Hace apenas unos días, conocíamos uno de los secretos de belleza mejor guardados de Gwyneth Paltrow: el veneno de abeja. Sí, ¡como suena! En una entrevista con The New York Times, la intérprete explicaba que ha probado este cuando menos curioso tratamiento de belleza. El sistema se llama "apiterapia", como la propia actriz explica, y lleva miles de años utilizándose. "La gente lo usa para reducir la inflamación y favorecer la cicatrización. En realidad, si investigas, el tema es bastante increíble", asegura. Ahora, como ella misma reconocía, tiene un inconveniente, y es que es "bastante doloroso".
No es la única celeb que se ha apuntado a los cosméticos que tienen que ver con el trabajo de este pequeño -pero valiosísimo- insecto. La Duquesa de Cambridge también ha usado productos realizados con el veneno de las abejas. Fue la Duquesa de Cornualles quien recomendó los productos y faciales de Deborah Mitchell -sus productos de cuidado facial Heaven son famosos y reconocidos por estar hechos con veneno de abeja, un potente activo antiaging- a Catherine, que los usó antes de su boda con el Príncipe Guillermo en 2011. Fue muy comentado que el veneno de abeja fuera el responsable de su piel radiante en el que fue el día más importante de su vida. Con ello se dispararon las ventas, hasta el punto que tuvieron lista de espera de meses para conseguir el producto.
No hay duda de que el bee venom está de moda que nunca. Por eso, hemos querido saber un poco más sobre sus propiedades, y hemos contado con la ayuda de nuestra colaboradora, la farmacéutica Meritxell Martí.
Un poco de historia
El veneno de abejas es una sustancia que producen las abejas obreras. Es precisamente lo que se inyecta por el aguijón cuando pican y que es precisamente lo que nos da reacción. Como la cantidad es pequeña, solo notamos reacción local, a no ser que sean muchas las picaduras o bien que seamos especialmente alérgicos a esta sustancia. Este veneno tiene acciones inflamatorias, convulsivas y paralizadoras, y también contiene magnesio, fósforo, calcio y proteínas. Se trata de un líquido translúcido, con sabor amargo y olor a miel.
Su nombre técnico es apitoxina, lo que es concretamente veneno de abeja, apis (abeja) y Toxikon (veneno). Desde la antigua Grecia, pero también en la India, Egipto y China, la apitoxina se ha usado como analgésico y antimicrobiano. Cuando la abeja obrera inyecta el veneno, 0,1 mg cada vez, este veneno causa inflamación de la zona y, además, también hay que destacar que se provoca una acción anticoagulante. El alcohol (etanol) es una de las sustancias que mejor inhiben la acción de este veneno.
Sus aplicaciones médicas
Se suele usar en problemas articulares y como anticoagulante. Así, es empleado en dolencias como artritis, ciática, lumbago, tendinitis, osteoartritis, eczemas, y otros problemas cutáneos, además de en casos de artritis reumatoide, neuralgia o esclerosis múltiple.
También se usa como inmunoterapia en las personas alérgicas a la picadura de las abejas, pues con ello se consigue reducir la sensibilización a estas personas.
Su composición
¿Cuáles son los componentes del veneno de las abejas para que tengan esta actividad?
-Melitina. Este componente es quizás el que más acción tiene de todos los componentes de la toxina de las abejas. De todos los péptidos que compone el veneno de abeja, ésta forma parte del 52%, induce la producción de cortisol y así previene la destrucción celular.
Esta sustancia tiene su acción frente a las sinapsis neuromusculares y ganglionares, provoca la inflamación, el dolor y coagula el fibrinógeno, contrae la musculatura y libera la histamina. Es muy termoestable, y no se destruye hasta los 100 ºC.
-Apamina. Es la parte neurotóxica de la sustancia con actividad directa sobre el sistema nervioso central, estimula sobre todo la producción de cortisol por la glándula adrenal. Estimula también la secreción de heparina, en dosis pequeñas tiene acción analgésica, aunque en altas dosis puede ser espasmódica. Forma parte del 2-3 % de la composición completa del veneno de abejas. Cuando pica una abeja no se puede percibir casi este efecto, pues para que se note la acción neurotóxica han de picar al menos 100 abejas.
-Adolapina. Otro de los péptidos que forman parte del veneno de abeja, tiene la acción analgésica, y antiinflamatoria.
-Fosfolipasa A2. Forma parte del 10-12 % de los péptidos y es el componente más destructivo del veneno de abeja, se trata de una enzima que degrada los fosfolípidos de las membranas celulares. Inhibe la coagulación y disminuye la presión arterial. Induce la liberación de prostaglandinas.
