Se acabó. Estas fotos en bikini o bañador tan sugerentes de Kim Kardashian no volverán a repetirse. Así lo ha decidido la empresaria después de haberse dado cuenta del impacto que están teniendo no solo en el mundo sino también en su familia. "No sé si es por el hecho de que mi marido ha dicho que a veces es demasiado sexy y no se siente cómodo con eso. Le escucho y le entiendo. Aún así, al final del día, siempre me da la libertad de ser y hacer lo que quiero. Pero de alguna manera me hizo despertar", ha confesado en la entrevista que ha concedido a la revista New York.
La estrella de Keeping Up with the Kardashians ha hecho referencia a la discusión que tuvo con su marido, Kanye West, días antes de que acudieran a la gala del MET, donde la empresaria causó sensación con su vestido efecto mojado. "Esto me está dando mucha ansiedad. Sabías que estaba nerviosa y no necesito más energía negativa, mucho menos que ahora me digas que no te gusta que lleve un vestido ajustado", dijo Kim, visiblemente afectada por lo que le había dicho West. "Eres mi mujer y me afecta cuando hay imágenes tuyas que son demasiado sexys", explicó el rapero.
Desde entonces, Kim Kardashian ya no ha vuelto a ser la misma y ha decidido que este tipo de fotos ya forman parte de su pasado. "Me di cuenta de que no podía navegar por Instagram delante de mis hijos sin que aparecieran fotos de desnudos todo el tiempo. Y, definitivamente, yo he contribuido a eso", ha reconocido en la entrevista.
Sus fotos siempre causaban sensación en las redes sociales y nadie como ella sabía subir la temperatura con posados como éste, en el que mostraba sus curvas con ropa de baño. Sin embargo, todo cambió un día que visitó la Casa Blanca. "Al día siguiente estaba publicando un selfie en bikini. Entonces pensé: 'Espero que no vean esto, porque tengo que volver allí la próxima semana'. Creo que estoy evolucionando hacia donde no siento la necesidad de querer seguir ese ritmo. No es que antes lo hiciera por ese motivo, pero supongo que ya no me importa tanto hacerme millones de fotos con un bikini tanga", ha confesado a la revista New York.
Más sincera que nunca, Kim confiesa que antes dedicaba mucho tiempo a componer y elegir la mejor foto para publicar en su cuenta personal de Instagram, donde tiene más de 152 millones de seguidores. "Ahora eso ha cambiado y pienso: "Vivamos en tiempo real y disfrutemos de la vida. Si, por casualidad, conseguidmos una foto, genial", es el consejo que ha querido compartir con el mundo.
Parece que se lo ha tomado muy en serio, ya que esta es la última foto sexy que ha compartido. Corresponde al 30 de agosto y, desde entonces, no ha vuelto a deleitar a sus fans con posados subidos de tono como los que solía compartir.
La opinión de su marido ha tenido mucho que ver en su decisión, sin embargo, reconoce que forman un gran equipo y que junto a él ha conseguido formar la familia que tanto soñaba. "Nuestra relación nunca ha dejado de ser divertida", ha confesado Kim sobre la fórmula del éxito de su matrimonio. "Está bien no entenderse. Está bien no tener exactamente los mismos sentimientos todo el tiempo. Se trata de descubrir cómo podemos crecer a partir de eso y aprender a darnos espacio y tiempo para resolverlo".