Nathalia Arango te propone que hagas lo mismo con tus productos de belleza: "Si tienes la piel seca, o se te seca más en invierno, prueba a cambiar tu proceso de limpieza. La doble limpieza al estilo japonés, primero con un formato leche (ayuda a eliminar toxinas y metales pesados) y después con una base oleosa, es perfecta para limpiar sin resecar un ápice". Para terminar, la especialista de Opuntia Organic señala a los ingredientes que querrás buscar en tus cremas y sérums: "Elige fórmulas ricas en ácidos grasos esenciales para mantener la estructura y el buen funcionamiento de las células de la piel. También ayudan los cosméticos con plantas adaptógenas (rhodiola, salvia, ginseng, cactus Opuntia…), que son aquellas que han tenido que desarrollar sus propios mecanismos de defensa para sobrevivir en condiciones hostiles".