Afirman los expertos que el 80% del envejecimiento de la piel depende del estilo de vida y no así de la genética, como a menudo tendemos a pensar. Los buenos hábitos que ayudan a mantener una piel joven durante más tiempo van desde el uso de los tratamientos cosméticos más sofisticados hasta gestos tan sencillos como el que revela un reciente estudio: añadir aceite a la ensalada.
Según afirma un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos), incluir ácidos grasos en un plato de verduras ayuda a que el organismo absorba mejor los betacarotenos y las vitaminas, nutrientes especialmente beneficiosos para la piel. El estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition analizó cómo afecta aliñar una ensalada de espinacas, lechuga romana, zanahorias y tomates cherry con diferentes cantidades de aceite de soja. De las 12 mujeres que participaron en la investigación, quienes tomaban la cantidad máxima de aceite (32 gramos, unas dos cucharadas) absorbían más nutrientes de los ingredientes de la ensalada que las demás.
Este positivo efecto, según señalan estos científicos, se debe a que tanto las vitaminas A, E y K como los carotenoides que contienen esos alimentos son liposolubles, es decir, se disuelven en grasa antes de ser absorbidos por el intestino. Por tanto, añadiendo aceite de soja se facilita ese proceso, un resultado que también consiguen el aceite de oliva y el aguacate, según han demostrado otras investigaciones anteriores. Todos estos alimentos, además, aportan ácidos grasos insaturados al organismo, una de las claves científicas para adelgazar así como para mantener una buena salud en general.
Nutrientes para una piel joven y bonita
La piel, igual que todo el organismo, puede (y debe) cuidarse desde dentro, con una adecuada alimentación. Los nutrientes liposolubles como los betacarotenos y las vitaminas A, E y K son algunos de los más necesarios para mantener una piel joven y bonita. Es conocido el poder de los betacarotenos a la hora de acelerar y prolongar el bronceado, pero sus beneficios de belleza van más allá. Tambien actúan como antixiodantes -igual que la vitamina E- combatiendo la degeneración de la piel a causa de los radicales libres y son precursores de la vitamina A. Esto significa que el cuerpo puede transformar los betacarotenos en esta vitamina que, según se ha demostrado, puede combatir las arrugas y las líneas de expresión. Para terminar este cóctel de belleza, la vitamina K tiene la capacidad de reducir las ojeras y las zonas oscuras del rostro. Estos nutrientes se encuentran en alimentos como las espinacas, las zanahorias o los tomates. Y para obtener todos sus beneficios, según el estudio arriba explicado, solo es necesario añadir dos cucharadas de aceite a la ensalada.