-Hialuronidasa. Forma parte del 1-3% de los péptidos, provocan dilatación arterial y aumentan la inflamación; esta enzima degrada el acido hialurónico, si éste forma una barrera protectora, esta parte se encarga de degradarla para facilitar la penetración del veneno. Además esta sustancia reblandece los tejidos fibrosos, como las cicatrices.
-Histamina. Forma parte del 0,5 -2%, es la responsable de la reacción alérgica que produce el veneno de abeja.
-Catecolaminas. Contiene igualmente Dopamina y noradrenalina, entre el 1-2% de la composición total.
Su uso en cosmética
Aparte de las aplicaciones en medicina, en la cosmética es una de las sustancias que tienen más adeptos y que, por otra parte, más dudas nos suscita. Como decíamos, oímos hablar de personajes famosos que usan una mascarilla de composición muy exclusiva y secreta, y el componente es el veneno de abeja. ¿Por qué funciona? ¿Cómo funciona?
Conociendo la acción y la composición de esta sustancia está claro que el efecto en la piel tiene base científica. Según unos estudios de la profesora Karina Reiss, del departamento de Dermatología de la Universidad Christian-Albrecht (Alemania), se demuestra que el veneno de las abejas es capaz de estimular la producción de colágeno en la piel y de mantener su elasticidad. Por eso hay líneas cosméticas que incluyen esta sustancia.
Acción similar al 'botox'
Aparte de mantener la elasticidad de la piel, una de las acciones principales por las que la piel se nota más resplandeciente es que actúa como si se tratara de un efecto similar de relajación muscular al igual que lo hace la toxina botulínica, disminuyendo las arrugas de expresión. Si mejora la firmeza de la piel, además de disminuir las arrugas, el efecto es el que buscamos.
Aunque deberíamos ser realistas, está claro que una sustancia que actúa directamente en el músculo tiene una acción mucho más importante que una crema, que actúa a un nivel más superficial. Sin embargo, es una buena opción (aunque más suave) para las personas que no desean inyectarse toxina botulínica. ¿Hay alguna contraindicación para recurrir a los tratamientos con este ingrediente? Meritxell Martí nos explica que la crema la puede usar todo el mundo aunque hay que vigilar las posibles alergias al veneno de abejas. Sin embargo los inyectables solo son terapias que se pueden hacer en centros médicos especializados y muy concretos porque entre otras cosas es difícil encontrar apitoxina para inyectables.
Se trata de un producto verdaderamente caro, ya que 1 gramo de veneno de abeja puro cuesta sobre 300 dólares. Las abejas mueren cuando pican e inyectan el veneno, pero la extracción del veneno en laboratorios se hace gracias a un cristal con bajo voltaje eléctrico y así liberan el veneno.
Para entender la acción, cuando se usa el veneno o cuando la abeja pica, el cerebro reacciona para que la piel se cure. Además de la acción de las mismas sustancias que contiene el veneno, que provoca la formación de sustancias pro-inflamatorias, lo que hace que aumente la circulación de la sangre y mejore la oxigenación de la piel, aumente el tono de la piel, le aporta sustancias nutritivas a la piel y con ello aumenta la producción de colágeno y elastina. La piel está así activa y sonrosada.
La melitina, como he mencionado antes, es un péptido que contiene 26 aminoácidos y es la sustancia responsable de la acción para disminuir las arrugas de expresión.
Es importante saber si se es o no alérgico a este producto antes de comprar un producto con apitoxina, aunque las marcas comerciales aseguran haber eliminado los componentes alérgenos.
Al margen de la línea de Deborah Mitchell, otra de las marcas mas conocidas con veneno de abejas es la línea Bee Venom de Rodial, y los laboratorios Armonia también disponen de una crema con este componente, aunque es bastante más económica que las mencionadas antes.
Pero, además, ¿qué ingredientes nos dan las abejas, para qué sirven y qué productos destacar? Hay otras sustancias que producen las abejas que también se usan en cosmética, como puede ser la jalea real, el própolis, la cera o hasta la miel, aunque la acción de cada una de esta es totalmente diferente. Uno de los laboratorios que podemos encontrar en las farmacias que usa las sustancias que elaboran las abejas como base es Apivita. Te los resumimos:
- El propóleo: es el resultado de mezclar la resina de plantas, el polen y la saliva de abejas. Sirve como antibiótico natural, tiene función antiséptica y antioxidante, y lucha contra los radicales libres.
- La jalea real: es el alimento de la abeja reina y contiene todo lo que un organismo vivo necesita. Es rica en ingredientes nutritivos como las vitaminas, los azúcares y los aminoácidos, con los que tonifica, nutre y rejuvenece la piel.
- La miel: la miel producida por las abejas tiene una infinidad de beneficios tanto tópicos como ingestos. Nutre e hidrata con eficacia las pieles y los cabellos más secos.
- La cera de abeja: contiene ácido graso compatible con la piel aportándola elasticidad.