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Hace unas semanas te contábamos que el relleno de labios estaba viviendo un auténtico boom en los últimos tiempos, un aumento en la demanda que resulta paradójico si tenemos en cuenta que la boca permanece tapada la mayor parte del tiempo por la mascarilla sanitaria. La razón que encuentran los especialistas a este fenómeno es que, tras los meses de confinamiento, muchas mujeres han notado un 'abandono estético' que les lleva a ponerse en manos de los expertos y corregir aquellos rasgos que les crean inseguridad. Además de la boca, existe otro procedimiento que se repite mucho más que otros: la corrección del mentón y la línea de la mandíbula, una tendencia que nace del incremento de las videollamadas y los selfies, muy presentes en la llamada 'nueva normalidad'. Gracias a este protocolo que promete unas facciones más definidas, la frase "este es mi perfil malo" deja de tener sentido.
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Videollamadas y 'selfies'
En esta nueva realidad en la que los encuentros virtuales por trabajo, o incluso con amigos, están a la orden del día, las personas pasan mucho más tiempo que antes observando atentamente su rostro. Esta fijación cada vez más común de escrutar las propias facciones es la razón de que los retoques estéticos se hayan disparado, sin importar que la cara permanezca tapada durante gran parte del día por la mascarilla. Las redes también son responsables del cambio y lo demuestra un informe de la Academia Americana de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva, en el que revelan que la motivación principal de la conocida como generación millenial - nacidos entre 1.981 y 1.994 y marcada por la digitalización - consiste en salir bien en los selfies.
Como explican los expertos, el periodo de aislamiento también ha potenciado la demanda de retoques estéticos: "Si comparamos el período actual con el año anterior, notamos un incremento de más de un 12% en la solicitud de tratamientos de medicina estética –botox, ácido hialurónico, vitaminas…- y más de un 24% en la solicitud de intervenciones de cirugía estética", aseguraba el doctor Miguel de la Peña, director médico de Clínicas Diego de León, quien añadía que en épocas marcadas por la ansiedad y la incertidumbre, el ser humano se centra en controlar al menos su propio aspecto y sentirse mejor en su propia piel.
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Esculpir el perfil
Es esta sobreexposición ante la cámara frontal de los dispositivos electrónicos la que ha supuesto el auge de los retoques en el mentón y en la mandíbula, protocolos diseñados para esculpir el perfil al máximo para conseguir una estructura ósea más marcada. "El mentón es el que le da personalidad al rostro. Por ejemplo, un mentón corto o metido hacia dentro da sensación de pena, mientras que un mentón dominante, marcado y saliente trasmite sensación de persona segura", explica el médico estético Jorge Mercado, especialista con consulta tanto en Madrid como en Alicante. ¿La realidad? La demanda de este procedimiento ha crecido un 15-20% en los últimos tiempos y se interesan por él más mujeres (70%) que hombres (30%).
Para embellecer el tercio inferior del rostro, el procedimiento se lleva a cabo con infiltraciones de ácido hialurónico, un paso a paso que detalla el experto: “Se trabaja sobre el mentón y la línea mandibular con aguja o con microcánula específica para no dejar hematomas. Si es con aguja los pinchazos llegan hasta el hueso y se infiltra ácido hialurónico Ultra Deep, de Teoxane, que es más viscoelásico. Es decir, mantiene la elasticidad y es específico para remodelar el contorno, formando una red densa y tupida". También existe otra técnica, por medio de una microcánula "se realizan dos o tres puntos de acceso a nivel subcutáneo, a cada lado de la cara, con ácido hialurónico RHA 4, de Teoxane. Este ácido hialurónico es excepcionalmente viscoso y elástico, además de específico para aportar volumen en zonas dinámicas extensas, como el contorno facial", expone el doctor.
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Con valor añadido
Además de redibujar el perfil a través de este retoque estético, se consiguen otros beneficios añadidos gracias al procedimiento. Uno de ellos es que se mejora la elasticidad y flexibilidad de la piel porque el uso de estos dos tipos de ácido hialurónico (Ultra Deep y RHA 4) "estimulan la producción de colágeno nuevo, con lo cual los resultados van mejorando con el paso de los meses. A los tres meses el aspecto es mejor y a los seis todavía más, que es el tiempo que tarda el organismo en producir colágeno nuevo”, asegura el médico estético Jesús Colina, con consulta en Bilbao.
También funciona para corregir el descolgamiento, como revela el Dr. Colina: "Al corregir el mentón y el contorno mandibular también se estira y tensa la piel de la papada. Se consigue dar armonía al rostro, proyectar el ovalo facial, levantar las comisuras y dotar de jugosidad a los labios". Ventajas añadidas a un protocolo del que solo se necesita una sola sesión con la se que consiguen resultados inmediatos y con una duración de un año o año y medio, aproximadamente.