“La belleza no tiene edad”. Lo dijo Monica Bellucci que, a sus 52 años, continúa siendo una de las mujeres más deseadas del planeta y no se equivocaba. Pero la actriz italiana no es la única que cuenta con una belleza innegable que parece aumentar con el paso del tiempo, y una de sus compañeras de profesión, la oscarizada Jennifer Connelly, también puede presumir de ser la perfecta embajadora de esta máxima. La edad es solo un número y, a sus 46 años, la actriz neoyorquina, catalogada por muchos como la chica más bella de la industria cinematográfica, puede presumir de contar con una belleza natural que no entiende de edad. ¿Cuáles son los secretos beauty de Connelly?
Su cabello oscuro, su piel pálida y, sobre todo, sus ojos verdes conquistaron al mundo en 1986 cuando apareció en la gran pantalla para protagonizar una de sus películas más emblemáticas y por la que muchos la recuerdan, ’Dentro del laberinto’, junto al camaleónico David Bowie. Desde entonces, el ascenso de Connelly ha sido imparable en la industria, además de por su enorme talento, por su evidente belleza.
La celeb ha confesado en más de una ocasión no estar a la última en tendencias y preocuparse más por la salud y el bienestar, que por la estética. Sin embargo, y como la inmensa mayoría de mujeres, Connelly cuenta con sus propios trucos, rutinas y productos beauty que no pueden faltar en su kit de belleza diario. Para mantener la piel del rostro firme, la actriz de ‘Requiem for a dream’ utiliza una crema regeneradora que estimula el colágeno y frena los signos de la edad, como Future Solution de Shiseido, y otros productos de ducha indicados para mantener la hidratación corporal. Sus imprescindibles de maquillaje son las barras de larga duración, como Lacquer Rouge de Shiseido, la máscara de pestañas de Clé de Peau y la espuma de pelo de René Furterer.
Pese a haber sido acusada de ser víctima de trastornos alimenticios como la anorexia, la neoyorquina siempre ha presumido de seguir una dieta equilibrada y sensata, sin confiar en planes milagrosos. La actriz intenta mantener un estilo de vida saludable incluyendo todo tipo de alimentos en sus comidas, protagonizadas por abundantes vegetales y acompañados por pescados, frutas y frutos secos con grasas saludables, como nueces. La estadounidense ha confesado ser una adicta a las manzanas pink lady, comiendo tres al día por ser ricas en antioxidantes, y a la comida japonesa, llegando a comer sushi tres veces por semana. ¿Un capricho? Una copa de vino de tinto.
Pero, ¿la clave es la dieta o el entrenamiento? Además de un riguroso plan nutricional, la intérprete siempre encuentra un hueco en su apretada agenda para realizar algún que otro ejercicio físico. Connelly es una víctima más de la fiebre por el running y, además de salir a correr prácticamente a diario, es aficionada al gimnasio y siempre que cuenta con un rato libre se escapa a practicar yoga o pilates. Para hacer la rutina cardio más variada y menos monótona, a veces deja las carreras de lado para saltar a la cuerda, aunque ha confesado no ser un entrenamiento de su agrado.