Lo que puedes aprender en una clase de 'fitness' con Emilia Clarke
El entrenador de la actriz de ‘Juego de Tronos’ desvela el error que muchas cometen después de hacer ejercicio
Es uno de los personajes más queridos de la exitosa serie de HBO y, por ello, no es de extrañar que todo lo que tenga que ver con la rutina de fitness y alimentación de Emilia Clarke sea de interés público. Hace algunos meses, su entrenador, James Duigan, reveló a Whimn que la dieta de la actriz se basa en un perfecto equilibrio entre apostar por comida sana y dar rienda suelta a los antojos de vez en cuando; también que para mantenerse activa con una agenda celebrity bastante apretada, su recomendación consiste en viajar siempre con bandas elásticas en la maleta; y, por último, avisa que uno de los mayores errores que pueden cometerse tras el entrenamiento consiste en no estirar los músculos. Descubre la técnica correcta, el tiempo recomendado y las consecuencias de no realizar trabajos de estiramiento de la mano de Óscar Álvarez, creador del método de fitness y estilo de vida Trainerglobal.
Para empezar, nuestro experto aconseja evitar los estiramientos demasiado bruscos justo después de realizar ejercicio físico: “Es recomendable estirar de 5 a 10 minutos sin forzar mucho la elongación muscular y dedicar más tiempo a cada grupo muscular horas después del entrenamiento, cuando no venimos de una constate contracción o activación de los músculos”. Gracias a este hábito, el fundador de Trainerglobal explica que se logra eliminar los desechos metabólicos que se originan cuando se hace deporte, mejorar la movilidad articular y conseguir un menor gasto energético durante futuros entrenamientos.
En cuanto al tiempo, Álvarez explica que, si bien tradicionalmente se aconsejaba no realizar más de 30 segundos de estiramientos inmediatamente después de entrenar, esta teoría no está demostrada y recomienda que se ejecuten dos series de 60 segundos cada una de cada grupo muscular. Además, resulta vital que la elongación de los músculos sea progresiva, se esta forma se mantiene a raya el riesgo de lesión.
Por último, es importante tener en cuenta que si no se realizaran estos trabajos de elongación tras el entrenamiento o pasadas algunas horas, se corre el riesgo de perder movilidad en las articulaciones, sufrir lesiones a corto y largo plazo – como tendinitis, fascitis o roturas, entre otras – perder eficiencia durante las rutinas de fitness y, también, tardar más tiempo de lo normal en recuperarse una vez se termina de practicar deporte.