Tras sus últimas vacaciones en Bahamas, donde de nuevo revolucionó las redes posando en bikini, Kim Kardashian -como el resto de los mortales, por una vez y sin que sirva de precedente- regresaba esta semana a la rutina, también en lo referente a su entrenamiento. Como ha compartido a través de varias historias durante los últimos días, la empresaria volvía al gimnasio con su entrenadora Melissa Alcantara, enfocando los ejercicios fundamentalmente en las piernas. En una de esos vídeos publicados, en el que aparecía ejercitándose a primera hora de la tarde, Kim explicaba que a esa hora se siente más vaga que en su horario de ejercicio habitual: "prefiero entrenar a las 6 de la mañana", afirmaba. Y un estudio reciente ha confirmado que este hábito que la más famosas de las Kardashian comparte con otras mujeres de éxito es, además, muy efectivo para perder peso.
Hace ya algún tiempo que Kim Kardashian transformó su cuerpo a base de alimentación saludable (vegana, desde abril) y, sobre todo, deporte. Su vientre plano, su estrechísima cintura y sus tonificadas piernas son resultado de una rutina perfectamente planificada y de muchísima dedicación. Aunque cada cierto tiempo la empresaria se toma un paréntesis que le ayuda a mantenerse motivada, generalmente entrena seis días por semana, en sesiones de 90 minutos que combinan ejercicios de fuerza con intervalos de alta intensidad. Y, según ha contado ella misma en varias entrevistas, suele hacerlo a primera hora del día, en cuanto el despertador suena a las 5h30 de la mañana.
Otras empresarias de éxito (por ejemplo, Victoria Beckham) también encuentran en el amanecer, antes de comenzar su intensa jornada laboral, el momento perfecto para hacer ejercicio. Igual que muchas de las modelos más solicitadas del mundo, desde Karlie Kloss a Josephine Skriver. Según los expertos, entrenar a estas horas hace que sea más fácil mantener la constancia, te da energía y libera el estrés; beneficios a los que algunos estudios añadieron que puede ayudar a quemar más grasa, si se realiza en ayunas. Sin embargo, una nueva investigación publicada este verano en International Journal of Obesity ha explicado que no es necesario hacerlo sin desayunar porque la verdadera clave, cuando se quiere perder peso, es simplemente entrenar antes de mediodía.
Durante diez meses, un grupo de investigadores estadounidenses controló los efectos de un mismo entrenamiento en 88 personas con sobrepeso u obesidad. Aunque en un inicio su objetivo no era este, comprobaron que la hora en que los participantes practicaban deporte afectaba directamente al porcentaje de peso que perdían: quienes entrenaban entre las 7 de la mañana y las 12 adelgazaron más que aquellos que lo hacían por la tarde, a pesar de que las sesiones eran iguales y quemaban el mismo número de calorías. La explicación que dieron los expertos fue que, al entrenar por la mañana, se mantenían más activos durante el resto del día (consumiendo así más energía), además de que se reducía su apetito, con lo cual comían menos. Y el cuerpo en plena forma de Kim Kardashian es la prueba más clara de que el método funciona.