Si esta nueva tendencia repostera que ha conquistado las redes ha aumentado tus ganas de pasarte con los postres o simplemente eres golosa por naturaleza, quizás te interese conocer el motivo por el que siempre te apetece más el dulce que el salado. Si además quieres vivir un estilo de vida en el que los hábitos saludables sean la norma, la buena noticia es que existen opciones con las que puedes caer en la tentación sin que por ello estropees tu dieta. La Dra. Lydia Guerra Torrecilla, de Clínica Dray, la Dra. Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira+Cueto, y Laura Parada, directora técnica de Slow Life House, te explican cómo puedes reducir la ansiedad por cierto tipo de alimentos, las mejores alternativas para sustituir al azúcar o qué opciones debes elegir cuando las ganas son incontrolables.
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¿Por qué te apetece (casi) siempre el dulce?
"La variedad en los gustos tiene claramente una base constitucional, nacemos con determinados gustos, aunque también hay un componente adquirido que tiene relación con nuestros hábitos". Aunque la Dra. Mira explica que la inclinación golosa es algo con lo que se nace... también se hace a través de la relación que se tiene con la comida. Laura Parada está de acuerdo y también apunta al "consumo constante de alimentos ultra procesados altos en azúcares como dulces, bollería industrial, helados etc., que generan picos de insulina y una posterior caída abrupta de la glucosa en sangre que hace que nos apetezcan más alimentos altos en azúcares".
La emociones también juegan un papel importante en el consumo de este tipo de alimentos, una relación que la Dra. Guerra Torrecilla explica así: "En el caso de los alimentos dulces, son los que tienen mayor capacidad de liberar endorfinas (hormonas de la felicidad)", una reacción que en la mayoría de los casos resulta contraproducente porque "aunque el consumo de un alimento dulce nos proporciona placer, este es pasajero, y puede conllevar a problemas psicológicos ya que se ha observado que un consumo elevado de azúcar puede provocar una adicción y esto conllevar a un problema psicológico como depresión o ansiedad".
¿Ser hombre o mujer afecta?
"La mujer, debido a los cambios hormonales, es más susceptible a tener antojos de alimentos dulces, ya que el consumo de alimentos ricos en azucares e hidratos de carbono aumentan la concentración sanguínea de triptófano, precursor de hormonas reguladoras del ánimo como la serotonina y dopamina", apuntan desde Slow Life House. La doctora Mar Mira lo confirma y añade que "se ha comprobado, en base a distintos estudios, que existen diferencias significativas entre hombre y mujer a nivel de motivación para la ingesta y preferencias a la hora de elegir un alimento u otro. La mujer tiene una preferencia gustativa clara por el dulce en relación con el hombre y es más una comedora emocional". Aunque en la Clínica Dray no ven distinguen en tipo de apetencias relacionadas con el género, aseguran que los hombres se deshacen antes de las calorías porque tienen un metabolismo basal más elevado.
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¿Cómo aplacar los antojos?
"Reducir su consumo, esto hará que cada vez nos apetezca menos, además de que recuperemos nuestro umbral normal de sabor, ya que al consumir alimentos tan dulces en exceso hace que perdamos la percepción del sabor de los alimentos dulces de manera natural como las frutas o la leche", explica Laura Parada. Una opinión que comparten en la Clínica Dray: "La forma de aplacar los antojos desde el punto de vista nutricional sería llevar una alimentación equilibrada y saludable que produzca saciedad, evitando dietas milagro que son las causantes de este tipo de antojos o atracones, en caso extremo".
¿A qué hora es mejor comerlo?
Si no puedes resistirte a la tentación o simplemente te apetece disfrutar de ellos sin remordimientos, desde Mira + Cueto recomiendan hacerlo entre horas: "Siempre es mejor fuera de las comidas, media mañana y media tarde. Hay que acostumbrarse a no acabar de comer con algo de dulce, nos podemos habituar a una tomar una infusión apetecible al acabar las comidas y dejar así el dulce fuera de ellas". En cuanto al mejor horario para no engordar, La Dra. Guerra explica que el momento del día no importa: "Depende únicamente del balance energético que se tenga, es decir, de la diferencia entre las calorías totales que se consuman y del gasto calórico que se tenga".
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¿Cuáles son los alimentos dulces más saludables?
"Los pinchos de frutas son una buena alternativa para aplacar esa necesidad de dulce. Entre las frutas aconsejo las que tienen más vitamina C, como las naranjas, las mandarinas, las fresas y los kiwis", explica la doctora Mira, quien también recomienda las ricas en agua como la sandía o la piña: "Se puede añadir a estos pinchos por su aporte de agua, su bajo valor calórico y por un componente muy específico, la Bromelina, de acción antiedematosa y antiinflamatoria". La experta de la Clínica Dray también propone la fruta, que no los zumos de frutas, y otras opciones como "una onza de chocolate negro, una tostada con crema de cacahuete o un yogur, ya que son alimentos dulces y saciantes que van a reducir ese antojo aportándonos a su vez un alto valor nutricional".
Para las que quieran darse un homenaje de vez en cuando, la Dra. Guerra Torrecilla te aconseja optar por los postres caseros en lugar de procesados: "Recomendaría el consumo de productos de pastelería caseros acompañados de productos que aporten un mayor valor nutricional (harinas o cereales integrales, frutos secos, frutas frescas o deshidratadas…) y usando edulcorantes para evitar el exceso calórico".
¿Y la alternativa al azúcar para cocinar?
"Es mejor utilizar un azúcar no refinado, azúcar moreno - de verdad - no el tintado con melaza. Este tipo de azúcar, aunque tiene las mismas calorías (alrededor de 400 por 100 gramos) tiene un índice glucémico más bajo y nos aporta fibra y minerales como calcio, sodio magnesio y potasio, así como vitaminas, sobre todo del grupo B", apuntan de Mira + Cueto, desde donde también recomiendan la miel: "Es natural y tiene unas propiedades nutricionales que nos aportan enzimas, vitaminas B y C, así como oligoelementos importantes para un buen funcionamiento de nuestro organismo".
La doctora Lydia Guerra Torrecilla completa la lista con edulcorantes de carga como el sorbitol o el xilitol, edulcorantes intensivos acalóricos como la stevia, el aspartamo o la sacarina, y alimentos naturales "como por ejemplo dátiles, plátanos o fresas, y en caso de ser preciso el uso de azúcar común, reducir la cantidad".