Cada vez va quedando menos para entrar en el invierno. Y las temperaturas parece que nos van a dar un aperitivo de esa estación a partir de este fin de semana. Cuando llegan las primeras bajadas de temperaturas, tras un otoño especialmente cálido, nuestro cuerpo necesita adaptarse a estos cambios, y la piel tiene un papel importante, pues es la barrera nos protege del exterior.
Con el frío se consumen mas calorías, el organismo se activa de modo que aumenta el riego sanguíneo, el metabolismo se activa para que aumente la temperatura corporal, los músculos se contraen mas rápidamente, el ritmo respiratorio también se acelera... es lo que conocemos como termorregulación.
La piel normal va a reaccionar de modo que aumenta la secreción sebácea, siendo ésta más viscosa, lo que hace que sea una protección natural de la piel frente las temperaturas mas bajas. Sin embargo, la piel más sensible va a notar más este cambio. Nuestra colaboradora Meritxell Martí apunta que la piel sensible engloba a la piel más reactiva, piel seca y extremadamente seca, atópica, con eczemas, piel con rosácea, piel deshidratada, piel con dermatitis seborreica, piel alérgica o con psoriaris.
Para aportar calor a la piel, se produce vasodilatación y aumenta el flujo sanguíneo, sobre todo cuando se siente este frío repentinamente y el viento es intenso, además la piel se va a deshidratar más fácilmente. Antes, para evitar la pérdida de calor, se ha producido una vasoconstricción, es decir, los vasos se contraen de modo que disminuye esta pérdida de calor y así la piel se protege de la deshidratación. A este efecto se le conoce como vaso-espasmo. En esa vasoconstricción capilar disminuye el riego sanguíneo en la piel, lo que provocará menor aporte de nutrientes y oxígeno a la piel, es el motivo por el que se va a secar más y será más propensa a la formación de arrugas.
Aunque nuestra piel no sea especialmente sensible o reactiva, algunas partes de nuestro organismo como los labios, que no tienen glándulas sebáceas, o las manos, que están continuamente expuestas al frío y también tienen menos glándulas sebáceas sobre todo en el dorso, van a notar más este cambio de temperatura al no tener la capacidad de protegerse con el sebo natural de la piel.
Dependiendo del tipo de piel, deberíamos usar un producto u otro. ¿Qué productos pueden protegernos del frío?:
Rosácea y cuperosis
La piel con rosácea y con cuperosis va a sufrir esa vasodilatación, lo que va a empeorar la situación enrojeciéndose mucho más, aumentando las zonas enrojecidas y la sequedad por deshidratación de la piel. Lo ideal en este tipo de piel es resguardarla del frío intenso y sobre todo del viento directo, cubriéndose con ropa, una bufanda o un pañuelo. Lo más perjudicial para este tipo de piel son los cambios bruscos y extremos, que van a producir vasodilatación y posterior vasoconstricción. Como cosmético, es preferible utilizar el producto específico para la rosácea y aplicarlo más a menudo, Rosacure Intensive de IfC Cantabria, que además lleva filtro solar o Cicalfate Crema de Avène, que aunque no es específica para la rosácea va a ayudar a reparar y protegerla. Rehacalm emulsión hidratante ligera de A-derma, contiene avena y vitamina E.
Dermatitis seborreica
Este tipo de piel también va a empeorar e irritarse más fácilmente, ya que la seborrea va a ser más viscosa, lo que va a provocar irritación a la dermatitis y aparición de la descamación típica de esta piel, sobre todo en las cejas y a los lados de la nariz.
Es importante que este tipo de piel se mantenga limpia para evitar la obstrucción del poro. Para ello es importante limpiar bien pero sin irritar, por lo que se debe usar un gel sin tensioactivos. Con el frío, lo más habitual es que además aparezcan eczemas seborreicos, también se deshidrate y dilate el poro. Por supuesto, se deberían usar los fármacos recetados por el dermatólogo para tratar esta dermatitis, que suelen incluir antifúngicos, si se acude a una zona de más frío. Meritxell aconseja lavar bien la piel, y aplicar una crema oil-free, que proteja la piel o una BB Cream con un poco de color. La crema Kerium DS de la marca La Roche Posay va a ayudar a regular la secreción sebácea y evitar la irritación. Aunque lo más habitual es usar un poco de corticoides para disminuir el eczema.
