Vino de Asia... y se quedó. El layering, o mezclar distintos cosméticos para conseguir mejores resultados, es una tendencia que ya se ha instalado en los rituales de belleza de las mujeres que más saben de belleza. Pueden combinarse cremas, productos de maquillaje, ambos o, como propone la nueva tendencia en auge, centrarse en los sérums, sacando así más partido a los beneficios de sus activos. “Hace ya tiempo que hemos oído hablar del layering, muy común entre las asiáticas, que consiste en usar varios sérum a la vez, uno encima de otro, formando capas”, nos cuenta el farmacéutico Sergio Matos, de la Farmacia Marta Masi. Él y otros expertos nos explican por qué deberías probar este método y, sobre todo, cómo acertar según las necesidades de tu piel.
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“Yo estoy a favor de mezclarlos para conseguir en una misma rutina tratar distintas necesidades. Tenemos que recordar que estos cosméticos están formulados con altas concentraciones de principio activo y suelen ser muy fluidos para penetrar en las capas profundas de la piel, donde las cremas no llegan. Incluso está de moda el uso de aguas o esencias para preparar la piel y conseguir una absorción total de los principios activos de nuestros tratamientos, que vamos a aplicar después”, apunta el farmacéutico. “Consideramos más efectivos los productos que contienen pocos principios activos, aprovechando así la pureza de los que contienen. Mezclando sérum de estas características, te aseguras de recibir lo mejor de cada uno de ellos, mientras que utilizando un ‘producto multifunción’ sólo conseguimos un poquito de cada activo”, nos cuenta por su parte Sandra Perera, responsable de Matriskin en España.
A favor... y en contra
Como sucede con todo cuando hablamos de cosmética, hay que valorar los beneficios y las posibles desventajas, si las hubiera. ¿Los pros? “Conseguimos tratar varias preocupaciones a la vez, damos un chute de energía a la piel, incluso la preparamos para todo lo que vamos a aplicar, todo ello gracias a los distintos sérum que usemos”, apunta Sergio Matos. “Los beneficios son extraordinarios siempre y cuando se mezclen los sueros adecuados”, comenta Mónica Sada, creadora de Unicskin. “El mayor de ellos es conseguir un tratamiento de choque, con varios componentes a la vez. Realmente funciona, si los activos son los que la piel necesita (hay que tener en cuenta que, si la piel no lo necesita, se satura y podría verse perjudicada)”, explica Sandra Perera. ¿Los contras? “La gente que no esté acostumbrada a rutinas de belleza donde utilice varios productos y pasos, esto puede parecerles demasiado tiempo perdido. El no saber aplicar correctamente los productos y en cantidades correctas puede hacer que aparezcan las temidas pelotillas”, añade el farmacéutico.
¿Cómo hay que aplicarlo? “Siempre hay que seguir una regla, lo importante es que hay que aplicar de más fluido a más denso, como ejemplo, podemos aplicar un sérum antioxidante (típicos con vitamina C o ferúlico), y después aplicar uno hidratante (tipo con ácido hialurónico), de manera que conseguimos aportar luminosidad, hidratación e incluso rellenar pequeñas arruguitas de expresión”, nos cuenta el farmacéutico, quien explica que “una vez aplicados, usaríamos nuestra crema de tratamiento y, muy importante, nuestro protector solar”.
¿Cuántos sérums hay que mezclar?
El experto insiste, eso sí, en que lo importante es no mezclar demasiados sérum. “Para mí con 2 es suficiente, aunque se puede poner un máximo de 3 y debemos dejar unos pocos segundos entre uno y otro para que dé tiempo a que sean absorbidos por la piel (hay gente que dice entre 12-15 segundos). Así, gracias a esto podemos tratar distintos problemas o preocupaciones, arrugas, sequedad falta de luminosidad, regular la producción de sebo o los brillos en pieles grasas…”, nos cuenta. No hay un número máximo de sérums que se puedan mezclar, pero en opinión de Mónica Sada, “no por usar más, el resultado va a ser mejor. Lo eficiente es mezclar los adecuados para cada piel. A veces, menos es más”. Coincide Sandra Perera, para quien no es cuestión de número de productos a mezclar, sino de los activos que contienen para cubrir las necesidades de la piel.
Tal vez has escuchado que hay componentes que son incompatibles entre sí y no deberían mezclarse. Mónica Sada nos explica que “salvo casos muy extremos, no existen grandes incompatibilidades en dosis pequeñas o medianas de principios activos. Pero, por ejemplo, mezclar un porcentaje de un 20% de ácido glicólico con porcentajes elevados de otros alfa-hidroxiácidos puede resultar muy agresivo para la piel”. Sandra Perera matiza que “siempre hay que tener en cuenta (y precaución) con la mezcla de ácidos y activos fotosensibles (aunque realmente esto es generalizar). La mezcla de distintos sérum o el uso de ellos debe ser valorado por un profesional que previamente haya hecho un estudio de la piel y sus necesidades”.