Hace más de un año que Kim Kardashian transformó por completo su cuerpo por obra y gracia de una intensa rutina de ejercicios combinada con un nuevo plan de alimentación. El cambio saltó a la vista: su cintura se estrechó todavía más y sus músculos tenían un aspecto mucho más tonificado. Como casi todo lo que hace la mediática estrella, el proceso se documentó en sus redes sociales, donde se vieron muchas de las rutinas de fitness que siguió para ponerse en forma, como por ejemplo su entrenamiento de glúteos favorito. Aunque su secreto para lograr su objetivo fue una disciplina de hierro, la empresaria acaba de revelar que no entrena siempre, sino que le gusta darse un respiro cada cierto tiempo.
“¡Estamos de vuelta en el gimnasio!”, ha escrito Kardashian en sus redes sociales junto a una foto en la que aparece al lado de su entrenadora personal Melissa Alcantara. “Más o menos cada seis meses me tomo un descanso de levantar peso. A veces necesitas un paréntesis para recargarte y relajarte, pero luego lo echas tanto de menos que sienta genial volver a retomarlo”. Alcantara, quien comentó la publicación de la estrella, aplaude su decisión de abandonar el gimnasio por unas semanas: “Y así es exactamente como debe ser. Para alguien que hace tantas cosas, todavía no puedo entender cómo lo haces todos los días”.
Además de ser una excusa perfecta para recargar pilas, tomarse tiempo de descanso es una costumbre que respalda la ciencia. En un estudio publicado en la revista especializada Frontiers of Physiology, descubrieron que es necesario darle un día libre al cuerpo cada dos o tres días de entrenamiento. La razón es que si se ejercitan los músculos sin descanso, desciende el nivel de unas proteínas llamadas citoquinas, que son las que ayudan a que el sistema inmunitario reaccione de la forma correcta ante posibles agresiones externas.
La mayoría de los expertos coinciden con el enfoque de Kardashian por otro motivo, para dejar que los músculos se recuperen tras el esfuerzo que se realiza en el gimnasio. Y es que, de esta forma se reduce el riesgo de lesiones y, como dice Kim, también evita que se pierdan las ganas de pisar el gimnasio por la monotonía. Eso sí, el truco solo funciona siempre y cuando, después del paréntesis, se vuelva a retomar el entrenamiento.
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