Lily Collins es una de las actrices del momento. Con el estreno de tres películas este año en el que ha cumplido 30, la británica disfruta de un gran éxito profesional. Junto a la admiración que despiertan sus habilidades artísticas, Lily también destaca en cada una de sus apariciones sobre la alfombra roja por sus favorecedoras apuestas de maquillaje, en las que siempre destacan unas cejas espectaculares. Además de la belleza física, la estrella también aboga por nutrir al cuerpo desde el interior, escuchándolo y dándole lo que necesita para mantenerlo en forma. De hecho, ella misma se denomina "clean eater" (persona que come limpio) y su dieta incluye alimentos inspirados en la campiña inglesa, el lugar en donde creció.
“Soy una clean eater. Me encanta el pollo, el pescado, las verduras y los cereales como la quinoa, pero no como carne roja. Me mantengo alejada de los alimentos procesados. Me gustan que todo sea como de la granja a la mesa”, explica la intérprete a la revista Shape, donde deja claro que el menú de su día a día se basa en platos saludables que siguen las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Desde la organización recomiendan reducir el consumo de carnes rojas y optar por las magras o los huevos como principal fuente de proteína animal (la alternativa vegetal serían las legumbres). La cocción es otro de los detalles a los que prestar atención, ya que los métodos de fuego directo como la parrilla o barbacoa, elevan la toxicidad de los alimentos.
Comer de esta forma, siendo consciente de aquello que ingieres, permite además conectar mejor con tu cuerpo y sentir realmente qué necesita o qué le apetece, dulces inclusives. “También me doy caprichos de forma ocasional tomando postre cuando salgo con amigos. Pero a diario, quiero darle a mi cuerpo lo que necesita para ser la mejor versión de mí misma”, una filosofía alineada con el famoso mantra ‘mi cuerpo es mi templo’. Su secreto para disfrutar a menudo de su pasión por el dulce es la repostería casera: “Me satisface tanto física como emocionalmente”, explica Lily, “hago de todo, desde donuts hasta tartas de cumpleaños y pan de plátano y nueces”.
En cuanto al fitness, la natación es una de sus actividades favoritas, disciplina que fortalece los músculos de forma global. Fuera del agua, la estrella ha aprendido a disfrutar del running: “Estaba en el equipo del colegio y lo odiaba, pero ahora me gusta correr con la música puesta”. Una combinación de alimentación saludable y ejercicio con la que Lily Collins se mantiene fuerte y segura de sí misma.