Cinco alimentos que toman las personas delgadas y más longevas del mundo

Esta dieta inspirada en las Zonas Azules mejorará tu salud, tu cuerpo y tu piel

por Amaia León

Vivir cien años y, sobre todo, vivirlos disfrutando de una buena salud. ¿Quién no ha fantaseado con ello? Pues bien, para los habitantes de ciertos lugares de la Tierra, soplar un centenar de velas no es un fenómeno tan sorprendente como puede serlo en el resto del planeta. Concretamente, son cinco los sitios en los que esto sucede, las llamadas Zonas Azules, estudiadas en a conciencia por médicos y dietistas para dar con las claves que consiguen que sus poblaciones sean las más longevas del mundo. La italiana isla de Cerdeña y la griega Icaria, Loma Linda en California, la Península de Nicoya en Costa Rica y la isla de Okinawa en Japón configuran ese mapa de los cinco lugares en los que se vive más (y mejor).

Como varios expertos nos explicaban, el 75% de esta alta esperanza de vida se debe a su estilo de vida. Mantenerse activos, comer las cantidades adecuadas y, principalmente, seguir una dieta basada en alimentos poco procesados y de origen vegetal en su mayoría son sus buenos hábitos. Sobre la alimentación de uno de esas zonas, Okinawa, la doctora Paula Rosso, médico nutricionista del Centro Lajo Plaza nos contaba que es “nutritiva, baja en calorías, alta en vitaminas, minerales y micronutrientes. Cuenta con una alta carga de antioxidantes y funciones antiinflamatorias y es la dieta perfecta para envejecer de manera saludable”.

En las otras cuatro Zona Azules de la Tierra también comen siguiendo estas premisas y la síntesis de sus costumbres culinarias permite crear una dieta que ya se ha designado como ‘Dieta de las Zonas Azules’ y que podría resumirse como una fusión de lo mejor de la cocina japonesa y la gastronomía mediterránea. ¿Cómo iniciarse en esta dieta que promete vivir más? Con los siguientes cinco alimentos con probadas cualidades para tener una buena salud y mantener un peso saludable.

Cinco alimentos para vivir más (y mejor)

1. Pescado azul: El que en otra época fuera el producto menos codiciado de las pescaderías es hoy una de las recomendaciones básicas de los nutricionistas, también en los regímenes para perder peso. La buena fama del salmón, de la caballa o de los boquerones, algunos pescados de esta clase, se debe a su alto aporte del beneficioso ácido graso omega 3 y triptófano, un antidepresivo natural.

2. Tofu: Este derivado de la soja tiene muy pocas calorías y grasa, pero es rico en proteínas de origen vegetal, por lo que es un básico de las dietas veganas que cualquiera debería incorporar a su cocina, especialmente si se quiere adelgazar. Además, el tofu contiene antioxidantes que combaten el envejecimiento.

3.  Batata: No es casualidad que, ahora que la preocupación por la vida saludable está tan extendida, las clásicas patatas fritas hayan sido reemplazadas por las chips de este otro tubérculo en muchos restaurantes. Aunque su aporte de calorías es algo mayor al de la patata (100 kcal por cada 100 gr frente a las 80 kcal que aporta la patata), la batata o boniato suma más fibra, calcio y potasio, igual que dos nutrientes muy importantes para mantenerse joven como son la vitamina C y los betacarotenos, también presentes en una de las frutas del verano, la sandía.

4. Algas Kombu: Además de contener ácidos que facilitan la digestión, son unas algas muy ricas en yodo. Este mineral estimula la glándula tiroides, con efectos sobre el metabolismo: puede acelerarlo y conseguir que el organismo queme más calorías. Por eso está recomendado –con moderación- en dietas de adelgazamiento, siempre que no se sufra hipertiroidismo. Cocinarlas con legumbres o en forma de ensalada son buenas opciones para hacerlas parte de la cocina occidental.

5. Aceite de oliva: Según los dietistas, el aceite de oliva es el mejor ingrediente de la dieta mediterránea y debemos aprovechar que su papel protagonista en la tradición de nuestra cocina. Aporta ácidos grasos monoinsaturados, cuyo consumo es una de las claves científicas para adelgazar de forma fácil. Y, como beneficio añadido, ayuda a tener una piel más bonita: utilizarlo como condimento en una ensalada de vegetales de hoja verde y de colores intensos -como el tomate o la zanahoria- facilita que el cuerpo absorban mejor los nutrientes de sus ingredientes.

Y una bebida: el vino tinto

Numerosas investigaciones han probado que la bebida que riega el Mediterráneo tiene múltiples beneficios para la salud cardiovascular y neurológica. Incluso puede ayudar a perder peso al activar un gen que bloquea la formación de grasa, según constató un estudio desarrollado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts. ¿Y por qué no se alaba tanto el vino rosado o el blanco? Porque el tinto es el que más polifenoles contiene, los antioxidantes relacionados con los anteriores beneficios. Eso sí, una copa de vino tinto al día es cantidad suficiente (y recomendada) para obtener estos efectos positivos. Debe consumirse con moderación porque contiene alcohol, pero también porque ese es un pilar de cualquier dieta sana y equilibrada: tomar de todo, pero siempre con medida.