¿Alguna vez habías pasado tanto tiempo dentro de casa? Lo más probable es que la respuesta sea no y que ahora estés teniendo que adaptar y reaprender muchos hábitos, desde cómo pasar tu tiempo libre o trabajar hasta la manera en que entrenas o te vistes. También en el terreno beauty deberías cambiar de rutinas y así como tendrás que cuidar tu pelo, sobre todo si está teñido, de otra forma, la vida casera ha afectado igualmente a las necesidades de tu piel. La buena noticia es que, en general, será para bien porque tu rostro ahora no sufre el efecto de agresores como la contaminación, los rayos solares o la obstrucción producida por el maquillaje y la suciedad. Eso sí, como siempre, existe un pero: la calefacción puede afectar a tu rostro. ¿Cómo se traslada todo esto a tu ritual de belleza? Consultamos con varias profesionales cómo adaptar tus cuidados a esta situación extraordinaria.
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Por qué necesitas más hidratación
Como decíamos, el principal problema en el que debes centrar tu rutina de belleza es el daño provocado por la calefacción, prácticamente permanente en muchos hogares en esta época del año. Nos lo confirma la doctora María Rosa García Maroto, directora médica de Clinique La Praire Madrid. “Si tenemos la calefacción puesta muchas horas, tendrá algún efecto negativo en nuestra piel. Así las molestias que aparecerán principalmente serán sequedad de piel por deshidratación de la misma y puede provocar descamación excesiva y picor", afirma. Para remediarlo, propone incluir en tu ritual habitual (mañana y noche) cosméticos con los siguientes ingredientes hidratantes:
- Emolientes que reblandecen el contenido graso de la dermis: glicerina, vaselina, siliconas y aceites.
- Humectantes que ayudan a la córnea a captar agua del exterior: urea, ácido láctico, glicerol y los alfa hidroxiácidos.
- Oclusivos que impiden la evaporación del agua de la epidermis: vaselina, lanolina y siliconas.
- Antioxidantes como la vitamina E y la vitamina A (una de las favoritas de los dermatólogos).
La farmaceútica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y experta en dermocosmética, coincide con ella en la importancia de potenciar la hidratación y utilizar activos antioxidantes. "Por la mañana, después de limpiar la piel, recomiendo seguir con la rutina habitual, que normalmente debería ser antioxidantes y una crema hidratante. A lo largo del día podemos pulverizar el rostro con una bruma hidratante, si la notas tirante y deshidratada. Y por la noche, para reforzar la hidratación, podemos usar una mascarilla que aporte esa hidratación extra, como puede ser alguna que contenga ácido hialurónico y activos calmantes", aconseja.
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El lado bueno de estar en casa
Rocío Escalante menciona un cuidado que, seguramente, muchas estén potenciando ahora: las mascarillas. Y es que no todo iba a ser malo y, al estar más tiempo en casa, resulta mucho más sencillo aplicarse este cosmético que suele requerir entre 10 minutos y media hora para actuar. Caseras o de venta online, hay mascarillas para todos los gustos y las necesidades, pero son aquellas especialemente hidratantes o formuladas con vitamina C antioxidante las más aconsejables cuando pasamos mucho tiempo en interiores. Una situación que también tiene otro punto positivo: no te va a dar el sol, con un doble beneficio ya que no solo evitas el daño de los rayos ultravioletas que tanto envejecen la piel, sino que además puedes utilizar esos cosméticos que reaccionan con ellos.
"Ahora que no vamos a exponer a nuestra piel a la contaminación ni a la radiación solar, podemos aprovechar para utilizar cremas con ingredientes como el retinol o el ácido glicólico para el tratamiento de la cara y cuello", afirma Virginia Sánchez, directora médica de Clínicas Dorsia. "Este tipo de cremas -que siempre debes usar con precaución para que no irriten la piel- van a provocar un efecto peeling leve, ayudando a combatir el envejecimiento y regenerando nuestro rostro". Generalmente, esta clase de tratamientos solo se aconsejan durante la noche, pero ahora, gracias a que no te dará el sol si no sales y a que tienes la piel limpia de maquillaje, puedes aplicarlos en el momento del día que más te apetezca.
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Protección solar, ¿sí o no?
Debido a que los rayos ultravioleta no te darán tanto como de costumbre, surge la última gran duda: ¿tenemos que utilizar protección solar? Aunque la respuesta a priori parece ser que no sería necesaria, las expertas alertan de que deberíamos mantenerla por dos razones. En primer lugar, hay quienes sí recibirán los rayos solares: las privilegiadas que tengan terraza, jardín o espacios al aire libre dentro de su hogar. Aunque solo vayas a permanecer 10 minutos bajo el sol (tiempo suficiente para activar la vitamina D), protege siempre tu rostro y tus manos con la crema adecuada. Pero es que, por otro lado, la luz azul del ordenador, la televisión o el móvil, pantallas frente a los que ahora pasamos muchas más horas, pueden tener efectos de envejecimiento similares a los rayos solares.
"La luz azul ha sido recientemente asociada al envejecimiento de la piel y a la aparición de manchas. Se ha visto que la luz de las pantallas promueve el estrés oxidativo en las células de nuestra piel, esto provoca un envejecimiento prematuro y activa la generación de la melanina, lo cual desencadena la aparición de manchas. Además, este tipo de luz parece estar relacionado con la deshidratación de la piel", afirma Virginia Sánchez. Para evitarlo, aplícate cosmética de protección específica para esta onda de luz y refuerza los activos antioxidantes antes recomendados. ¿El resultado? Cuando vuelvas a salir a la calle, tendrás la piel más bonita que nunca.