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En lo que a las dietas se refiere, parece evidente que las prisas no suelen ser buenas consejeras. Los expertos insisten en que debemos huir o al menos poner en cuarentena esos planes exprés que prometen resultados en poco tiempo. Lo confirma la ciencia, pues según diversos estudios apunta que quienes siguen este tipo de métodos acaban pesando más que antes de ponerse con el régimen. Sobre todo porque puede ser más o menos sencillo perder los kilos, pero lo que sobre todo es complicado es mantener ese peso en el tiempo. Es una carrera de fondo, que ha de implicar, sí o sí, un cambio significativo de hábitos, algo que suele requerir de constancia y de fuerza de voluntad. Y es que, según los datos extraídos de una investigación llevada a cabo por los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC), es complicado adelgazar más del 5% del peso corporal y consolidar ese resultado en el tiempo. Es decir, aunque pienses que te sobren más kilos, es mejor opción perder alguno menos, pero mantenerse, evitando el temido efecto yoyó. Será mejor para tu silueta y, sobre todo, para tu salud.
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¿Existe la dieta del 5%?
Últimamente no son pocos los que hablan ya de la dieta del 5%. No es científicamente un plan concreto, sino que se basa en algo que la ciencia corrobora con numerosos estudios y evidencias: ese número marca el porcentaje de nuestro peso que se puede adelgazar y mantener de la forma más realista posible. Si va ligado a un cambio de hábitos, seguramente continúes perdiendo ese peso que te sobra, pues, además, no se pierde la motivación al ver resultados. En opinión de la nutricionista Elisa Blázquez, experta de la Clínica IQtra, “perder un 5% de peso corporal, en personas con un IMC mayor de 30, es fundamental para mejorar su salud. No nos olvidemos de que la mayoría de las veces la obesidad viene acompañada de todo un síndrome metabólico que mejorará con la pérdida de peso”. No es, eso sí, cuestión de estancarse y la experta considera que sí que se puede perder más del 5% con una buena estrategia de hábitos de vida que incluya cambios en la alimentación, pero también en la actividad física y el descanso. “El mantenimiento de la pérdida de peso corporal será fruto de un cambio de hábitos consolidado y definitivo, no de una dieta puntual”, matiza.
Los expertos coinciden en que el cambio de los hábitos es, pues, fundamental a la hora de conseguir mantener el peso bajo control. “La consolidación de los hábitos se consigue cuando se ponen pautas adaptadas al ritmo de vida del paciente, sus gustos, su entorno social y cultural y se tienen en cuenta cosas tan importantes como sus habilidades culinarias y el tiempo que dedica al manejo de sus comidas”, nos explica Elisa Blázquez sobre este proceso que, como todo, requiere de constancia y de fuerza de voluntad. “Cuando aprendes a reorganizar tus prioridades y el autocuidado se convierte en una de ellas, es más fácil mantenerte en un peso saludable. Para que este proceso de cambio sea exitoso, las técnicas de coaching son de gran ayuda en la consulta”, finaliza.
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