Andar descalza como Elsa Pataky o Shakira, ¿es realmente bueno?

Los expertos nos explican los pros y contras de esta práctica que siguen algunas 'celebrities'

Por hola.com

Lo más habitual es hacerlo en la playa, sobre la arena, pero ¿quién no ha sentido que quería llegar a casa y lo primero que deseaba hacer era quitarse los zapatos? ¿O a quién no le ha apetecido en algún momento pisar la hierba con nuestra piel, rememorando escenas de cine tan inolvidables como la de Julia Roberts y Richard Gere en Pretty Woman? Una costumbre que hay celebrities que también han hecho suya, como Elsa Pataky, que contestaba en una entrevista que pasa el verano descalza y a quien hemos tenido ocasión de ver renunciando al calzado incluso haciendo la compra en Byron Bay O la cantante colombiana Shakira, que ha reconocido en alguna ocasión que le encanta estar descalza siempre que puede –de hecho, ha aparecido pisando el escenario sin calzado en muchos momentos de sus giras-. Pero, ¿es realmente bueno caminar sin zapatos? Como casi todo, tiene sus pros y sus contras, y hemos hablado con varios expertos para que nos den su opinión sobre esta costumbre que ahora, cuando llega el verano, se hace aún más frecuente.

Liberarnos de la 'horma' de nuestro zapato

Partimos de que, para el doctor Manuel Rozalén, director de Clínica Rozalén y Fisioserv, hay un aspecto previo que hay que tener en cuenta: la edad y si el pie tiene alguna patología previa o no. “Si el pie se está formando en el niño, no creemos muy acertado hacerlo, sobre todo si es de forma continuada; eso no quiere decir que tenga que ir siempre calzado, puesto que es interesante que obtenga sensaciones diferentes de texturas, de temperaturas, de inclinaciones que le harán madurar el sistema nervioso, pero tampoco podemos abusar de ir siempre descalzo porque probablemente haga que formemos un pie plano”, explica el doctor.

Por eso, en su opinión, si el pie ya está desarrollado, y no hay lesión que lo impida (metatarsalgias, problemas de piel con heridas, pies planos...) puede ser beneficioso para liberarnos un poco de la 'horma' del zapato “sobre todo si se suelen llevar tacones que acaban debilitando mucho la musculatura y los ligamentos”, matiza el doctor Rozalén. El experto añade que es recomendable, en zonas y superficies lisas y seguras, como la arena de la playa, en una moqueta, etc., descalzarse para "relajar" el pie e ir incrementando poco a poco el tiempo que se está descalzo de tal modo que también la piel y las almohadillas plantares se van adaptando a este incremento.

El doctor Rozalén insiste de nuevo en la importancia de la edad. “Desde el punto de vista de un niño, hay varios estudios que avalan que caminar descalzo cuando se está aprendiendo a andar es beneficioso para el desarrollo cognitivo del pequeño, donde experimenta diferentes sensaciones y es el contacto con el mundo exterior logrando hacer más consciente y precisos los movimientos de su cuerpo. Sin embargo, considero que una vez aprendido se empiece a espaciar la caminata descalzo porque una vez que está en pleno crecimiento, caminar prolongadamente sin calzado puede afectar el arco del pie, conllevando problemas más comunes como el pie plano, pie valgo, pronación de pie (que también lo puede generar un mal calzado); y además puede generar a su vez problemas posturales”.

¿Y en el caso de los adultos? “En ese caso creo que es recomendable caminar descalzo por periodos de tiempo medios durante el día, ya que igualmente favorece el sistema vestibular, al igual que puede mejorar la circulación sanguínea. Evitamos presiones que puede ocasionar el uso de calzado inadecuado produciendo infinidad de patologías (fascitis plantar, espolón calcáneo, pronación de pie, juanetes, etc)”, nos cuenta refiriéndose a los beneficios. Pero añade un matiz: “Sin embargo, caminar prolongadamente descalzo puede suponer un contra, pues se puede sobrecargar la fascia, produciendo dolor e incluso en casos graves riesgo de fisura por estrés”.

¿Cómo le afecta a la piel?

También habla de los posibles problemas la podóloga Estefanía Soriano, vicepresidenta del ICOPCV (Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana). “Hay que tener cuidado a la hora de caminar descalzos porque nos puede provocar ciertas infecciones como papilomas, por ejemplo. Sólo es beneficioso para favorecer la propiocepción. Por ejemplo, los pediluvios en los spas, que son caminos de piedras para poder ejercitar la musculatura del pie, andar sobre el césped o la arena, permiten notar esas sensaciones y realmente activar la propiocepción (la conciencia de nuestra posición corporal en el espacio)”, nos explica. “Pero hacerlo también tiene el inconveniente de que cuando una persona tiene realmente una desviación en el pie, como un pie plano o cualquier otra patología de desviación, ir descalzo agrava esa patología porque la persona deja el pie a su libre albedrío y los ligamentos, músculos y tendones se van distendiendo y realmente no hay nada que los sujete”, explica.

¿Y desde el punto de vista de la piel? El doctor Ignacio Sánchez Carpintero, dermatólogo de Clínica Dermatológica Internacional, nos explica que "es posible que las personas que caminan descalzas tengan menor incidencia de infecciones por hongos en las uñas (onicomicosis) o de pie de atleta (tiña pedis). Esto es debido posiblemente a la acción de la luz directa que entra y a la ausencia de humedad en estas circunstancias. Por el contrario, las infecciones bacterianas pueden ser más frecuentes, ya que a través de pequeñas heridas es fácil que penetre una bacteria. También se ve una mayor incidencia de infecciones por virus (verrugas o papilomas). Si caminas sin calzado la piel se somete a un traumatismo directo y continuado contra el suelo por lo que esta trata de protegerse “produciendo” más piel. Así aparecen las hiperqueratosis focales, más conocidas como callos". 

El doctor Rozalén nos habla del caso concreto de los ancianos. En su caso opina que también es beneficioso, pues se pueden liberar tensiones musculares producto del uso prolongado de unos zapatos o zapatillas inadecuados. “Puede atrofiar ciertos músculos que no se usan a la hora de caminar con calzado, por lo que caminar descalzo se consideraría beneficioso para el fortalecimiento de la musculatura intrínseca del pie. Los principales riesgos en el adulto mayor son resbalarse, la posibilidad de contraer infecciones y resfriados”.

El director de la Clínica Rozalén resume, en definitiva, su opinión: “Realmente considero que debe existir precaución en niños en crecimiento; sin embargo, caminar descalzo por un período corto durante el día es beneficioso en cualquier edad, y creo que la mayor consideración que hay que tener es una buena valoración de la biomecánica del pie para tener un calzado acorde, siendo esto una manera preventiva de infinidades de patologías no solo de pie sino también posturales”

Sobre la arena, un beneficio extra

Ahora que tocamos ya el verano con la punta de los dedos, tenemos ante nosotros la oportunidad de dar agradables paseos por la arena de la playa. Una sana costumbre que nos aporta un beneficio extra. “Está demostrado que caminar sobre la arena es altamente beneficioso para la salud: mejora las dolencias de piernas y espalda, ya que supone una especie de masaje reflejo sobre la planta de los pies y además resulta todo un relax para las articulaciones, favorece la estimulación del sistema cardiovascular y renueva el flujo sanguíneo, a la vez que tonifica los músculos de piernas y glúteos. Lo recomendable es un mínimo de 20-30 minutos al día”, explica por su parte la expeta.