Es la favorita de muchas celebrities. Tanto, que no dudan en compartir la primera y esperadísima fotografía de su tripita de embarazada junto a ella, como ha sido el caso de Eva González, cuya imagen presumiendo de embarazo junto a Caroline Correia ha causado mil y una reacciones en redes sociales. Pero ¿qué podemos aprender de esta fisioterapeuta que se ha convertido en la mano derecha, entre otras, de Pilar Rubio en los meses de gestación? "Empezamos la mañana entrenando. No hay que perder los hábitos que te hacen feliz", ha contado alguna vez la madrileña. Toda una declaración de intenciones, al vincular ejercicio y felicidad.
No hay duda de que el embarazo es una etapa en la vida de la mujer en la que el cuerpo cambia... ¡y de qué manera! Por eso, surgen muchas dudas. Tal vez la primera y más categórica es la que la llevó a embarcarse en 2016 en el proyecto de escribir el libro Embarazada ¿y ahora qué? junto con la presentadora, que está en la recta final del embarazo de su tercer hijo. Hemos hablado con esta fisioterapeuta especializada en suelo pélvico sobre la importancia de mantenerse en forma durante y tras el embarazo.
Caroline, cuya madre es ginecóloga -algo que sin duda le influyó a la hora de interesarse en el ámbito de la salud de la mujer-, nos cuenta cuál es la principal duda que le plantean las mujeres embarazadas que acuden a ella. “Sin duda es ¿qué ejercicios me recomiendas?”. Parece evidente que la mujer ha tomado conciencia de la importancia de mantenerse en forma durante el embarazo, tal y como nos explica: “Mantenerse activa en el embarazo es fundamental tanto para el momento del parto como para la recuperación tras él. El ejercicio durante la gestación nos ayuda a prevenir la diabetes gestacional, favorece los partos más cortos y con menos lesión y previene las habituales molestias musculares”. Todo parecen ventajas, por lo que nos anima a ponernos manos a la obra: “En el embarazo es muy importante trabajar todas las zonas del cuerpo, bien sea reforzándolas o flexibilizándolas, a fin de conseguir un equilibrio de toda la musculatura corporal. En especial, debemos prestar atención en la musculatura del suelo pélvico y el abdomen, que sin duda son las que más cambios sufren”.
Pilates y método 5P, los ejercicios más recomendados
Eso sí, hay que tener en cuenta que no todos los ejercicios son apropiados a lo largo de ese periodo de gestación. “Debido el desarrollo uterino, el cuerpo de la mujer sufre una fuerte alteración en la postura que puede traer consecuencias, como una incontinencia urinaria, prolapsos, diastasis abdominales o dolores en la espalda. Por eso, con el fin de prevenir todas estas secuelas, es importante que la mujer busque ejercicios que trabajen una integración de la musculatura del core (suelo pélvico, diafragma, transverso abdominal y el músculo multífido), pues cuando se trabajan estos músculos en armonía, la mujer podrá gozar de un embarazo más activo, libre de molestias y de una mejor recuperación post parto”, explica la fisioterapeuta de Pilar Rubio, quien añade que el Pilates por ejemplo sería un buen ejercicio, ya que cuando es realizado correctamente, puede conseguir estos objetivos. “Además, otro ejercicio que me gusta mucho es el método 5P, que son ejercicios propioceptivos realizados sobre un tronco de madera, que tienen como objetivo la tonificación del suelo pélvico y de la zona abdominal, así como el equilibrio de las tensiones musculares, principalmente del diafragma”, nos cuenta en relación a este método diseñado por la matrona y sexóloga francesa Chantal Fabre-Clergue, que se basa en tratar los músculos perineales y el suelo pélvico a través de la postura, realizando ejercicios descalza sobre dicho tronco -en el que debes sostenerte de pie- siguiendo las indicaciones del fisioterapeuta.
Evita los deportes de gran impacto corporal
La experta insiste en la idea de que durante el embarazo y post parto la mujer tiene que pensar que debido al desarrollo uterino su centro de gravedad ha cambiado y que el cuerpo, a fin de mantener su estabilidad, realiza un ajuste en la postura que lleva a sobrecargas o estiramientos de algunos músculos (espalda y abdomen) y a una alteración de los vectores de fuerza del cuerpo. Esta alteración fisiológica del embarazo es por sí sola un factor de riesgo para la musculatura del suelo pélvico y para la zona abdominal. Por este motivo, durante este periodo es recomendable que se eviten ejercicios que exijan un gran esfuerzo muscular o que generen gran impacto corporal, como es el caso del crossfit y el running.
Trimestre a trimestre, ¿cómo debes planificar tu ejercicio?
Al margen de tener en cuenta los ejercicios que debemos evitar durante todo el embarazo, hay que pensar también en las particularidades de cada trimestre. Caroline Correia nos explica cuáles son:
-En el primer trimestre, por ser un periodo de adaptación del embrión en el útero, es recomendable evitar actividades físicas, sobre todo en el caso de aquellas mujeres que antes del embarazo no solían hacer ejercicios. Pasado este periodo, el ejercicio físico se agradece hasta el final de la gestación.
-En concreto, en el segundo trimestre, es cuando la mujer suele tener más energía y se siente ágil, por lo que es entonces cuando debemos aprovechar para trabajar con ejercicios de tonificación, pero siempre priorizando la postura.
-Y cuando llega el tercer trimestre de embarazo, debemos centrarnos en ejercicios de flexibilización, masajes perineales y ejercicios para afrontar bien el parto.
¿Es el suelo pélvico uno de los grandes olvidados?
A lo largo de la entrevista, la experta insiste en la importancia de fortalecer la zona del suelo pélvico, una zona a la que muchas mujeres siguen sin prestarle toda la atención, convirtiéndose en uno de los grandes olvidados. “Por ser una musculatura que no vemos no la damos la importancia que se merece. Es una pena, ya que juega un papel importantísimo en nuestra continencia urinaria/fecal, sexualidad y postura”, nos explica.
Para finalizar le preguntamos a Caroline, que se muestra muy discreta en relación a sus pacientes más conocidas, si varía mucho el tiempo de recuperación en función de cada mujer, teniendo en cuenta la reciente experiencia compartida por Blake Lively, quien reconocía haber tardado 14 meses en recuperar su figura tras dar a luz a su segundo hijo. Nos explica que sí, y nos da los motivos clave: “Al final todo depende de lo que hizo la mujer el embarazo, de cómo eran sus hábitos antes del embarazo y de la razón más fuerte de todas, que es la genética”.