Evita estos 7 errores si quieres tener una piel bonita en invierno
Hay una serie de rutinas faciales que los expertos recomiendan seguir también en los meses más fríos
No solo el sol hace de las suyas con la salud de nuestra piel. Hay otro agente externo que puede cruzar la barrera si no la protegemos bien y dañarla, las bajas temperaturas. “Normalmente, cuando queremos cuidar nuestra piel, pensamos que en la época del año en la que más debemos hacerlo es durante el verano, ya que estamos más expuestos a la luz solar, por lo que usamos protectores solares y cremas rehidratantes para calmar la deshidratación de la piel", nos cuenta el doctor Serrano, presidente y fundador de Sesderma. Y nos olvidamos de que, precisamente con el frío, "la piel se vuelve más seca, y su capacidad de regeneración, más lenta. Además, pueden aparecer lesiones en la piel del tipo grietas o descamación", añade el doctor José Vicente Lajo Plaza, director del Centro Médico Estético Lajo Plaza. Los signos son, pues, muy evidentes: sequedad, tirantez, falta de luminosidad, rojeces...
Y es que cuando el frío aprieta la piel del rostro es la más expuesta a las inclemencias invernales y la mayor perjudicada. Los errores más comunes durante el invierno a la hora de cuidarnos la piel, según Leticia Carrera, tienen que ver con el exceso de confianza. Estos siete son los más habituales.
1. No elegir la hidratante que nuestra piel necesita
No hay excusas. La hidratación se convierte en un paso que has de seguir, sí o sí. “Tras la higiene facial diaria que debe ser suave y respetuosa con el pH de la piel, elige una buena hidratante que lleve en su fórmula componentes humectantes -que atraigan el agua dentro de la piel- y componentes con efecto oclusivo, que sirvan de barrera para impedir la pérdida de agua epidérminca”, nos cuenta Estrella Pujol, directora de la firma Oxigen. “Hay que utilizar cremas muy hidratantes y nutritivas. Las pieles secas deben utilizar cremas untuosas, y las grasas deben espaciar más los cuidados para evitar el exceso de grasa (como por ejemplo, las exfoliaciones)”, añade el doctor Lajo Plaza. Por su parte, el doctor Serrano incide en cómo afectan agentes como el fuerte viento a la hidratación de nuestra piel, “hay zonas de nuestro cuerpo que sufren especialmente: rostro, nariz, labios, manos… El problema es que no nos damos cuenta y desatendemos este aspecto. La solución es hidratar la piel con cremas ricas en activos como el ácido hialurónico”.
2. Olvidarse de la crema de noche
Para mitigar los efectos de esos agentes externos, aprovecha esta época más que nunca para darle un extra de nutrición nocturna a tu piel. Mientras duermes, se produce el momento de mayor reparación cutánea, por lo que es un gran momento para reforzar esa imprescindible hidratación facial, añadiendo fórmulas con ingredientes antiedad o antimanchas, según las necesidades de tu piel.
3. Guardar la protección solar hasta el verano
Es uno de los errores más habituales cuando llegan los meses de frío. “Lamentablemente, en invierno, al no tener tantas horas de sol, nos creemos que no tenemos que usar un protector adecuado, lo que debería considerarse un error ya que los rayos solares siguen haciendo daño en nuestra piel y son aún más peligrosos ya que no tenemos ninguna barrera de defensa. El uso del protector solar es necesario durante todo el año”, nos cuenta la doctora Aleyda Maque de la Clinica Cres.
"Aunque no lo parezca, estamos expuestos al sol. De hecho, como mínimo tiene que utilizarse un protector solar factor 30”, precisa la doctora Nelly Cartró, especialista en Cirugía plástica y Reparadora de Clínica Opción Médica. Y es que no hay que bajar la guardia con la protección solar incluso en invierno. “De hecho, aunque el día salga nublado, nos impacta el 40% de las radiaciones solares. No debemos confundir el calor con el daño solar. Además, si vamos a esquiar o vivimos en zonas donde nieva habitualmente, cuando el sol se refleja en la nieve aumenta su impacto nocivo en nuestra piel. La nieve actúa como una lupa”, explica el fundador de Sesderma.
4. Someter la piel a cambios bruscos de temperatura
Muchas veces es inevitable y pasamos del calor de una habitación con calefacción al frío de la calle... pero, en la medida de lo posible, intenta evitar estos cambios bruscos. Pasar de un ambiente de mucho calor al aire libre con temperaturas muy bajas aumenta la posibilidad de aparición de vasos dilatados con rojeces. Leticia Carrera nos da un truco que puede ser muy útil: "Cuando vayamos en el coche, intentemos que la salida de aire caliente del climatizador no se dirija directamente a nuestro rostro. Mejor repartirlo por todo el vehículo o direccionarlo hacia los pies".
5. Prescindir de los 'peelings'
Son, como te hemos contado en alguna ocasión, uno de los tratamientos estrella del invierno, la mejor época para realizarlos. “A nivel médico recomendamos hacer dos o tres peelings antes de la llegada de los fríos extremos para renovar la piel. Con el frío intenso lo mejor son tratamientos de revitalización, la mesoterapia facial es lo mejor para el invierno, un verdadero antídoto para la deshidratación”, explica el doctor Lajo Plaza.
6. Alimentarte de forma incorrecta
“En esta época del año tendemos a consumir productos más calóricos y poco saludables. La comida sana no solo nos cuida por dentro, también se refleja en el estado de la piel. Hay que beber mucha agua y tomar sobre todo frutas y verduras, así conseguiremos evitar la sequedad y mal estado de la piel”, nos cuenta la doctora Nelly Cartró.
7. Descuidar las zonas más sensibles
El doctor Lajo Plaza nos explica que las manos y la cara son las zonas más afectadas por el frío, ya que son las que quedan en contacto directo con el frío, el viento… Por eso, recomienda utilizar guantes para evitar que la temperatura de las manos baje en exceso, así como utilizar crema hidratante y nutritiva, crema con protector solar y un producto para labios con un efecto de película que proteja la piel y evite que esté sobreexpuesto al frío. Pedro Catalá, creador de Twelve Beauty añade tres consejos más en relación a los labios: cuidado con los cítricos y la sal (que pueden agravar la incomodidad de los labios agrietados), no arrancar nunca los pellejitos si los hay, y realizar una cura de reparación nocturna, con productos ricos en aceites y ácido hialurónico capaces de reparar y aportar hidratación adicional.