El paso que nunca se saltan las francesas con la piel más bonita

Analizamos la rutina de las mujeres que han internacionalizado la belleza más natural y desenfadada

Por Regina Navarro, Branded Content

Dicen los expertos que, en cuestión de envejecimiento, nuestros hábitos son los que más influyen. Los estudios demuestran que solo un 20% depende de los genes, mientras que un 80% está determinado por los factores externos y el estilo de vida. Tal vez por eso muchas de las mujeres con las pieles más bonitas, como las francesas Marie Ange Casta o Jeanne Damas, tienen claro que la base de ese aspecto radiante y renovado empieza con buenas rutinas y pequeños gestos. Uno de ellos es elegir bien lo que comemos. Los azúcares, los alimentos procesados o el exceso de sal no son nuestros aliados. Sin embargo, existen alimentos que permiten presumir de rostro. ¿Los mejores? Aguacate, tomate, pavo, pescados ricos en ácidos grasos esenciales, el kiwi o el calabacín. Ingredientes perfectos para incluir en cualquiera de las comidas, sobre todo en la cena. Pero este es solo el primer paso.

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Puesta a punto de la piel

Desmaquillarse y limpiar en profundidad la piel del rostro es otra de las claves para presumir de luminosidad. "Solo un 50% de las mujeres se desmaquillan regularmente, y este 'pecado' provoca poros dilatados, pérdida de luz y asfixia cutánea. Por eso, nada como limpiar la piel nada más llegar a casa. ¡Sin esperar más! Así se convertirá en un gesto de bienestar similar a quitarse los tacones, y evitamos olvidar la limpieza si nos quedamos dormidas en el sofá", nos recuerda Claire Morisseau, Directora de Formación de Tratamiento de Guerlain. Pero, si existe un paso que forma parte de las rutinas de belleza de las mujeres con las pieles más bonitas, es el de aplicar tratamientos renovadores en el rostro. "La noche es el momento idóneo para este tipo de tratamientos, ya que los procesos cutáneos de regeneración se producen durante el sueño. Es también el momento perfecto para usar un producto con AHAs – ácidos hidrosolubles llamados transformadores de la piel–, ya que la piel no tiene que defenderse de agresores externos, se encuentra protegida y aprovecha al máximo la acción estimulante de estos ácidos cosméticos que, a la vez que renuevan la capa córnea, estimulan la producción de colágeno, elastina y de nuevas células cutáneas", apunta Morisseau.

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La importancia del sérum

Beneficios que resulta sencillo encontrar en el sérum Double R Renew & Repair Abeille Royale de Guerlain (137,50 euros) que, gracias a su doble formulación –incorpora Jalea Real producida por las Abejas Negras de Ouessant como uno de sus ingredientes principales–, renueva y repara, con lo que logra un efecto piel radiante, luminosa, despierta y descansada cada día. La experta aconseja combinarlo con el Aceite Acuoso de Juventud (93 euros), para potenciar todos los beneficios del sérum ya que, al aplicarlo antes, rellena la piel y la prepara para recibir los ingredientes activos. Además, explica, las francesas no lo aplican de cualquier forma. "En el país de la belleza natural y desenfadada, el masaje es parte de su rutina de belleza. Después de desmaquillarse con agua fría y aplicar su loción, realizamos una activación de la microcirculación con un pequeño tecleo antes de aplicar el sérum. Las más adictas al tratamiento añadirán unos pinzamientos tónicos para estimular la firmeza".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Evita las 'arrugas del sueño'

Descansar un número adecuado de horas es imprescindible para sentirnos descansadas al día siguiente, ser un poco más felices cada día y, de paso, tener una piel más jugosa. Es básico cuidarla. Por la noche la piel elimina toxinas acumuladas a lo largo del día, al mismo tiempo que repara las fibras dañadas. Se oxigena y, por tanto, recupera parte de la luminosidad perdida. Por eso, para sacar el máximo beneficio de estos procesos se recomienda ir a la cama antes de las once de la noche. Además, hay que tener en cuenta que no todas las posturas en las que conciliamos el sueño son igual de beneficiosas para el rostro cuando se quieren evitar las llamadas "arrugas del sueño". Así lo explica Morisseau: "Dormir boca abajo y de lado termina marcando arrugas y pliegues de presión y favorece la acumulación de líquido alrededor de los ojos y hace que despertemos con bolsas. Para evitarlo, túmbate boca arriba y sobre dos almohadas", concluye. Si además de cuidar tu piel quieres mimar tu melena, apuesta por fundas de satén o de seda. Al tratarse de una superficie suave se reduce el encrespamiento, ayuda a prevenir enredos y puntas abiertas. ¡Y recuerda! Los grandes resultados comienzan por pequeños gestos.