Se han convertido en un auténtico hit cosmético. Las ampollas se han hecho un hueco en los neceseres de las adictas a la belleza y, poco a poco, se han convertido en indispensables en la rutina de muchas mujeres, que ven en estos formatos monodosis el mejor aliado para su piel. Tanto, que hay quien ya las considera los nuevos sérums, pues comparten con ellos su gran cantidad de ingredientes activos, pero incluso con una mayor concentración (hasta un 50%). Y es que prometen resultados maxi con un tamaño mini. Pero, ¿sabes cómo usarlas? ¿Cuáles son las claves para sacarles el máximo partido? Los expertos nos las cuentan.
Shopping: las mejores ampollas para cada necesidad de la piel
El secreto de su éxito
Se han convertido en aliadas de la belleza de nuestra piel por muchas razones, tal y como nos explican los expertos. Myriam Yébenes, directora del Instituto de Belleza Maribel Yébenes, destaca “la facilidad de uso y su efecto embellecedor inmediato gracias a las altas dosis de activos revitalizantes que contienen, como la vitamina C o las isoflavonas de soja”. Ingredientes que ayudan a conseguir ese efecto de luminosidad y piel hidratada tras su uso. Pero hay que tener también en cuenta que “su poder de penetración es mucho mayor que el de una crema”, tal y como nos cuenta la especialista en estética Carmen Navarro, quien explica que hay infinidad de opciones, que pueden usarse solas o combinarse, por lo que hay que adaptarlas a la necesidad concreta de cada persona. Los expertos afirman que hay una ampolla para cada necesidad de la piel, ya que esta puede cambiar en función de las distintas situaciones que sufrimos a lo largo del año, como nuestro estilo de vida, las estaciones, situaciones de estrés, medicaciones, etc. “En función de cada momento y según nuestras preferencias en cuanto a textura, encontraremos cuál es la ampolla ideal en cada momento”, nos cuenta Sara Vayreda, coordinadora de Formación de MartiDerm.
Así hay que aplicarlas
Una de las preguntas del millón es cuándo y cómo utilizarlas. “Recomendamos aplicar media ampolla por la mañana y/o por la noche en cara cuello y escote, haciendo un ligero masaje hasta su absorción. Las ampollas son de uso diario los 365 días del año, no hay necesidad de hacer pausas ni descansos durante su uso, por lo que su uso prolongado ofrece los máximos beneficios para la piel”, explica Sara Vayreda, de MartiDerm. En opinión de Carmen Navarro, “hay que aplicarlas con la piel súper limpia, si nos ha tocado hacer un peeling antes mejor, y con una piel bien preparada, tonificamos, ponemos la ampolla y la crema correspondiente”. Myriam Yébenes también insiste en la importancia de aplicarlas con la piel limpia, pues “al ser productos que guardan en su interior una alta concentración de principios activos, deberemos aplicarlas en rostro, cuello y escote con la piel perfectamente limpia y tonificada, en solitario y/o siempre antes de aplicar ningún otro producto cosmético o maquillaje”.
¿Y cuándo es mejor? “Depende del objetivo buscado y de las ampollas que estemos empleando en cada momento. Por ejemplo, si aplicamos vitamina C o sueros antioxidantes mejor por la mañana, y si estamos regenerando mejor por la noche”, nos cuenta Carmen Navarro. La doctora Teresa Truchuelo, dermatóloga en Clínica Grupo Pedro Jaén y Hospital Vithas Nuestra Señora de América, matiza que las que incluyen protección solar han de aplicarse por la mañana. “Todas las demás se pueden aplicar tanto por la mañana como por la noche en combinación con nuestros productos de tratamiento, aplicando primero siempre la fórmula más ligera”, precisa. “La periodicidad dependerá de la necesidad de nuestra piel, pero añadirlas a diario haría que nuestra rutina de cuidado se convirtiese en intensiva. También hay etapas de la vida en las que son especialmente importantes. Por ejemplo, existen ampollas específicamente diseñadas para periodos de cambios hormonales, con soluciones altamente concentradas específicamente formuladas para el tratamiento de granos y espinillas, como las de La Cholley Bioclean S Ampoules, que tienen acción keratolitica, purificante, antiinflamatoria, sebo-reguladora e hidratante”, nos cuenta Myriam Yébenes.
