Te desvelamos los fallos más comunes a la hora de cuidar tu piel, según la edad
Poco a poco es conveniente ir variando nuestra rutina facial con el paso de los años
Las necesidades de la piel van cambiando con el paso de los años. Sabes perfectamente que no es lo mismo cuidar un cutis joven que uno maduro, que ya ha vivido por ejemplo una etapa llena de cambios en la vida de la mujer como es la menopausia. Ya te hemos contado cuál es el momento más adecuado para comenzar a utilizar cada cosmético, y ahora hemos querido indagar, con ayuda de los especialistas en cuidado de la piel, en los principales errores que cometemos en cada década. No solo para descubrir cuáles son nuestros fallos, sino también para encontrar soluciones y las claves de la rutina facial adaptada a nuestra edad.
A LOS 20
1. No tener conciencia de que la piel necesita cuidados. “A esta edad no se suele estar del todo concienciado con que la piel requiere cuidados y no se realiza una adecuada limpieza ni exfoliación, hábitos fundamentales, por ejemplo, para una piel con acné", nos cuenta la doctora Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos. “El error más común es la falta de cuidados, así como una alimentación deficiente, no demasiado equilibrada, excesos en forma de tabaco y alcohol y falta de sueño. Todo esto puede hacer que la piel no luzca todo lo radiante que debería. Es, además, el momento de sentar una buena base de cuidados que nos acompañen toda la vida y consigan una piel de calidad en el futuro”, cuenta Ana María Puelles, directora técnica de Estética Lostao. Por eso, insiste en el dicho de que ‘más vale prevenir’, y considera que es el momento de acudir a un profesional profesional especialista para guiar a la joven, identificar su tipo de cutis y asesorarle sobre los productos y rutinas específicas más adecuadas. La farmacéutica Marta Masi lo resume con claridad: "Cuídate la piel desde joven y en la edad adulta verás resultados óptimos”.
2. No proteger la piel del sol. “Además, las arrugas se producen por la exposición solar a los 20. Y a esta edad ya se ha abusado del sol lo suficiente, pero no es frecuente el uso de protección solar”, nos dice la doctora Martínez Lorenzo. “No olvidemos que la piel tiene memoria y los cuidados que tengamos con ella en nuestra juventud serán reflejo el día de mañana. A esa edad nos encanta el sol, los deportes al aire libre, esquiar, correr…”, coincide Ana María Puelles.
3. No limpiar bien el rostro. Para la farmacéutica Marta Masi, el principal error es no tener una adecuada limpieza del rostro con los productos adecuados, o directamente en multitud de ocasiones no desmaquillarse. “Esto es muy común entre la gente más joven, y teniendo en cuenta que por la noche es cuando se produce el proceso de renovación celular, no desmaquillarse puede causar un empeoramiento en el aspecto de nuestra piel que podemos evitar de manera muy fácil, ¡venciendo la pereza!”, nos dice.
4. No establecer una rutina. “El principal error es no tener una rutina diaria, olvidarse de limpiar la piel mañana y noche y aplicar los cosméticos más adecuados siempre bajo la recomendación profesional”, nos cuenta Carmen Navarro, quien añade la importancia de hidratar la piel. “La gente joven, especialmente por las prisas, tiende a ahorrarse además el paso de la preparación. Y si no se utilizan los productos apropiados al tipo de piel el resultado puede ser nefasto. La hidratación es siempre clave, tengamos la edad que tengamos y nunca debes maquillarte sin haberla hidratado previamente”, nos cuenta.
5. No dar importancia a la luz azul. “Un error es no protegernos de la luz azul que desprenden los dispositivos electrónicos. Es responsable de parte del envejecimiento de tu piel, además de que pueden provocarnos incluso flacidez”, añade Carmen Navarro.
A LOS 30
1. Elegir mal los productos. “En esta década, se comienzan a ver los primeros signos de la edad, lo que suele llevar a unos cuidados excesivos, se tiende a usar productos antiedad pero destinados a pieles mayores, generalmente en base a cremas que aportan más grasa a nuestra piel. A esta edad lo normal es mantener una piel con tendencia grasa, por lo que más que cremas es conveniente el uso de sérums que aportan hidratación, en base a la retención de agua y no al aporte de grasa”, cuenta la doctora Martínez Lorenzo.
