Viscoderm, ¿la nueva alternativa al botox?

El mundo de la medicina estética está en constante evolución. No paran de surgir nuevos tratamientos, más precisos y duraderos, para satisfacer las tendencias con más éxito. Entre estas, los rellenos ganan popularidad cada año, y los expertos tratan de encontrar la mejor versión para mejorer este tipo de técnicas. Hace algunas semanas, mencionábamos una de las novedades más prometedoras: el Viscoderm, un inyectable de ácido hialurónico que, según los médicos estéticos, será uno de los protocolos faciales más buscados esta temporada. Analizamos de la mano de estos expertos qué aporta de diferenciador esta sustancia que algunos ya han calificado como la posible alternativa a la toxina botulínica, coloquialmente llamado botox.

El Viscoderm tiene una doble función: hidrata el rostro y rellena las pequeñas arrugas de expresión. La Dra. Mar Lázaro, experta en medicina estética, nos cuenta que este nuevo ácido hialurónico de origen suizo puro, sin reticulación, produce una bioestimulación, retrasa el envejecimiento y revitaliza la piel. Así explica ella los dos beneficios:

- Hidratación: tanto de la dermis como de la epidermis, devolviéndole un aspecto saludable y natural. Mejora la textura cutánea, la hidratación, la elasticidad y la luminosidad. La experta precisa que no es un tratamiento de relleno, sino de bioestimulación para reparar la piel del rostro, el cuello y las manos. Estimula la síntesis de colágeno y elastina y devuelve la tersura a la piel.

- Efecto stretch: estira y mejora las arrugas dinámicas superficiales, es decir, las que se forman al gesticular: patas de gallo, frente, entrecejo, código de barras o arrugas periorales.

Y llega la pregunta del millón: ¿es realmente la alternativa al botox? “Subrayo la segunda función, la del relleno de líneas de expresión”, cuenta la Dra. Lázaro. “Es donde radica la verdadera innovación, y es la única fórmula que trabaja la arruga de expresión dinámica. Sus efectos no son idénticos a los del botox, porque este último relaja la arruga y Viscoderm la suaviza mediante la infiltración del ácido hialurónico. Su forma de actuación no es la misma, pero considero que es una buena alternativa para las personas que no quieren ponerse botox o tienen miedo a alguna posible asimetría, a la inexpresividad, a unas cejas demasiado levantadas. Sin embargo, esto es algo que solo sucede en caso de una mala praxis o en manos inexpertas, pues de lo contrario, queda natural y permite la expresividad normal. No cambia la cara, ni los gestos”, apunta.

“Viscoderm suaviza dichas arrugas y alisa la piel sin relajar el músculo de la zona. Pero también está indicado para suavizar aquellas arruguitas más marcadas que la toxina botulínica no puede eliminar, o en caso de frentes muy pequeñas o pacientes con ptosis en los párpados (párpados caídos)”. En opinión de la doctora Irene Cruz, del Instituto de Benito, “es un tratamiento que puede ser una alternativa a la toxina botulínica cuando la paciente no quiere aplicarse dicho tratamiento o aún no tiene la necesidad per se, pues está indicado en zonas dinámicas como el área periocular y la frente, ya que hidrata en profundidad y tiene una actividad biorestructurante prolongada en el tiempo”. Según nos explica la doctora Cruz, pueden beneficiarse de esta técnica “pacientes muy expresivas, que gesticulan mucho y empieza a tener arrugas superficiales y también en aquellas que presentan ya un avanzado grado de envejecimiento cutáneo y arrugas aún más visibles”.

Viscoderm vs. botox

La doctora Lázaro nos cuenta que mientras la toxina botulínica se inyecta en pequeñísimas dosis muy localizadas a nivel dérmico, Viscoderm se infiltra a nivel superficial en el pliegue que forma la arruga, en multipución, es decir, con diversos pinchazos localizados. El botox puede producir algún pequeño hematoma, y este ácido hialurónico en ocasiones ocasiona pequeñas pápulas e inflamación que desaparecen en 48 horas. Según Carmen Lorente, directora del área médica de los centros The Beauty Concept, se realiza un estudio del paciente antes de comenzar el protocolo. Primero se canaliza arruga por arruga de manera muy superficial, especialmente en las patas de gallo, el código de barras, las arrugas de expresión de la frente y de las mejillas, tan difíciles de tratar. En un segundo paso, cuando se han tratado todas las arrugas, se realiza una hidratación profunda con una aguja especial que llega directamente a dermis profunda. ¿Cuánto duran sus efectos? Los expertos coinciden en que los efectos de ambas técnicas suelen durar de modo similar: alrededor de seis meses. Se aconseja dos sesiones al año para un buen mantenimiento.