Meghan Markle y sus deportes favoritos: ¿son recomendables durante el embarazo?
La entrenadora de Pilar Rubio analiza qué disciplinas pueden ayudar a la duquesa de Sussex a mantenerse en forma durante estos meses
Desde que confirmara su embarazo el pasado octubre, Meghan Markle se ha convertido en el centro de todas las miradas, especialmente desde que su barriguita se hiciera totalmente visible. Gracias a sus estilismos (prendas de tendencia que dejan de un lado los diseños premamá), hemos podido conocer la evolución del embarazo, pero también comprobar cómo la duquesa de Sussex está manteniendo su equilibrada silueta durante estos nueve meses. Posiblemente, el hecho de que antes de quedarse embaraza siguiera buenos hábitos -por ejemplo, mantener una alimentación equilibrad- tenga gran parte de la responsabilidad, igual que sus aficiones deportivas entre las que destacan el yoga y el pilates, dos disciplinas que, según los expertos y salvo contraindicaciones particulares, pueden practicarse en la etapa premamá.
De hecho, según algunos entrenadores esas dos sería precisamente los dos deportes más recomendables en esa situación. Así opina Noe Todea, la entrenadora personal de Pilar Rubio, quien nos dice, eso sí, que tienen que ser específicos para embarazadas para reforzar el suelo pélvico, y que se pueden practicar en el primer y segundo trimestre “una vez se sepa que no hay peligro por practicarlo”. Son muy beneficiosas en su opinión las respiraciones profundas, el control de los movimientos, el trabajo de flexibilidad, el fortalecimiento de musculatura profunda… “Todo ello hace que sean muy adecuados en mujeres que están esperando un bebé”, explica.
¿Y el trabajo de la fuerza?
Pero no solo de yoga y pilates viven las embarazadas. “No obstante, a día de hoy hay evidencias de que, la embarazada, tendrá muchos beneficios trabajando la fuerza”, nos cuenta Todea. “A toda mujer que tenga experiencia en entrenamiento, el trabajo de fuerza le beneficia en el sentido de compensar las sobrecargas que sufre la espalda a medida que se va agrandando el tamaño del vientre”, explica la entrenadora, que añade que “protege la zona lumbar evitando así los dolores que provoca el cambio de centro de masas”. Todea explica que como pauta general, conviene entrenar la fuerza para compensar las sobrecargas que sufrirá la espalda, para mantener las piernas y los brazos fuertes y porque, además, ese tipo entrenamiento ayuda con el control de peso. Precisa, eso sí, que tiene que tener experiencia previa. Y es que ese es un aspecto en el que incide: “Si nunca he hecho deporte antes, tampoco es el mejor momento para empezar durante el embarazo”.
Además, la entrenadora personal nos explica que hay determinadas disciplinas que están contraindicadas durante la gestación. Se trata, sobre todo, de aquellas que comportan riesgo: artes marciales ("la embarazada puede pegar con los puños, utilizando una fuerza relativa y, no puede pegar con las piernas", nos cuenta), esquí, alpinismo... Así como deportes que puedan implicar caídas: hípica, patinaje, ciclismo... y deportes en apnea como el buceo. “Y lo que es más coherente: está absolutamente desaconsejado aquel ejercicio que pueda provocar dolor o aporte malas sensaciones”.
Pero, como veíamos, hay alternativas al alcance de las embarazadas. La entrenadora de confianza de Pilar Rubio añade otro beneficio extra: “Está más que demostrado que las embarazadas activas tienes partos más cortos y menos dolorosos. Y su recuperación, una vez da a luz, es más fácil”.