La filosofía de belleza de las orientales, su cosmética y sus rutinas son fuente constante de inspiración en Occidente. Muchas veces basados en técnicas ancestrales, las mujeres de Asia siguen elaborados protocolos para lucir una piel preciosa. Y tras el éxito de las mascarillas coreanas o los limpiadores japoneses, últimamente lo más comentado es el gua sha, un ritual facial que bebe en los principios de la acupuntura para lograr el objetivo de esculpir el rostro. Así, es una técnica que procede de la medicina tradicional china y cuyo objetivo es conseguir una piel con menos arrugas, líneas de expresión, bolsas y ojeras, drenar y desintoxicar, piel más luminosa y tersa con un efecto lifting. Todo ello con la ayuda de unas herramientas, realizadas a base de las piedras adecuadas (normalmente jade y cuarzo rosa) para hacer unos movimientos determinados sobre la piel.
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El gua sha ya ha conquistado a modelos como Karlie Kloss, Martha Hunt o Miranda Kerr. Esta última afirma que es uno de los secretos de su cutis resplandeciente y ofrece incluso dichos gadgets en su firma Kora Organics. "He tenido la fortuna de viajar a muchos países alrededor del mundo, lo que me ha permitido ver y experimentar una diversa y maravillosa gama de culturas, creencias y prácticas. A lo largo de estos viajes descubrí una serie de remedios orientales, incluyendo el gua sha", explica, contando que esta técnica combina el placer del masaje para liberar la tensión con la posibilidad de expulsar toxinas o activar el sistema circulatorio. ¿Quieres descubrir en qué consiste tú también?
¿Por qué jade y cuarzo?
Una de las claves del tratamiento es elegir la herramienta apropiada, unas piedras rosadas muy concretas. Los expertos de la firma Skin Gym –que ofrece la herramienta para realizar el masaje tradicional chino en Sephora- nos cuentan que son las dos más apropiadas por diferentes motivos. El jade tiene propiedades calmantes, es energizante y, según los principios de la medicina oriental, tiene también cualidades curativas. “Al estar fría ayuda a drenar, por tanto está muy recomendado para tratar las bolsas”, explican. Mientras, el cuarzo rosa, gracias a su gran cantidad de minerales, ayuda a eliminar las toxinas y la hinchazón, a mejorar la circulación y combatir las arrugas.
¿Cuáles son los siete movimientos básicos? Los expertos de la firma Skin Gym los resumen en siete en función de las áreas que se tratan:
- Cuello. Para tonificar esta zona, hay que “deslizar la piedra en movimientos descendentes de arriba abajo y de fuera a dentro por el lado en forma de corazón, pasándola tres veces por cada zona y haciendo un poco más de presión abajo”, explican.
- Contorno facial. “Por el mismo lado de la piedra, se comienza en la barbilla, presionando con la piedra y se sube hasta la parte alta de la oreja. Hacer presión al final de cada movimiento. Tres veces en cada lado”.
- Pómulos. Si el objetivo es reafirmar esta zona, hay que “masajear con la piedra por el lado corazón, desde nariz hacia fuera por debajo de los ojos, haciendo presión al final de cada movimiento. Repetir tres veces en cada lado”.
- Líneas de la amargura. También llamadas líneas de marioneta, son un tipo de arrugas que aparecen a la altura de la comisura de los labios y que dibujan una línea descendente hacia ambos lados de la barbilla. En este caso recomiendan realizar “movimientos en diagonal, desde la parte exterior del labio hacia la cola de la ceja, esta vez con el lado convexo de la piedra. Tres veces en cada lado”.
- Contorno de ojos. Una zona especialmente delicada, para la que se usa el lado en forma de corazón. “Seguir la línea de la ceja, intentado que el movimiento sea ascendente y acabando en la sien, donde el nacimiento del pelo. Repetir tres veces en cada lado”.
- Frente y entrecejo. En este caso se utiliza la parte convexa de la piedra. “Se presiona en la zona del entrecejo y se sube hasta el nacimiento del pelo. De dentro hacia fuera. Tres veces cada movimiento”, resumen.
-Código de barras. “Con uno de los extremos del lado corazón de la piedra, hay que deslizarla del centro hacia fuera, tres veces en cada lado”.