2. Exceso de sol. “A esta edad se continúa pensando en la belleza que aporta el bronceado y no en las arrugas que produce su exposición a largo plazo, por lo que no tiende a usarse el fotoprotector solar”, nos dice la dermatóloga.
3. Una rutina incompleta. “Uno de los errores más comunes es creer que aún se es joven para establecer una completa rutina de belleza. Es ya momento de incluir un contorno de ojos, un sérum con activos antioxidantes que combatan el daño solar y una crema de noche. También, una vez a la semana recurrir a una mascarilla y empezar a realizar tratamientos de belleza en un centro. Otro de los errores es no utilizar a diario, y también en invierno, un protector solar”, resume el Dr. José Vicente Lajo Plaza, del Centro Médico Lajo Plaza.
4. Exfoliarse en exceso. “Desde el mostrador, lo que más observo cada día entre las treintañeras es que se exfolian de manera abusiva. Exfoliarse es bueno para eliminar piel y células muertas y ganar en luminosidad, pero todo esto se puede ver revertido si abusamos de productos exfoliantes, ya que podemos romper el manto lipídico de la piel quedando así desprotegida y expuesta, pudiendo irritarse con mayor facilidad”, cuenta la farmacéutica Marta Masi, quien sugiere que lo ideal sería realizar una exfoliación una o dos veces por semana, dependiendo de tu tipo de piel. Eso sí, Carmen Navarro explica que no hay que caer en el polo opuesto y no exfoliar por creer que acaba con tu bronceado o estropea tu piel. “Si no eliminamos las células muertas, nuestra piel además de lucir envejecida y apagada está construyendo una barrera por la que no penetran los principios activos que estemos aplicando”, matiza. Todo en su justa medida.
5. Desconocer cuál es nuestro tipo de piel. “Otro fallo que se repite tanto en la década anterior como en esta es el no conocer qué tipo de piel tenemos, esto puede provocar que utilicemos productos que no son adecuados y hacer que empeore el aspecto de nuestra piel en determinadas ocasiones”, cuenta Marta Masi.
A LOS 40
Los expertos coinciden en que a esta edad se comienzan a ver los primeros signos de pérdida de volumen facial, siendo la flacidez su máxima expresión, además de una pérdida de luminosidad. Empiezan a ser notorias las arrugas de expresión en entrecejo, patas de gallo y frente.
1. No variar las rutinas. “El principal error está en que seguimos manteniendo las mismas rutinas de cuidado y maquillaje que con 30, con el objetivo de mantener el aspecto juvenil de esta edad”, cuenta la dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos. “La llegada de la menopausia en esta década supone la aparición de una piel más seca. Así, un gran fallo es el seguir usando productos destinados a pieles más jóvenes, como los sérums que se pueden quedar cortos en cuanto a hidratación a esta edad”, nos explica la doctora Martínez Lorenzo.
2. No usar contorno y sérum. “Sin falta hay que incorporar el contorno y el sérum, mucha gente en la década de los 30, antes de los 40 no los usa y cree que porque no los ha usado y le ha ido bien, pueden seguir así toda la vida. Pero lo cierto es que a los 40 el declive de la hidratación es muy grande y, de repente, de la noche a la mañana, empieza a fallar la elastasa y empiezan a aparecer deshidratación, arrugas, dilatación de los poros…, que si no empiezan a atacarse al principio de los 40, con el contorno y el sérum, mal asunto”, cuenta Paola Gugliotta, fundadora de Sepai y APoEM.
3. Aplicar cosméticos solo en el rostro. “Y otro error que no debería ya cometerse en esta década es que la crema y el sérum hay que aplicarla en el cuello, en el escote y en las orejas, sobre todo en la parte de arriba de las orejas que es en esta década cuando empieza a notarse los daños de la radiación, la poca protección solar y la piel más envejecida. Y por último, es el momento de aplicar la misma rutina que en el rostro, en el dorso de las manos”, afirma Gugliotta.
