Seguramente habrás notado que tu piel no está igual en los meses de verano que cuando llega el frío. Los dermatólogos lo saben mejor que nadie y por eso, les hemos preguntado cuál es su rutina básica de cuidados de la piel en estos meses de invierno, en los que las bajas temperaturas nos acompañan y hay que recurrir a cosméticos que nos aporten un extra de protección. Y es que nadie mejor que los expertos en cuidado de la piel, basándose en su propia experiencia, para contarnos qué debemos hacer para evitar que nuestra tez sufra los rigores de la estación. ¿Quieres saber si estás cometiendo algún error en tu ritual o cómo deberías completarlo en esta época? Sigue leyendo.
“En los meses de invierno, la piel es algo más seca y con tendencia a la irritación a consecuencia de la acción del frío sobre ella. Esto supone que, como muchas personas, tengo una mayor necesidad de hidratación, al contrario de lo que ocurre en los meses más cálidos del año”, nos explica la doctora Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos. “Pero no todo va a ser malo en invierno: la exposición solar es menor, esto me permite el uso de agentes antiedad que son fotosensibilizantes (tienen más riesgo de pigmentaciones secundarias a su uso cuando hay exposición solar). Así el invierno es una etapa ideal para el uso de ácidos como el retinoico o los alfa hidroxiácidos (ácido glicólico y salicílico), porque me ayudan a la estimulación de la síntesis de colágeno y, por tanto, al rejuvenecimiento cutáneo”, añade.
Su rutina facial, al detalle
Mientras, la doctora Mercedes Sáenz de Santamaría, dermatóloga de Clínica Dermatológica Internacional, nos detalla cuál es su rutina de cuidado facial diaria, que resume en cuatro pasos fundamentales: limpieza, hidratación, fotoprotección y transformadores. “Realizo limpieza diaria mañana y noche, en mi caso con un jabón limpiador hidratante. A esto, añado un exfoliante de grano fino dos veces a la semana. A continuación, sobre la piel limpia, aplico por la mañana un sérum con vitamina C como antioxidante y por último el fotoprotector con SPF 50. Sin embargo, por la noche, después de la limpieza, aplico un sérum hidratante con ácido hialurónico. Encima de este, aplico 2-3 días a la semana una crema con un derivado de la vitamina A, el retinol, un activo antiedad que ayuda a mejorar la textura de la piel y tratar finas líneas de expresión, poros abiertos y estimula colágeno. Las otras noches, aplico una crema hidratante confort, y una vez a la semana, una mascarilla hidratante de ácido hialurónico”, nos cuenta.
También nos da sus claves la doctora Martínez Lorenzo. “Por las mañanas hago una buena limpieza y uso antioxidantes para reparar el daño sufrido durante los meses de más sol. Los que más utilizo son el ácido ferúlico y la vitamina C. También en estos meses es imprescindible aportar algo de hidratación extra, ya que lo habitual es que note la piel más seca e irritada por el frío. Y aunque el sol no es el problema principal de estos meses, sí uso protección solar de al menos SPF 30, a diario (y eso lo recomiendo también sobre todo para aquellos que ya han sufrido los efectos del sol, con patología pigmentaria como el melasma o los léntigos o antecedentes de cáncer de piel, melanoma y no melanoma)”, nos detalla la doctora, quien añade que por la noche, tras la limpieza, suele utilizar inductores de colágeno. “Mi producto estrella es el retinol (pero en pacientes no acostumbrados, su inclusión en una rutina de belleza debe ser progresivo) y lo asocio a una buena crema hidratante de noche adaptada a mi tipo de piel”, nos dice.
¿Qué necesita especialmente la piel en estos meses más fríos?
Queda claro que el frío es el principal enemigo en estos meses. Por este motivo, las texturas de los cosméticos también han de adaptarse. “Durante los meses de invierno, se deteriora la función barrera de la piel y tiende a la deshidratación. Por eso es importante aplicar texturas más hidratantes que en verano, no solo con activos acuosos como el ácido hialurónico, sino también con texturas más oleosas o ceramidas”, cuenta la doctora de CDI. Coincide la doctora Martínez Lorenzo, quien explica que “durante el invierno se hace especialmente necesaria la hidratación, eso sí, adaptada según la edad y el tipo de piel de los pacientes. Para aquellas más jóvenes o grasas, hay que usar hidratantes más ligeras en base a sérum o crema-gel, que evitan la pérdida de hidratación propia de la piel sin aportar más grasa. Para las más maduras o secas, son necesarias cremas más nutritivas”. Y la dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos hace hincapié en que, aunque la fotoprotección se recomienda sobre todo durante los meses de mayor exposición solar, es decir, el verano y la primavera; en invierno no hay que descuidarse. “Su uso es recomendable, aunque pueden ser con factores de protección solar más bajos (no menos de un FPS 30)”, nos dice.
Plan de acción post-Navidad
Pasadas las fechas de Navidad, nos preguntamos además si tienen algún secreto para recuperarla tras los excesos propios de estas semanas que ya hemos dejado atrás. “Normalmente, recurrimos a tratamientos médicos para mejorar la calidad de la piel y conseguir una revitalización de la misma. Dependiendo del caso, utilizaremos procedimientos láser, Hydrafacial, radiofrecuencia Accent Prime....”, cuenta la doctora Santamaría. Y hay que volver a la rutina en todos los aspectos. “La Navidad genera excesos sobre todo en la alimentación. En aquellas pieles grasas o con tendencia acneica, una alimentación rica en grasas o en alimentos con alto perfil glucémico puede desencadenar brotes de acné o empeorar acnés activos. Una dieta rica en antioxidantes ayuda a recuperar la piel de los excesos en la dieta”, nos explica por su parte la doctora Martínez Lorenzo, quien también apunta a que al multiplicarse las cenas y fiestas también es una época en la que se abusa del maquillaje cubriente para conseguir un aspecto envidiable en nuestras citas. En aquellas con más imperfecciones, sobre todo con acné, se tiende a abusar aún más de estos productos con el objetivo de camuflar o disimular las lesiones lo que puede suponer un empeoramiento de esta patología. “Así una buena forma de recuperar la piel de estos excesos es no descuidar nuestra rutina de limpieza, y desmaquillarla de manera adecuada”, puntualiza.