La gratificación inmediata es característica de la época en la que vivimos, una era en la que los entrenamientos exprés con resultados en tiempo récord y las curas détox con las que contrarrestar en unas horas todo un fin de semana de comidas fuera de casa son la norma. Sin embargo, que la paciencia es la madre de la ciencia es un dicho que esconde un gran poder, y es que, para notar un cambio real cada vez que incluyes hábitos saludables en tu estilo de vida debes esperar a que tu organismo los asimile. Esta regla también atañe a los cuidados de la piel, sí, porque, a pesar de que cada día se descubran activos más potentes con los que conseguir resultados asombrosos, necesitas dar tiempo a las fórmulas de tus productos para que hagan su trabajo. Si eres de las que se frustra si no se levanta con un cutis pluscuamperfecto al día siguiente de probar una nueva crema de noche, no eres la única: los expertos bautizan a este fenómeno con el nombre de "impaciencia cosmética", y estos son sus síntomas.
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La trampa de los resultados instantáneos
¿Tus productos de belleza no funcionan o es que no les estás dando tiempo a que te demuestren sus capacidades? Si te sientes identificada con la segunda parte de la pregunta no te preocupes, es un error muy común que incluso tiene un nombre: impaciencia cosmética. Y es que, a no ser que estés probando productos de efecto flash que sí prometen resultados inmediatos aunque luego desaparezcan en unas horas, confiar en el proceso es la base para que cualquier rutina de la piel sea efectiva.
En cuanto al significado exacto del término "impaciencia cosmética", Elisabeth San Gregorio, directora técnica de la firma Medik8, explica todo lo que hay que saber sobre el fenómeno que refleja un problema muy actual: "Es la sensación de que los productos de belleza no funcionan, un error que puede llevar a cambiar constantemente de régimen cosmético y que derivará en una piel estresada, al no conseguir que tenga el margen temporal necesario para hacerse a un principio activo y permitir que éste pueda ejercer los efectos para los que está formulado".
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El tiempo mínimo para notar sus beneficios
Depende. Esa es la respuesta de los especialistas cuando contestan a la pregunta del millón: ¿Cuánto tiempo hay que usar un cosmético para saber si funciona o no? La buena noticia es que sí que pueden adivinar cuál debería ser la extensión media de esta etapa de prueba recomendada y, como adelanto, abarca mucho más que un par de días: "Como norma general, conviene probar los productos durante lo que denominamos como período de regeneración celular, y que está en torno a 35 días de media, aunque varía según la edad", apunta la directora técnica de la marca Omorovicza, Estefanía Nieto.
Y es que, el momento que vive tu piel es fundamental cuando hablamos de lo que tarda en hacer efecto una fórmula, es por esto que Estefanía Nieto señala dos factores importantes a tener en cuenta si de verdad quieres que tu rutina funcione como esperas: "Esto variará según la edad, ya que personas de más de 50 años suelen tardar una o dos semanas más. Del mismo modo, dependerá de cada principio activo en concreto", avisa la especialista.
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Los activos más rápidos
Aunque esos 31 días de media son sagrados si de verdad quieres que tu ritual diario y lo que inviertes en tus cosméticos no caiga en saco roto, sí que existen ingredientes con los que vas a notar cambios mucho más rápido. "Hay principios activos de efecto inmediato, como los alfa y betahidroxiácidos, que desde el inicio revelan una piel con menos imperfecciones, mayor luminosidad y mejor textura", señala Raquel González, directora de educación de Perricone MD, "sus beneficios son además acumulativos y, tras unas cuatro semanas, se aprecia una menor tendencia a las imperfecciones, así como una reducción en las arrugas o finas líneas".
¿Otro campeón de la velocidad? El DMAE (dimetiletanolamina), el compuesto químico de moda incluido en cosméticos como los DMAE Firming Pads de Perricone MD, que ha demostrado sus potentes y rápidos efectos en lo que a firmeza de refiere: "En el acto se apreciará cómo tensa el rostro haciendo un efecto reafirmante, sensación que se incrementará con el uso". Valeria Navarro, directora técnica de Boutijour, confirma su efectividad exprés, pero también habla de los cambios que se notan tras prolongar su uso: "Inmediatamente, notaremos cómo calma la piel. A largo plazo, cómo mejora el tono de la piel y previene los procesos inflamatorios". Una respuesta a medida para aquellas que son conscientes de que sufren "impaciencia cosmética" pero se resisten a poner a prueba su paciencia.