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En noviembre de 2018, la Reina estrenaba este vestido de rayas y silueta tulipa de Carolina Herrera Nueva York. Su maquillaje en esa ocasión fue sutil y de acabado mate, a excepción del pintalabios. El peinado, un recogido formal bajo. Hoy, algo más de tres meses después, Doña Letizia lucía el mismo vestido, y la comparativa entre ambos instantáneas evidenciaba el cambio en su imagen.

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Hoy, la Reina dejaba su melena suelta, optando por la raya hacia la izquierda. Según los peluqueros, colocarla en esa posición, ligeramente lateral, es una alternativa que favorece a todos los tipos de rostros, tanto redondos como alargados.

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Su maquillaje ha sido otro de los detalles más llamativos de su look. La mirada estaba rasgada gracias a un favorecedor eyeliner negro, tanto superior como inferior, y abierta gracias a unas larguísimas pestañas. La sombra de ojos, con un sutil acabado brillante, daba igualmente énfasis a esta zona del rostro.

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Un labial nude es el mejor compañero de este maquillaje de ojos tan marcado. Doña Letizia ha optado por un acabado brillante, una tendencia que se perfila como el próximo sustituto de los labios mate y que, además, añade volumen, visualmente hablando. Pero, sin duda, el rasgo más llamativo de su maquillaje es el favorecedor uso del iluminador, perfectamente aplicado siguiendo los consejos básicos de los maquilladores: en los pómulos, bajo el arco de la ceja, sobre los pómulos y en la punta de la nariz.

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