Seguimos avanzando en nuestra serie de tratamientos estéticos, intentando poner nuestro granito de arena para acercarte a aquellos más novedosos, pero también a otros que llevan ya tiempo haciéndose hueco y que se han ganado por méritos propios ser las estrellas en momentos determinados, como puede ser la operación bikini en la que estamos inmersos. Es el caso de la carboxiterapia, uno de los más demandados en estas semanas previas al verano. ¿Tienes claro en qué consiste?
Tal y como nos explican en las Clínicas DH, no estamos ante una técnica novedosa, pero sí es uno de los tratamientos médico-estético que mejores resultados proporciona en un corto espacio de tiempo. ¿Cuál es su principal objetivo? Sin duda, la celulitis, pero no sólo aporta buenos resultados en este problema, sino que también ayuda a tratar estrías, flacidez y grasa localizada. Tal y como explican en el Instituto Médico Láser, el origen de esta terapia se encuentra en la estación de Aguas Termales de Royat (Francia), cuando un grupo de cardiólogos, en la década de los 50, aplican el tratamiento a pacientes que presentan diferentes enfermedades con un denominador común: déficit en la circulación sanguínea. Y no hay que olvidar que la celulitis es un proceso muy complejo con un denominador común: un trastorno microcirculatorio a nivel local. Al no producirse un drenaje correcto de los adipocitos, los desechos e impurezas se acumulan de forma líquida al principio para adquirir después una consistencia espesa (o gel).
La carboxiterapia es un tratamiento médico realizado exclusivamente por profesionales médicos cualificados. Es un método no invasivo ni quirúrgico que consiste en la aplicación del gas Dióxido de Carbono por vía subcutánea mediante pequeñas infiltraciones en los tejidos afectos. La carboxiterapia tiene también aplicaciones en Medicina Estética Facial. Las microinyecciones localizadas se realizan mediante un equipo con control de la velocidad, dosis, temperatura y tiempo de inyección, que se ajustarán dependiendo del caso y tratamiento. El gas accede a los tejidos a través de una aguja fina unida por un conducto flexible hasta el equipo, como nos explican en el Institut Vila-Rovira.
¿Qué conseguimos?
“La infiltración de CO2 nos permite mejorar la microcirculación y la flacidez de la piel gracias a la oxigenación de las células”, explica la doctora Ariana Arteaga, Directora médica de Clínicas DH. Con estas microinyecciones se consigue la acción vasodilatadora sobre la microarticulación, y se produce una activación de la producción de colágeno y elastina, así como una oxigenación y revitalización de los tejidos. “El CO2 produce una vasodilatación de las arterias y de los capilares favoreciendo el intercambio de oxígeno-dióxido de carbono. La vasodilatación junto con el aumento moderado de flujo sanguíneo provoca numerosos efectos positivos en nosotros”, asegura Ariana Arteaga. Tras el tratamiento, notarás una fuerte hidratación de la piel, un aumento de la producción de colágeno y fibras elásticas, una mejora de la textura y elasticidad de la dermis y por supuesto, la eliminación de la celulitis.
Así se destruye la grasa
Como indica la doctora Arteaga de Clínicas DH: “La carboxiterapia nos permite tratar nuestra piel a nivel global. No sólo la celulitis, sino también la apariencia de las estrías. Con el tratamiento se consigue atenuar la diferencia de color que hay entre ellas y el resto de la piel. Gracias a que favorece la vascularización de los tejidos renovando el funcionamiento de las células que producen melanina. Además aumenta el colágeno con lo que se consigue una mejor apariencia de la piel”.
En el Institut Vila-Rovira nos explican que, dependiendo de los objetivos que se persigan, se introducirá el gas carbónico en un plano u otro:
-Mesocarboxiterapia, en el plano intradérmico. Para mejorar flacidez, piel desvitalizada, cicatrices, ojeras…
-Plano intermedio, que se realiza por la vía subcutánea superficial, para lograr rejuvenecimiento facial y corporal.
-Plano profundo a nivel del tejido adiposo. Este es el caso del tratamiento de la celulitis, acúmulos de grasa localizada facial y corporal…
¿Cuántas sesiones?
La frecuencia y el número de sesiones dependerá de la zona a tratar u del efecto terapéutico deseado, siendo lo más normal entre 5 y 10 sesiones, aproximadamente.
También contra las ojeras
En el caso de las ojeras, tal y como nos explican en Eternal Beauty Clinic, se consigue eliminar la pigmentación y drenar esta zona tan delicada, en el caso de las ojeras que tienen un origen vascular pero no genético. Se emplea una aguja de 30-32 G (la más fina del mercado) para afectar lo menos posible a la delicada piel del párpado.