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Olivia Palermo ha alcanzado el estatus de ‘personaje de culto’ en la industria y su opinión con respecto a las tendencias es escuchada, respetada y copiada por millones de personas. Sus conocimientos sobre moda empezaron desde que era niña ya que su madre le inculcó su propia pasión por la moda, tal y como contaba en una entrevista para la revista Fashion. Y de su madre también adquirió un hábito saludable que, además de mejorar su dieta sana, cuida su piel desde el interior: tomar frutos del bosque. La costumbre de la influencer no solo le añade un toque de sabor a los platos, sino que posee activos antioxidantes, vitaminas y minerales con los que combatir el envejecimiento prematuro tanto de la piel como del resto de tejidos que componen el organismo.
“Como frutos del bosque todos los días, es algo que he aprendido de mi madre”, respondía Palermo, en una entrevista para la cabecera estadounidense de Instyle, a la pregunta de cuál es su secreto para tener siempre la piel tan luminosa. Y lo cierto es que la acción antioxidante de este alimento realza el tono del cutis combatiendo la opacidad, la falta de frescura. Además, tiene la capacidad de combatir la formación de radicales libres que provoca la aparición de arrugas, líneas de expresión, problemas de pigmentación, tono apagado o flacidez antes de tiempo.
Los intensos colores que tiñen estos frutos son un indicativo de su alto poder nutricional. Por norma general, los alimentos con un tono más intenso son los que mayor carga de antioxidantes poseen, en el caso de los frutos rojos son abundantes en antocianos. Los antocianos aportan grandes beneficios al organismo como ayuda para reducir la inflamación de los tejidos, disminuir el colesterol conocido como malo e incluso favorecen la rápida metabolización de las grasas.
En el desayuno acompañado por yogur y avena, como postre tras la comida o de snack sano para controlar el apetito entre horas, son numerosos los momentos del día en los que se puede poner en práctica la costumbre de Olivia. Además de este hábito tan saludable, la neoyorquina también confía en un clásico fundamental para tener buena cara y mantenerse hidratada: “Bebo mucha agua”. Un tópico que sin duda funciona.
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