Micro-retoques a los 30: ¿cuáles son los tratamientos más demandados?
Mínimamente invasivo y con resultados inmediatos, el ácido hialurónico prevalece en la medicina estética para atenuar los primeros signos de la edad
De los 20 a los 30 años el cuerpo cambia en muchos aspectos y la piel es una de las partes peor paradas. A partir de los 25, la piel ralentiza su producción natural de colágeno, ácido hialurónico y elastina, desencadenando la aparición de los primeros signos de la edad: rostro menos terso, pérdida de volumen y, por supuesto, las temidas arrugas y líneas de expresión. Para agravar la situación, el estrés y la falta de sueño que generalmente comienzan en dicha década pueden enfatizar estos problemas, especialmente en zonas tan delicadas como el contorno de los ojos. Por estas razones, la treintena suele ser la edad a la que muchas mujeres se plantean aliarse por primera vez con la medicina estética para mejorar su aspecto. Y entonces comienzan las dudas: ¿Qué tratamientos elegir? ¿Cuáles son los más rápidos y efectivos? ¿Qué zona debería tratarme primero? Dos de los mejores expertos de nuestro país en el área de los retoques medico-estéticos responden con sus recomendaciones. Un adelanto: el ácido hialurónico tiene muchas de las respuestas.
‘Contouring’ para la mirada
"El contorno de los ojos es una de las áreas más delicadas del rostro, extremadamente fina y en la que las arrugas de expresión se hacen más patentes", afirman desde la clínica del doctor Moisés Amselem, eminencia de la medicina estética española. Las técnicas del doctor Amselem devuelven la luminosidad al rostro mediante la recuperación de volúmenes perdidos. Para ello, en la mayoría de sus tratamientos, Amselem utiliza ácido hialurónico, "el relleno más utilizado desde el año 2002 porque es natural, reabsorbible, se integra en la piel y es el más seguro", según nos explica el experto.
Para reducir los signos que entristecen y apagan la mirada, también el ácido hialurónico es el elegido en una terapia global que Moisés Amselem ha llamado 'Flash Eye Contouring'. Combinando cuatro técnicas diferentes con este relleno, se consigue devolver la firmeza a esta piel tan delicada, eliminar las ojeras y atenuar tanto las patas de gallo como las arrugas del ceño. De esta forma se logra una mirada descansada y luminosa, un resultado que puede prolongarse si, después de la intervención médica, se utiliza en casa Flash Eye Contour (50€), el contorno de ojos de la primera línea cosmética del doctor Amselem, Luminous Face, lanzada hace apenas unas semanas.
Labios y pómulos, los rellenos más solicitados
Un tratamiento global de la mirada como el anterior ofrece un rejuvenecimiento inmediato de la imagen, pero el contorno de los ojos se disputa el primer puesto de las preocupaciones estéticas de las treintañeras con otra zona del rostro. "A partir de los 35 años, las arrugas que más les preocupan son las del surco nasogeniano, que son consecuencia de la pérdida de volumen y descolgamiento del tercio medio de la cara", nos cuenta el doctor. Él es un firme defensor de que el remedio médico a este o a cualquier otro problema debe personalizarse en cada paciente, pero apunta al relleno de pómulos como una interesante solución para atenuar, en un solo paso, tanto los surcos nasogenianos como la mirada cansada. "Si un pómulo está hundido o caído, producirá unas ojeras más evidentes y denotará unos surcos nasogenianos más acusados", afirma Moisés Amselem.
Para conseguir el mejor resultado en este relleno, uno de los más solicitados por las treintañeras que acuden a su clínica, el objetivo debe ser "restituir el volumen perdido en los pómulos y no tratar de poner lo que nunca tuviste". La misma regla, "usar el sentido común y buscar lo natural", puede aplicarse a otras inflitraciones de ácido hialurónico. Moisés Amselem solo admite una excepción en la que sí añadiría más volumen: los labios, siempre que esté muy claro que es necesario un aumento. "En ese caso, siempre aconsejo una buena dosis de “NSD”: naturalidad, sensualidad y discreción". Según nos revela el doctor, la explicación de que las infiltraciones de ácido hialurónico en labios y pómulos sean tan populares está en que son "los tratamientos más agradecidos y evidentes porque devuelven la luz al rostro de forma inmediata".
¿Qué debo tener en cuenta antes de someterme a rellenos de ácido hialurónico?
Además de recuperar esa "naturalidad perdida" de la que habla el doctor Moisés Amselem, existen otras recomendaciones que deben tenerse presentes para que el (micro) retoque sea un éxito. Myriam Yébenes, directora general del Instituto Maribel Yébenes, nos habla de las cuestiones más prácticas, como cuántos días antes de un evento tendríamos que someternos al tratamiento o si podemos sufrir efectos secundarios con los rellenos de ácido hialurónico.
"No es necesario establecer un tiempo previo, pero sí que es recomendable hacerlo 10 o 15 días antes de la fecha señalada ya que es entonces cuando comienzan a notarse los efectos del ácido hialurónico", aconseja Myriam Yébenes. Además, es posible sufrir algunas molestias durante los primeros días, según nos cuenta. "No es lo común, pero, debido a las infiltraciones, pueden aparecer pequeñas rojeces o edemas, irritación, inflamación o hematomas que desaparecen a los días". En todo caso, no suelen ser efectos graves ni se produce rechazo del organismo hacia el ácido hialurónico. "El cuerpo produce ácido hialurónico naturalmente, por tanto este nunca puede causar una reacción negativa", afirma.
Al tratarse de un relleno absorbible, los resultados del ácido hialurónico no son permanentes. En términos generales, suele hablarse de una duración de 6 meses, pero, igual que sucede en el caso la toxina botulínica, el tiempo real dependerá del estilo de vida y del organismo de cada paciente. "Existen multitud de factores que pueden influir en la rapidez con la que se degrada el ácido hialurónico, como el metabolismo, el tipo de piel, si se fuma o no, las horas de exposición al sol…", explica la directora de este instituto de belleza que, además de infiltraciones con este compuesto, ofrece tratamientos no invasivos de ácido hialurónico para mejorar la calidad de la piel y, más allá de la estética, aportarle salud. "Hemos pasado de preocuparnos solo de si nuestra piel está bonita o hidratada a preguntarnos si realmente está sana", opina Myriam, que coincide con el doctor Moisés Amselem en que la gran tendencia actual en medicina estética es potenciar la belleza natural. Y cuando la piel deja de producir naturalmente ácido hialurónico, aportárselo desde el exterior, con estos micro-retoques, parece una solución acorde a esta filosofía.