Piel muy seca
También va a padecer los efectos del frío y el viento en invierno, ya que al no segregar tanto sebo no tiene capacidad de protegerse. Por ello, convieneaplicar cremas mucho más espesas y grasas que aporten los lípidos que la piel no segrega, como Bepanthol en crema de los laboratorios Roche que además gracias al panthenol va a ayudar a repararse y a calmar la irritación de la piel, y Dexeril de Ducray, que es específica para este problema. Otra opción es Aquaphor de Eucerin, que verdaderamente hace una película protectora frente al frío, contiene pantenol y bisabolol que calma las irritaciones.
¿Qué pasa en las zonas sensibles de la piel?
-Los labios
La piel de los labios es extremadamente sensible y fina, tenemos que tener especial cuidado con ellos. Cuando hace frío, lo ideal es un bálsamo que contenga manteca de karité, vaselina, aceite de parafina o dimeticona (si deseamos además brillo) o lanolina. Estos productos formarán una película protectora que evitará la deshidratación.
Los labios con el frío se descaman por deshidratación pero además aparecen las grietas en las comisuras de los labios.
Durante el día se debe aplicar el bálsamo labial, durante la noche, una o dos veces a la semana, se puede hacer un scrub suave casero con un poco de azúcar y aceite, o simplemente pasar el cepillo de dientes suavemente por los labios y posteriormente aplicar el bálsamo reparados.
Entre las recomendaciones de nuestra colaboradora: Galenic Baume Lèvres fondant, con aceite de argán, que además de reparar da brillo y tiene sabor a vainilla-caramelo. Kelyane HD de Ducray, muy reparador, específico para labios muy estropeados, también lo pueden usar los niños. Y como producto económico de Blistex el Lip Relief Cream.
-Las manos.
El dorso de las manos, sobre todo de las mujeres, que no suelen tener vello, está más desprotegido frente al frío. Las manos se agrietan, las uñas se secan y deshojan, muchas veces aparecen sabañones.
Es importante evitar tenerlas húmedas en el frío, ya que esto va a provocar mayor sequedad y formación de grietas. Lo ideal es usar guantes siempre que sea posible.
Para evitar la sequedad excesiva que va a provocar el frío, es necesario utilizar crema de manos, aplicarla siempre que se vaya a salir al exterior o cuando se va a tocar agua, aconsejo una crema que contenga lanolina o vaselina, va a hacer una película protectora y aplicarla de nuevo por la noche en más cantidad a modo de mascarilla, para reparar la piel. La crema de manos de la marca ROC Enydrial protege y repara la piel, es un clásico que va genial. Si se tienen grietas, sobre todo en los dedos de las manos, Meritxell Martí recomienda Neusc P-rosa, en pastilla.
Los sabañones son inflamaciones internas de la piel, que dan picor y dolor, suelen aparecer en forma de ampollas de color enrojecido azulado, una de las causas principales de la aparición de estos es la vasoconstricción que provoca el frío. Suelen aparecer en las puntas de los dedos tanto de manos o pies, en orejas y hasta en la nariz. El mejor tratamiento es la prevención, protegiéndonos del frío y estimulando la circulación sanguínea. Hay cremas que ayudan a disminuir el picor, como la loción calamina o el aloe vera. Dos opciones son la crema de Mahiou de los laboratorios Vectem y Cinadit de los laboratorios Dicadia, de venta en farmacias.
-Las mejillas
Muy frecuentemente en los niños pequeños y en las personas con piel seca y sensible, la zona de las mejillas es más propensa a sufrir sequedad y enrojecimiento de la piel. A los niños pequeños, sobre todo los bebés, se les enrojece y hasta agrieta la piel alrededor de los labios, debido a que esa zona suele estar más húmeda, bien por el uso del chupete o por estar a menudo con la lengua chupándose esa zona, y con el viento se deshidrata. Existen cremas especificas para bebés y niños pequeños fáciles de aplicar como el Hydra-stick de Mustela, que contiene cold-cream, es una pomada clásica en farmacia a base de aceites de almendra, cera y grasa de ballena, muy protectora, forma una verdadera película-barrera frente al frío, la humedad y el viento. Los laboratorios Uriage también la disponen en bálsamo cold-cream algo más fluido.