Mix de activos
Otra de las ventajas de las ampollas es que combinan diferentes principios activos. “Los diferentes activos se unen sinérgicamente potenciándose entre sí con una alta eficacia demostrada”, nos cuenta la experta de MartiDerm. Y para dar en el clavo hay que valorar, por lo tanto, cada caso concreto y el efecto que busquemos en nuestra piel. “Las combinaciones de principios activos suelen ofrecer resultados más globales, mientras que si buscamos activos en solitario, estos nos aportarán el beneficio único para el que están diseñadas. Acido hialurónico para las pieles deshidratadas, vitamina C para las que necesitan luminosidad, silicio orgánico para las que buscan firmeza, etc…”, nos cuenta la directora del Instituto de Belleza Maribel Yébenes. “Algunas incorporan ya SPF para proteger de la radiación ultravioleta”, explica la Dra. Teresa Truchuelo.
¿Sustituyen a nuestra rutina facial habitual o la complementan?
Los expertos son unánimes: la complementan. “Aportan sustancias precisas pero no pueden reemplazar a una crema hidratante o una protección solar. Aunque podríamos utilizarlas en solitario en ocasiones puntuales, en todo caso solo podrían sustituir al sérum”, nos cuenta Myriam Yébenes. “La composición de sus activos no se asemeja a otros tratamientos, por lo que las ampollas complementan perfectamente nuestra rutina de belleza diaria, de forma que podemos seguir utilizando nuestros cosméticos habituales”, nos cuentan en MartiDerm.
¿Cómo elegir la más adecuada para cada tipo de piel?
Myriam Yébenes lo tiene claro: “En primer lugar, es primordial buscar marcas de primer nivel, ya que las ampollas precisan de un minucioso y preciso método de fabricación para conservar correctamente los principios activos. Además, sus fórmulas deben estar bien formuladas para que sus altas concentraciones sean beneficiosas sin ser agresivas o demasiado ácidas en la piel, algo que puede ocurrir con la vitamina C. Si necesitamos revitalización, hidratación, luminosidad y un efecto global de belleza, la mejor opción son aquellas que lleven proteoglicanos mezclados con vitamina C pura. Mientras que si además añaden extracto de soja, pueden aportarnos un gran efecto antiedad”. En opinión de Carmen Navarro, “dependiendo de la edad se puede aconsejar unas ampollas todo el año pero lo ideal es elegirlas según la etapa en la que nos encontremos. Si se trata de preparar la piel para el verano, o bien si necesitamos realizar una cura...”. ¿Dónde radica el éxito de las ampollas con proteoglicanos? “Los proteoglicanos son grandes hidratantes y la vitamina C pura aporta una luminosidad inigualable. Además, los resultados son inmediatos, por lo que las ampollas se convierten en un indispensable para aquellas personas que las prueban”, nos cuentan en MartiDerm.
El caso de las ampollas 'efecto flash'
“Las ampollas flash tienen una función diferente al resto, aplicándose al final de la rutina de belleza y antes del maquillaje. Sus proteínas tensoras favorecen el efecto lifting, además de contener otros activos hidratantes y antifatiga inmediatos. Sin embargo, no sustituye al resto de ampollas con proteoglicanos y vitamina C, por lo que son complementarias a estas”, nos cuenta Sara Vayreda. En opinión de Carmen Navarro, “el efecto que se consigue con una ampolla efecto flash, si es realmente buena, es muy efectivo. Consigue tensar y dar luminosidad y un efecto buena cara que es el secreto de más de una celebrity. Perfecta antes del maquillaje, para un evento y conseguir ese lifting sin cirugía de impacto”.
También en el centro de belleza
Myriam Yébenes nos cuenta un extra a la hora de aplicar las ampollas: “La forma más efectiva es su aplicación en cabina. Por ejemplo, al realizar una Radiofrecuencia Infiltrada en nuestros centros, aprovechamos los microcanales creados para aplicar una ampolla específica para la necesidad del paciente, consiguiendo así que penetre más profundamente. Estos microcanales seguirán activos durante 24 horas, por lo que la continuidad de cuidados en casa es esencial el primer día tras el tratamiento”.