4. No usar cremas para el contorno de los labios. “En este rango de edad, es donde tanto mis compañeros de la farmacia, como yo, vemos menos errores en los cuidados, utilizan una limpieza adecuada, tónico para equilibrar el pH de la piel, sérums y cremas. Hasta aquí todo bien… pero y si les preguntamos '¿utilizas contorno de ojos?' y sobre todo, '¿utilizas contorno de labios?' Este sería el principal error en este rango de edad, las arrugas de los labios tardan un poco más en aparecer que en otras áreas del rostro, pero no por ello tenemos que olvidarnos de utilizar un buen contorno de labios para evitar el odiado, temido y gran conocido código de barras”, cuenta Marta Masi.
A PARTIR DE LOS 50
1. No hacer un automasaje. “Hay que incorporar ese automasaje que nadie hace, altamente beneficioso. Siempre movimientos ascendentes siguiendo la dirección de la musculatura facial. Es muy recomendable, siempre, pero más aún en esta etapa acudir a profesionales que periódicamente puedan hacer ese trabajo extra de activación y cuidado que nuestra piel necesita”, cuenta Laura Izquierdo, facialista y cofundadora de Izba Nature.
2. Aportar un exceso de cremas. "Además de ser un gasto innecesario, es un mal hábito. Si además no son las adecuadas pueden causar perjuicio. ¿El motivo? No solo no estaremos atacando la causa que aqueja en ese momento a tu piel. Puedes provocar también, por ejemplo, irritaciones o un exceso de sequedad. Y en el caso del acné, puedes provocar incluso un efecto oclusión y crear un brote posterior mayor”, cuenta Carmen Navarro.
3. Beber poca agua. “Un error es dejar de beber agua porque es invierno y queremos no tener que ir muchas veces al baño. Evita, en la medida de lo posible, bebidas diuréticas y el alcohol que provoca la pérdida paulatina de líquidos que tu piel necesita. Pero nunca dejes de beber agua”, cuenta la experta.
4. No confiar en la nutricosmética. “Las mujeres de edad avanzada, como ya hemos dicho, suelen tener multitud de productos, pero a la mayoría les falta un tipo de producto en su neceser y cuarto de baño. Se trata de la gran desconocida aún para muchos, la nutricosmética. Es muy importante el uso de muchos de los productos de los que he hablado antes, pero si lo combinamos con tomar vía oral complementos que mejoren el aspecto de nuestra piel como colágeno, vitaminas, levadura de cerveza, aceite de onagra y complementos antioxidantes, veremos un efecto óptimo y cómo se multiplican los beneficios de los productos”, concluye Marta Masi.
5. No usar cremas con antioxidantes. “Con la llegada de la década de los 50, la producción de colágeno es casi nula lo que supone más arrugas y más flacidez, así como pérdida de la densidad cutánea, notándose una piel mucho más seca de lo habitual. Se tiende a usar cremas hidratantes y nutritivas, pero lo ideal sería que estas llevasen, además de antioxidantes, factores de crecimiento y péptidos reafirmantes. A esta edad se cuenta con una piel más seca, pero no se acostumbra a hacer una exfoliación adecuada, lo cual es esencial siempre, solo que con productos adaptados según tu rango de edad”, cuenta la dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos.
6. Buscar un producto que lo tenga todo. “Lo adecuado sería tener varios productos en nuestro lavabo y aplicarlos de manera conjunta mañana y noche. Recuerda: limpiador, tónico, sérum y crema. Todo ello puede verse complementado con mascarillas, ampollas y otro tipo de productos que pueden hacer que el ritual de belleza sea mucho más completo y por tanto, eficaz a corto y largo plazo. Las mujeres de 50 años en adelante suelen buscar productos antiedad global que desempeñen varias funciones a la vez, esto no es imposible, pero sí complicado y de manera general, más costoso”, nos cuenta Marta Masi.
7. Olvidarse del cuello. “De las mujeres de esta edad, destacaría la importancia que le dan a cuidarse multitud de partes del cuerpo, olvidándose del cuello. El descolgamiento del cuello y la papada es muy común entre las mujeres y puede verse mejorado utilizando cremas adecuadas para esta zona, que nos ayuden a mantener una estructura más tersa y definida del óvalo facial”, nos explica Marta Masi.