Llegó el verano y con él, la ropa ligera. Las piernas recobran el protagonismo, tras permanecer 'escondidas' bajo las medias o los pantalones largos. Y precisamente por ello, debemos prestarles más cuidados si cabe, para que estén radiantes, con buen color y sin un pelo de más. Pero precisamente con la depilación, puede surgir un 'daño colateral', los antiestéticos granitos, tan habituales en los meses de verano. Hemos hablado con el doctor Miguel Sánchez Viera, director de Instituto de Dermatología Integral, quien nos ha dado algunas claves para intentar prevenir este problema o, en el caso de que aparezca, ponerle solución.
¿Cuál es la causa de los antiestéticos granitos en las piernas que muchas mujeres presentan en estos meses de verano?
Las causas principales las encontramos en la utilización de técnicas de depilación no duraderas, como pueden ser el afeitado con cuchilla, la cera o las cremas depilatorias, y en el roce constante de la ropa contra la piel.
Técnicamente hablando, estos granitos se denominan foliculitis. Esto es, inflamación del folículo piloso debido a que el vello no consigue salir adecuadamente y sigue creciendo por debajo de la piel dando lugar a que el vello se enquiste y, a veces, se infecte el folículo piloso, llegando incluso a aparecer algo de pus.
¿Cuál es la solución para acabar con ellos?
Lo que está terminantemente prohibido es manipularlos manualmente, ya que complicaría el problema, además de provocar cicatrices, que en verano pueden dejar manchas permanentes con gran facilidad por la acción del sol.
Dependiendo de la severidad y frecuencia de las lesiones, la foliculitis debe ser tratada con antibióticos orales o tópicos que deben ser recetados por un dermatólogo, o simplemente con higiene diaria y una exfoliación adecuada, que va eliminando las células muertas y el tejido cicatricial poco a poco.
¿Puede la exfoliación echarnos una mano frente a este problema?
La exfoliación es un fantástico método para prevenir su aparición y ayudarnos a acabar con los casos leves.
Durante la ducha se pueden utilizar exfoliantes en scrub (mediante arrastre) que utilizados de una forma semanal, ayudan a mantener la piel más suave y a evitar la aparición de estos granitos. Existen también otros exfoliantes con componentes químicos, como el ácido glicólico y el salicílico, que actúan en la capa más superficial de la dermis facilitando la eliminación de las células muertas solo dejando actuar el producto unos minutos y luego aclarando.
¿Qué tipo de depilación es la más recomendable en este caso?
Sin duda, la depilación más efectiva es la que acaba con el vello definitivamente, como es la depilación láser.
La principal ventaja de este método es que permite eliminar tanto el vello que crece y sale con normalidad como el vello enquistado o con foliculitis, ya que el láser actúa en el cabello guiado por el color, aunque este permanezca debajo de la piel. Incluso si no deseamos la depilación definitiva, unas cuantas sesiones mejorarían el problema.
Si entre sesiones recurrimos a algún tipo de exfoliación, acabaremos con el problema más rápidamente además de tener cada vez una piel más suave y bonita.
¿Es, pues, la depilación láser la solución definitiva para este problema?
En los casos en los que la foliculitis está provocada porque el vello se queda enquistado y se produce una inflamación e infección, desde luego es la mejor solución.
La foliculitis tiene también otras causas como pueden ser la dermatitis, el acné o la sudoración excesiva, casos en los que no desaparece solo con depilación láser, sino que serían necesarios otros tratamientos dermatológicos.