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Durante el embarazo, seguir una dieta saludable es todavía más importante porque, además de alimentarte a ti, estás alimentando a tu futuro bebé. Las precauciones deben extremarse, también en lo pertinente a qué no debes tomar. El sushi, la carne poco hecha, algunas salsas caseras como la mayonesa y, por supuesto, el alcohol son algunos de los ingredientes que incluye esta lista negra de las embarazadas. Y también ciertas infusiones como la manzanilla y el poleo, las dos que Ariadne Artiles lleva semanas sin probar.
"Para las que me habéis preguntado qué tipo de té tomó en el embarazo, mi preferido es el té rooibos que contiene antioxidantes y estimulan las defensas. Nunca tomo manzanilla ni poleo ya que están contraindicados", escribía la modelo en una de sus últimas publicaciones de Instagram. En la imagen, Ariadne, que en diciembre dará a luz a una niña, aparecía tomando con una taza de té que, junto a la mantequilla clarificada o Ghee, es su "desayuno de campeonas". Esta publicación nos llevó a plantearnos por qué Ariadne no bebe manzanilla ni poleo y si existen más infusiones que debería evitarse durante el embarazo. La dietista Beatriz Larrea, experta en belleza holística que recientemente también acaba de ser mamá de su primer hijo, aclara estas dudas.
Las infusiones que deben evitarse durante el embarazo
Manzanilla, poleo, aloe vera... La cultura popular ha tachado muchas bebidas naturales de la dieta de las embarazadas. ¿Por qué? ¿Realmente son peligrosas? Respecto a la manzanilla, "si bien dicen que puede tener algo de influencia en el útero, la realidad es que no hay muchos estudios que se hayan realizado sobre ella", aclara Beatriz. "La recomendación sería limitar su consumo a una sola manzanilla al día". Con otras infusiones, esta dietista, igual que la mayoría de los expertos, no es tan permisiva. Mejor curarse en salud, ya se sabe.
"Se dice que las hojas de poleo menta contienen un monoterpeno (un componente de las flores y los aceite esenciales) que puede producir aborto o ser tóxicos para el hígado y los riñones", explica Beatriz Larrea. Esa es la razón por la que los aceites esenciales están desaconsejados durante el embarazo. "En la infusión, aunque la cantidad de monoterpeno es menor que en el aceite esencial, es más seguro evitar el poleo menta cuando estás embarazada", recomienda ella. Otro grupo de bebidas que tampoco deberían consumirse son aquellas con propiedades laxantes, como la infusión de aloe vera, la de cáscara sagrada o la de sen. "Pueden producir contracciones en el útero", afirma Beatriz.
Por otro lado, también el té y el café deberían consumirse con precaución. "El té contiene teína, así que debe de limitarse a 1 o 2 tazas al día como máximo. Para el café, se recomieda una dosis de entre 100 y 200 mg diarios, ya que la cafeína puede llegar al feto a través de la sangre al feto y afectar a su crecimiento", nos cuenta esta dietista que, durante su embarazo, optó por evitar completamente la cafeína y solo tomar un té matcha de vez en cuando.
Hay otras que sí te beneficiarán
¿Significan estas restricciones que una embarazada debería evitar toda bebida infusionada? Para nada. De hecho, existen algunas tazas que incluso resultan recomendables durante estos meses. Cúrcuma, tomillo, anís o té rooibos (el que toma Ariadne Artiles) son algunas de las que recomienda Beatriz Larrea. "La infusión de jengibre, además de actuar como anti-inflamatorio, se dice que ayuda con las náuseas de los primeros meses. Y la de frambuesa se recomienda durante las últimas semanas porque puede estimular el útero y acelerar el parto", añade como profesional antes de contarnos su experiencia personal. "Mi embarazo fue durante el verano, por lo que se me antojaba más agua con fruta, batidos y zumos, pero varias veces sí que tome una infusión de jengibre, cúrcuma, limón y miel porque sentía bajas mis defensas".
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