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Es uno de los propósitos más comunes... que más cuesta mantener. Perder peso ocupa un lugar destacado entre los objetivos de cada nuevo año, una lista que a menudo termina en la papelera a las pocas semanas. Y es que, aunque el plan de adelgazamiento esté perfectamente trazado y sea fácil de incorporar en el día a día, plantearte que tendrás que mantenerlo durante los próximos doce meses puede desanimar incluso al más motivado. Por esta razón, los expertos recomiendan fijar pequeñas metas, más fáciles de lograr y cercanas en el tiempo, que te guíen hacia el propósito final. ¿Por ejemplo? Seguir estas recomendaciones sanas cada día de enero porque, al cabo de tres semanas, según indican los estudios, se habrán convertido en hábitos de tu vida.
1. Desayuna... así
Algunos dietistas defienden que el desayuno no debería ser una obligación, es decir, que si no sientes hambre al levantarte, puedes retrasar la primera comida del día hasta que realmente tu cuerpo te la pida. Sin embargo, la mayoría de investigaciones científicas han demostrado que desayunar de forma saludable facilita tanto seguir una dieta sana el resto del día como mantener un peso más saludable. Y cuando el objetivo es adelgazar, un reciente estudio reveló la ecuación perfecta para quemar más calorías durante las 24 horas posteriores: un desayuno formado por 35% de carbohidratos, 20% de proteínas y 45% grasas saludables, como las que contienen el aguacate o los frutos secos.
2. Come 'slow'
Inspirada en el mindfulness y en movimientos "lentos" como el slow fashion, la filosofía slow eating aboga por dedicar la atención y el tiempo necesarios a cada comida para disfrutarla más... y comer menos. Si te sientas a la mesa, libre de distracciones, y masticas cada alimento lo suficiente, ralentizando el ritmo de ingesta, el cerebro podrá reaccionar cuando el cuerpo esté lleno y así evitarás tomar más comida de la que necesitas. Además, esta forma de alimentarse incluye también la preferencia por los alimentos frescos y las recetas sanas, con lo cual mantendras una dieta más nutritiva y ligera.
3. No bebas alcohol en todo el mes
¿Has oído hablar del Dry January? Este reto especialmente popular en Reino Unido anima a abandonar las bebidas con alcohol desde el primer lunes siguiente a Año Nuevo hasta el último día de enero. A los beneficios directos -como desintoxicar el organismo (y la piel) o reducir la ingesta calórica-, hace unos días se sumaba otro efecto positivo. Un estudio de la Universidad de Sussex ha descubierto que quienes completan el Dry January consumen menos alcohol durante los meses posteriores sin hacer ningún esfuerzo consciente para que así sea. Simplemente, beben menos de forma natural.
4. Caminar de forma inteligente
La Organización Mundial de la Salud recomienda practicar, al menos, 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Caminar puede ser la mejor alternativa para quienes odian ir al gimnasio porque, tal y como explicaba un estudio publicado en The Journal of Nutrition, andar a buen ritmo 2 horas y media a la semana puede incrementar en un 25% la pérdida de peso. Para que el ejercicio sea lo más efectivo posible y así quemar más grasas, la entrenadora Nicolette Amarillas recomienda crear picos de intensidad, variando la velocidad de la caminata en intervalos de 30 o 60 segundos.
5. Tomar estas tazas antes de irte a dormir
La leche y la bebida de soja, la infusión de canela, el zumo de aloe vera o el de proteínas son algunas de las bebidas que, consumidas antes de acostarte, pueden ayudarte a perder peso gracias a su doble efecto. Por un lado, facilitan que duermas bien, el truco más fácil para mantener un peso saludable y condición sine qua non de cualquier plan de adelgazamiento exitoso. Por otro, sus diferentes componentes tendrán beneficios directos en el organismo: quemar más calorías, drenar líquidos, equilibrar las hormonas que influyen en la pérdida de peso...
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